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Caso Fabricca de Zapatos La suela


Enviado por   •  26 de Marzo de 2022  •  Tareas  •  1.967 Palabras (8 Páginas)  •  43 Visitas

Página 1 de 8

Código

INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN

Revisión:

F-SGC-000

00

DATOS GENERALES DEL INSTRUMENTO.

División:

Industrial

FDC*/Carrera: 

INGENERIA  -

Asignatura:

Planeación y organización el trabajo

Cuat.-Gpo(s):

Octavo

Fecha de aplicación:

Unidad(es) de aprendizaje y/o tema(s) a evaluar.

Unidad I- Planeación estratégica

 Practica 1 .Conceptos básicos de planeación estratégica.

Especificar con una “X” el tipo de instrumento de evaluación a utilizar (señalar sólo uno).

Tec. evaluación para el SABER

Tec. evaluación para el SABER HACER + SER

Prueba oral (entrevista)

Otro (Especificar):

Proyectos

Otro (Especificar):

Prueba escrita

x

Prácticas, ejercicios, demostraciones

X

Trabajo investigación

Rúbrica

Ensayo, informe

Lista de cotejo

Guía de observación

Profesor(es) de la asignatura:

Ing. Leticia García Ordoñez / Ing. David Varguez Lope

Nombre del alumno:

Jaime Bacelis, Alejandro Burgos, Mariella Madera y Aracelly Escalante

Calificación (puntaje):

CONTENIDO DEL INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN

  1. PRACTICA  # 1

En equipos de 4 personas los alumnos realizaran el caso proporcionado por el profesor “ La suela ”

  • Define cual debe ser su misión, su visión y objetivos.

CASO PARA PRÁCTICA FABRICA DE ZAPATOS LA SUELA SA

 La “Fábrica de Zapatos La Suela SA” fue fundada en 1950 por don Pantaleón Méndez. Está ubicada en el centro de Ticul, Yucatán y desde sus inicios es una organización dedicada a la fabricación y venta de calzado de dama y caballero. Cuenta con 20 trabajadores que habitan en los pueblos circunvecinos, la mayoría de ellos ha trabajado entre 15 y 20 años en la fábrica, con excepción de don Poncho, que era amigo de don Pantaleón desde la infancia y ha trabajado ahí desde su fundación.

Esta organización contaba con agentes mayoristas que vendían los zapatos en ciudades de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Adicionalmente tenía tiendas de venta al mayoreo (para estos agentes) y menudeo en el centro de la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán y el centro de la ciudad de Campeche capital del vecino estado. Era una de las empresas líderes en zapatos en el sureste del país, siendo su más aguerrida competencia la “Fábrica de Zapatos Tacón de Aguja”, situada en la afueras de Ticul, Yucatán.

En el año 2014, después de una larga dolencia, falleció don Pantaleón, quedando la fábrica en manos de sus hijos, Pedro (apodado “el Malo”) y Jorge (apodado “El Bueno”), ambos muy conocedores del negocio pues trabajaban en él desde tiempo atrás. Ellos tuvieron que vender las tiendas de Mérida y Campeche para afrontar los gastos de hospitalización de su padre. Pedro “el malo” está dedicado a llevar la administración del negocio, es ordenado, muy trabajador y muy exigente también. Jorge “el bueno” se encarga de la producción, es muy agradable, vacilador y goza de popularidad entre los trabajadores. Ellos no son los únicos hijos del difunto don Pantaleón, tienen cuatro hermanos más que tienen sus propios negocios, mismos que fueron concebidos con el dinero de las utilidades que la fábrica iba dejando a su padre; como accionistas de ésta fábrica quieren su parte de la herencia de la empresa u obtener dividendos de las utilidades que genere el negocio. La economía de la empresa no es tan abundante como en sus primeras épocas, se tienen deudas fuertes con los proveedores, los cuales han avisado de no concederles más crédito y restringirles el que actualmente tienen en función a que tienen facturas vencidas y otras por vencer, incumpliendo el acuerdo sobre el período de pago.

Los trabajadores de la organización, admiradores de don Pantaleón e incluso queriéndole como un padre, pues siempre les había ayudado económicamente concediéndoles préstamos sin intereses para la construcción o remozamiento de sus casas, además de que acostumbraba hacerles una comida a la quincena para intercambiar ideas o simplemente fraternizar. Además, la fábrica patrocinaba dos equipos de beisbol en uno de los cuales jugaban los empleados y en otro los hijos de los mismos, quienes han ganado varios campeonatos regionales. La diferencia entre don Pantaleón y sus hijos es muy grande, pues desde su fallecimiento se acabaron los préstamos, las comidas y los patrocinios, generando gran descontento entre el personal, sobretodo en don Poncho, persona muy querida y seguida en la fábrica, quien ha estado charlando con la gente aumentando las inconformidades.

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