Contratación

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Op-Ed: La decisión de un empresario de construir un gran equipo de diseño.

Por Noah Brier

Por tanto tiempo de mi carrera he estado trabajando con diseñadores, y muchas ocasiones dirigiéndolos. Durante ese periodo he pasado mucho tiempo reflexionando acerca de qué es lo que hace a los diseñadores únicos y cuál es la mejor manera de trabajar con ellos. Cuando comenzamos Percolate hace dos años puse esas teorías a prueba y, como hemos mejorado el equipo de diseño, he refinado mi pensamiento.

Hace pocos meses tenía la centésima conversación acerca de cómo pensamos en el diseño en Percolate, y creí que probablemente valdría la pena articular algo de esto públicamente.

En primer lugar, advierto: No soy un diseñador. No puedo hacer nada de estas cosas, por lo que paso demasiado tiempo pensando cómo tener la mayor cantidad de personas con una gama de habilidades que son prioridades en mi lista de cosas que desearía hacer. Dicho eso, abajo echa un vistazo de cómo se me ha ocurrido reflexionar acerca de contratar y trabajar con diseñadores, presentado en cuatro niveles:

Nivel 1: Pintor

Un diseñador de nivel uno es alguien que puede aplicar y evolucionar un sistema de diseño de marca, así como un tono y lenguaje. Son talentosos diseñadores gráficos y tienen buen ojo, pero requieren a alguien más para hacer la arquitectura y otro tipo de experiencia para que puedan llegar hasta el fin y ponerse un abrigo con pintura fresca.

Nivel 2: Ondas

El segundo nivel de diseñador es donde esperamos diseñadores más nuevos en Percolate para poder empezar. Son talentosos diseñadores gráficos de nivel 1 que empiezan a pensar en formatos y, lo más importante, en gráficos.

Diseñar por gráficos se trata de entender cómo el quinto paso en el proceso va a informar los pasos del primero al cuarto. Se trata de dar un resumen o especulaciones y de poder interpretarlo como una entidad viviente que necesita guiar a las personas en un proceso para alcanzar una meta.

La distinción entre un gráfico y un formato es muy importante. Para la mayoría de talentosos diseñadores gráficos, los formatos se presentan muy naturalmente. Se les enseña acerca de jerarquías y de cómo mover el ojo. Los gráficos, sin embargo, comienzan a adentrarse en el significado de un diseñador de producto. En lugar de pensar en imágenes estáticas, un diseñador gráfico piensa a través de la serie de eventos que un usuario completará como parte de la experiencia del producto.

Se trata de dar un resumen o especulaciones y de poder interpretarlo como una entidad viviente.

Nivel 3: Estados

Si el nivel dos se desarrolla naturalmente para la mayoría de los diseñadores que han crecido en un mundo digital, el nivel tres definitivamente no. Los estados son acerca de entender todos los diferentes resultados posibles de una prueba presentada con un producto, y de ser capaz de diseñar para todos ellos. Cosas como errores son obvias, aunque constantemente olvidadas, mientras que actos como escapes y vueltas atrás son mucho menos planeadas frecuentemente.

Para dibujar una paralela, un buen ingeniero piensa en estados. Antes de que escriban una línea de código tienen que comprender todos los diferentes resultados y usar ese entendimiento para diseñar un sistema resistente

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