LA PARTICIPACIÓN DE LAS PERSONAS EN LA EMPRESA DEL SIGLO XXI

LA PARTICIPACIÓN DE LAS PERSONAS EN LA EMPRESA DEL SIGLO XXI

PATRICIO FLORES F

La permanente búsqueda de la excelencia en todo lo que hacemos y el

mejoramiento continuo, de la calidad del trabajo que a diario realizamos debe

constituir el desafío actual de los gerentes, profesionales, administrativos y de

todas las personas que trabajan en las organizaciones y que desean enfrentar en

mejores condiciones los desafíos futuros. Para el logro de lo anterior, deben estar

ampliamente convencidos que:

“Todo Trabajo sea este productivo administrativo o de servicios, puede y

debe ser constantemente mejorado tras la búsqueda de la Perfección ". Para

alcanzar esto, se requiere de la activa participación de todas las personas y de un

eficiente empleo de los recursos disponibles, lo que traerá como resultado, "Un

Trabajo Productivo y Bienes o Servicios de Alta Calidad, cuya ganancia se

verá reflejada en una atención óptima al cliente y en un permanente y

sostenido crecimiento de la organización".

La clave del éxito está dada por el hecho de que tanto el personal

ejecutante, como el directivo, mediante el contacto permanente con su trabajo,

están indudablemente en óptimas condiciones para realizar valiosos aportes en el

establecimiento de mejoras que en él se puedan introducir.

Para el logro de lo anterior, nos vemos obligados a implementar una

adecuada Gestión del Factor Persona como una forma de generar un ambiente

de trabajo óptimo, por medio de la eliminación definitiva de la burocracia, el

establecimiento de expeditos canales de comunicación e información y la

implantación de un efectivo método de Motivación y Reconocimiento hacia las

"Personas”.

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Al referirnos a la importancia que reviste el contar con un efectivo sistema

de reconocimiento hacia las personas, lo hacemos pensando en lo gratificante

que resulta para quienes superan los estándares preestablecidos, sentirse

reconocidos públicamente e importantes para la organización. El sistema de

reconocimiento es una forma honesta de satisfacer una necesidad de

autorealización inherente al ser humano.

Cuando a las personas, se les muestra sincero agradecimiento por los

logros obtenidos, podemos asegurar que no escatimarán esfuerzos por repetirlos,

generándose así espontáneamente una atmósfera que propenderá positivamente

a la mejora continua de los procesos, esfuerzo en que se encuentran

comprometidas muchas organizaciones a nivel mundial y no tantas a nivel

nacional.

Continuando con esta idea, debemos reconocer que para nadie es un

misterio que el futuro estará caracterizado por lo impredecible y que la empresa se

deberá enfrentar cada vez más a la incertidumbre, aceptando que, lo único "

Permanente es el Cambio ", y que la competencia por los mercados seguirá en

aumento, lo cual junto con las innovaciones tecnológicas y otros cambios en los

gustos y valores de las personas, obligará a las empresas a desarrollar atributos

tales como:

􀁸 Gran flexibilidad para enfrentar el cambio exitosamente.

􀁸 Liderazgo participativo, tras el logro de la eficiencia y efectividad de

los procesos.

􀁸 Autonomía administrativa y técnica para satisfacer las necesidades

de una sociedad no estandarizada, no masiva y cada vez más

exclusiva.

􀁸 Capacidad para operar con segmentos de consumidores y nichos de

mercado como una forma corriente.

􀁸 Tecnología y recursos suficientes, para exceder los requerimientos

de clientes cada vez más exigentes, quienes al poseer gran cantidad

de información, exigen calidad obligando a la empresa a otorgársela.

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Mientras tanto, si damos por aceptado que lo único permanente es el

cambio, debemos inmediatamente pensar que para permanecer en el mercado

con características como las ya descritas y en donde impera la permanente

innovación, se debe luchar por generar una corriente de nuevos productos y

servicios, para lo cual se debe incentivar la creatividad.

Ahora bien, para incentivar la creatividad es necesario, promover la

participación de las personas, las que abrirán sus mentes en la medida que se lo

permitamos, ya sea dando acceso a la información, reconociéndoles su verdadera

importancia para la organización y aceptando el error inteligente.

