Influencia de la Cultura en la Innovación

Universidad del Rosario

Escuela de Administración

Métodos de Investigación Científica

Laura Vanessa Flórez Torres

Ensayo de Opinión

Profesor: Nelson Alfonso Gómez Cruz

05 de mayo de 2015

La Relevancia de la Investigación Científica en la Administración

Sabemos muy poco, y sin embargo es sorprendente que sepamos tanto,

y es todavía más sorprendente que

tan poco conocimiento nos dé tanto poder.

Bertrand Russell

Desde el inicio de la especie humana, su curiosidad innata ha hecho de la búsqueda de explicaciones que sustenten el origen y causalidad de los distintos fenómenos un imperativo, marcando así un patrón bajo el cual se ha desarrollado la ciencia, y con ella, la sociedad. La necesidad inherente al individuo de entender la realidad circundante es la responsable de la evolución que ha presentado la humanidad a través de la historia; y la ciencia, acompañada de procesos de investigación, exploración y análisis han dado pie para la creación de teorías, leyes y supuestos que conducen al nacimiento de nuevas perspectivas que permiten la invención de bienes que facilitan la vida de quienes tienen acceso a los mismos. De esta manera, la investigación científica genera un impacto directo en el mundo, ya que ayuda al sujeto a entender su realidad para así adaptarse y/o transformarla.

En la realidad que rodea a un individuo no sólo se presentan fenómenos ajenos a lo humano, sino que también se hacen evidentes aspectos relacionados a las relaciones entre personas, y a portentos derivados de esta interrelación como la organización política, cultural y económica de una población; este tipo de sucesos son abarcados por las ciencias sociales, que se encargan realizar investigación respectiva a las relaciones interpersonales en distintos ámbitos. Clasificada por Colciencias como una ciencia social aplicada, la administración es definida por J. D. Mooney como “el arte o técnica de dirigir e inspirar a los demás, con base en un profundo y claro conocimiento de la naturaleza humana” (Guzmán, 1976); lo que nos sugiere que se hace una necesidad latente para el administrador el hecho de comprender en una amplia proporción la naturaleza humana con el fin de realizar una óptima labor. En este ámbito, la investigación científica juega un papel relevante debido a que es una ciencia erigida como tal en el siglo XIX, lo que evidencia que su reciente constitución requiere un arduo estudio que permita la concepción de la administración como un campo de conocimiento en constante cambio, tal como los demás.

Como se mencionó anteriormente, al reconocer la administración como una ciencia social se le relaciona de manera inmediata con las relaciones humanas, lo que trae como consecuencia que la evolución de la sociedad tenga impactos directos en el curso de la planeación, organización, dirección y control de determinadas entidades; es en este punto donde la investigación toma fuerza como un factor que facilita la adaptación a las nuevas condiciones que demarcan fenómenos como la globalización y la hiperconectividad a la que estamos sometidos actualmente. Y aquí surge una idea interesante a partir de un planteamiento realizado por la Asociación Colombiana de Facultades de Administración, en el que “La representación que hace la conciencia del objeto de conocimiento es inherente al sujeto, es decir, esa representación de la realidad de este objeto pertenece a un sujeto en particular, su microcosmos determina la representación que él realiza del objeto” (ASCOLFA Capítulo Antioquia, 2010); en este, la Asociación expone a cada sujeto como un individuo con procesos cognoscitivos únicos, lo que conduce a que la interpretación de una idea en especial se dé de manera distinta en cada ente. Lo mismo sucede con las organizaciones, cada una posee un ‘microcosmos’ en el que cada aspecto se ha configurado de manera irrepetible, y esto nos lleva a que los resultados de la investigación científica en el campo de la administración traigan usufructos distintos en cada compañía, aplicándose los conocimientos adquiridos de maneras completamente diferentes; es decir, los resultados de un solo proceso investigativo pueden ser empleados en distintas compañías y se obtendrán efectos distintos, que contribuirán de una manera u otra a la adaptación de las empresas a su contexto.

Asimismo, es importante resaltar que la investigación científica tiene gran importancia a la hora de la determinación de la estrategia, ya que las decisiones se toman de manera más eficiente a partir de fundamentos que soporten las mismas; por otro lado, y retomando una idea expuesta anteriormente, los estudios realizados acerca de determinada temática relacionada a las ciencias sociales se puede ver marcada por cierta subjetividad en función de la persona que realiza la investigación y su microcosmos, de los factores que analiza y de la relevancia que tienen los mismos para el sujeto. Esto se materializa en un análisis realizado en el año 1999 por Henry Mintzberg, Bruce Ahlstrand y Joseph Lampel, titulado Safari a la Estrategia; en él, los autores describen distintas escuelas que se han generado a través del tiempo en relación a la estrategia. De esta manera, cada una de las escuelas se establece teniendo en cuenta distintos factores, como la definición misma de la estrategia, el proceso mediante el que se planteará, qué se tendrá en cuenta para diseñarla, entre otros; y es así como con base a la investigación nacen  teorías completamente distintas, que nos ayudan a marcar el rumbo que tomará una organización (Mintzberg, Ahlstrand, & Lampel, 1999).

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