El Arte En La Revolucion

El arte ha cambiado por toda la historia y durante el período de la revolución de México el estilo del arte allá cambió. Antes de la revolución los artistas usaron el arte europeo como un modelo. Sin embargo, el arte es una manera de expresarse a sí mismo y durante la revolución los mexicanos lucharon por sus ideas diferentes. Las ideas diferentes pueden verse en el arte durante esta época. No hay una definición de arte porque hay muchos aspectos diferentes del arte y durante la revolución mexicana un nuevo estilo del arte apareció.

El nuevo estilo de arte que apareció en México fue los murales. Los tres muralistas del tiempo que fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Cada artista tuvo una técnica diferente para sus murales pero había algunas similaridades también. Por ejemplo, los muralistas usaban su arte para enseñarle a la gente sobre la historia de México y el esfuerzo que el país experimentó. Además los murales mostraron la vida diaria de los mexicanos, algunas de las escenas fueron optimistas como el arte de Rivera mientras que otras obras fueron pesimistas. Por ejemplo, escenas de la pobreza. El arte de este período capturó las emociones y los sentimientos de la gente.

¿Hasta qué punto fue importante la participación femenina en la Revolución Mexicana (1910-1920)?

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EL interés principal en el estudio de la Revolución Mexicana está vinculado a la participación de las mujeres en ésta. No pocas veces, la mujer fue relegada a un papel socialmente secundario. Pero también es cierto que muchas veces, quienes construyen opinión minimizan o ignoran los genuinos aportes de la mujer. En ese caso, trataremos de explorar: 1) el protagonismo de la mujer en la Revolución; y, 2) la justicia que le ha hecho la historia.

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¿Cuál fue el rol de la mujer en la revolución? ¿Qué características tuvo? ¿Cuál fue la reacción de los hombres? ¿Cómo participaron? ¿Qué tipos de actividades realizaron? ¿Por qué fue más notoria la actuación masculina?

El período de estudio sobre este tema es entre losaños entre 1910 y 1920, por tratarse de los años de mayor dinamismo revolucionario, al tiempo que es el período más estudiado.

Resumen de la información encontrada

En México y en muchos otros países americanos, años anteriores a la revolución (1910), predominaba la idea de la superioridad del género masculino.

Las continuas, prolongadas y extendidas revoluciones del período, caracterizan a la vida social muy particularmente: los mexicanos vivían en revolución. Es a partir de la revolución, que la participación social de la mujer es muy evidente y trasciende el área doméstica. Dentro de la vida social revolucionaria encontramos a las mujeres en tres grupos: las viejas, las soldaderas y las maestras y periodistas.

Las viejas eran mujeres que fueron desempeñando dos funciones paralelas, en el hogar y en los cuarteles. En el hogar, las mujeres realizaban las labores cotidianas, como cocinar, lavar y cuidar a los hijos. Las mujeres, en adición a las funciones domésticas, llevaban a los cuarteles canastos con alimentos para sus esposos a la hora del almuerzo. Los militares terminaban de comer y las viejas volvían al mundo exterior. A la hora de cenar regresaban con las canastas nuevamente recargadas.

Cuando los hombres acababan de cenar, algunas se retiraban, mientras que la mayoría se quedaba con sus esposos. Al otro día repetían el ritual. Las viejas eran muchas veces el único contacto que tenían los soldados con el mundo exterior, además de los enfrentamientos con los rebeldes. Para todo hombre era importante tener una vieja, ya que la alimentación en los cuarteles no era buena. También les vendían marihuana, vino y aguardientes, productos prohibidos en los cuarteles; y traían información sobre la revolución.

El segundo grupo es el de las mujeres que tuvieron actividades militares (soldaderas). Se dedicaron a difundir ideas revolucionarias, a espiar, ser correos, curar enfermos, conseguir ayuda para la población civil y colaborar en la redacción de proyectos y planes. Esta función surge en el momento que sus hombres comienzan a viajar. Las soldaderas entonces deciden viajar con ellos y sus niños, corriendo muchos peligros.

El tercer grupo son escritoras y maestras, que dieron a conocer su punto de vista hacia la problemática en el mundo femenino y sus ideas de cambio en la sociedad1. Un buen ejemplo de maestra y periodista es Juana Belén Gutiérrez, nacida en Durango (1875), quien ataca a la religión y pugna por la educación de las mujeres.

Otro ejemplo de periodistas que buscaban la igualdad de los géneros fue Atala Apodaca, maestra revolucionaria quien nos dice en una publicación para la revista Argos:

“Algún día la mujer será convenientemente educada en la libertad… tendrán las mujeres valor e iniciativa individual y el hombre se verá obligado a ser siempre respetuoso con un ser que es su igual, que puede competir con él…”(Apodaca, 1916).

Como mencioné en la Sección B, en México reinaba la idea de la superioridad del género masculino. Como dice Ana Lau Jaiven: “Los positivistas, ponían énfasis en que la vida excluían de un ámbito colectivo más amplio como era el de la política” (Lau Jaiven,1995:88).

Los hombres no querían la emancipación de la mujer. “El razonamiento esgrimido por los constituyentes, eludió la participación femenina durante el período de la lucha y su explicación manifestó el temor de que esas mujeres participaran políticamente como ciudadanas iguales” (Lau Jaiven, 1995:93).

Las “viejas” de alguna manera hicieron que los notaran cuánto dependían de las mujeres (claro que sin aceptarlo), y no sólo eso, también las llevó a tener otro contacto con el ya mencionado “ámbito colectivo”.

Las soldaderas por primeras vez llegaron a tomar posiciones muy parecidas a las de los hombres, hubo hasta coronelas, quienes portaban armas como los hombres y en algunos casos vistieron como ellos.

Las periodistas, de quienes aún hasta nuestros días podemos tener sus publicaciones. Las maestras, muchas de ellas participaron en periódicos de la revolución y éstas fueron las que llegaron a participar en la política. Fueron ellas las que manifestaron los cambios que querían entre hombres y mujeres. Luchaban por el sufragio femenino y la no reelección de presidente. Como había mencionado, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza fue un gran ejemplo (quién llegó a ser encarcelada por sus publicaciones).

Las mujeres con todas estas actuaciones, no sólo dieron un

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