Lo anterior no se trata solo de una artimaña, en el sentido de hacerles sentir

que su aporte es importante sólo como un formulismo o un cumplido. La

trascendencia del hecho va mucho más allá y tiene una significativa repercusión

en el quehacer organizacional de cualquier empresa, pues, hay que reconocer

objetivamente que: " Las Personas son el Eje Principal de toda Organización".

La firmeza de esta aseveración está respaldada por el hecho que los nuevos

métodos de producción, la innovación, la creatividad y la inventiva, se

encuentran en su cerebro y desde allí la empresa extraerá las ideas y los

métodos nuevos que les permitirán satisfacer en buena forma los

requerimientos de sus clientes.

Por lo tanto, la empresa que desea proyectarse exitosamente al siglo XXI,

debe tener presente que para desarrollar una ventaja competitiva sostenible

en el tiempo y que a su vez sea ampliamente reconocida, no debe escatimar

esfuerzos por desarrollar y fortalecer nuevas políticas, que a la vez conformen un

marco diferente de lo que debe ser la Gestión del Factor Persona, en un medio

con características muy distintas a las actuales y en el cual el ser humano tiene un

papel preponderante.

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EL ENTORNO DEL SIGLO XXI Y LOS PRINCIPALES PROBLEMAS QUE

AFECTAN A LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA NACIONAL

A fines de la década del 90, A. Toffler señalaba que vivíamos la

denominada 3ra. Ola o "Superindustralización" caracterizada por: La permanencia

y Vertiginosidad del cambio; Una incertidumbre organizacional;Una crisis valórica

de identidad.

Todas las organizaciones partiendo por la familia y pasando por las

multinacionales para llegar hasta la empresa más pequeña, fueron y están siendo

impactadas por estas presiones.

Está a la vista de todos, que nuestra sociedad, ha experimentado una

nueva forma de vida representada por: La Biotécnica; La Biogenética; La

Electronización del dinero; La inteligencia artificial.

Actualmente estamos en medio de la tercera Revolución del Conocimiento.

Peter Drucker la llama «La revolución de la dirección de empresas». Sin embargo,

muchos otros autores identifican a esta época como «La era del conocimiento».

Entre otras características, dos son fundamentales.

La primera es que el conocimiento se ha convertido en un nuevo factor de

producción. El trabajo basado en conocimiento desplaza al manual. La actividad

agrícola, que era la única para el 98% de la población del siglo XVIII, pasó a serlo

para menos del dos por ciento a finales del siglo XX.

En cuanto a la segunda característica, el valor de los intangibles de las

empresas crece sin cesar. Estos activos ayudan a desarrollar nuevos mercados,

introducir productos innovadores, y a movilizar las competencias de los

empleados.

Esta realidad, está obligando a la Alta Dirección de las empresas y

organizaciones a replantear sus germanamente y tradicionales estilos de Gestión

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y prestar mayor atención al Factor Persona, a la Calidad de bienes y servicios

y a la necesidad de adaptarse al Cambio, reorientando el rumbo, como una

forma de anticiparse a las exigencias de los tiempos actuales.

Si frente a este espectro colocamos a los tradicionalistas y formales

gerentes cortoplacistas, estamos en condiciones de aseverar que las empresas

que ellos dirigen van al más rotundo de los fracasos, arrastrando tras de sí a su

principal activo: "Las Personas".

Hay que reconocer entonces, que las formas organizativas, los métodos o

procedimientos que antaño nos proporcionaron éxitos, muestran frente a esta

realidad una marcada ineficiencia, porque no siempre se han adaptado a estos

grandes cambios.

Para sobrevivir a los impetuosos cambios a que estamos sometidos, es

conveniente reestudiar y examinar los modelos organizacionales sobre los que

descansan nuestras actuales organizaciones.

En este sentido es preciso considerar los tres problemas más

comunes que afectan a las actuales organizaciones.

1. Mal agrupamiento organizativo.

2. Excesiva dependencia de la jerarquía máxima.

3. Creer que las organizaciones más grandes son las más eficientes.

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1. MAL AGRUPAMIENTO ORGANIZATIVO

Las estructuras organizativas en casi todas las empresas han sido

concebidas para producir en forma repetitiva unos cuantos tipos de decisiones

básicas.

Según el sistema burocrático tradicional, las organizaciones que se dan las

empresas es más o menos la siguiente:

Como los problemas son repetitivos y limitados, optamos por ajustarlos en

las unidades orgánicas preestablecidas.

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