LIDERAZGO
mdespriella0116 de Marzo de 2014
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LIDERAZGO
1. ¿Qué es un líder?
2. ¿El líder nace o se hace?
3. Visión de futuro
4. Liderazgo en cualquier puesto de trabajo
5. Liderazgo en la propia vida
6. Características básicas del líder
7. Características complementarias del líder
8. El antilíder
9. Líder carismático
10. Persona de acción
11. Aceptar el cambio
12. Correr riesgos
13. Aprendizaje
14. Tomar decisiones
15. Modo de actuar
16. Autoridad versus persuasión
17. Empleo del miedo
18. Entorno laboral
19. Comunicación
20. Pequeños detalles
21. Trabajo en equipo
22. Conflictos dentro del equipo
23. Relación con los empleados
24. Motivación
25. Fijar metas
26. Descentralización
27. Sistemas de medición
28. Premios
29. Crisis
30. Dificultades del líder
31. Herencia
1. ¿Qué es un líder?
El líder es aquella persona que es capaz de influir en los demás.
Es la referencia dentro de un grupo (ya sea un equipo deportivo, un curso
universitario, una compañía de teatro, el departamento de una empresa,
etc.).
Es la persona que lleva "la voz cantante" dentro del grupo; su opinión es
la más valorada.
El liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que se ocupa:
Una persona puede ser el jefe de un grupo y no ser su líder y, al
contrario, puede ser el líder sin ser el jefe.
El jefe decide lo que hay que hacer en virtud de la autoridad que le otorga su
posición jerárquica.
El líder, sin disponer necesariamente de esta autoridad jerárquica, tiene
también capacidad de decidir la actuación del grupo en base a la influencia
que ejerce, que viene determinada por la "autoridad moral" que ejerce sobre
el resto del equipo.
A los miembros del grupo les inspira confianza saber que al frente del mismo
se encuentra el líder.
Lo que caracteriza al líder es su habilidad para conducir equipos:
Consigue que cada miembro trabaje y aporte lo mejor de sí mismo en la
lucha por alcanzar un objetivo común (sea ganar el campeonato, mejorar los
resultados de la empresa, ganar las elecciones políticas, etc.).
Además de esta capacidad innata para gestionar equipos, el líder se
caracteriza también por su visión de futuro.
Es una persona que mira al largo plazo, que marca unos objetivos muy
ambiciosos para la organización y que consigue ilusionar a su equipo en la
búsqueda de los mismos.
El líder anticipa los cambios, se adelanta a los competidores.
Una persona que no tuviera esta visión de futuro podría ser un buen gestor,
un buen coordinador, pero nunca un auténtico líder.
En las metas que plantea el líder persigue tanto el bien de la empresa
como el particular de cada uno de sus miembros.
Consigue así que las personas se identifiquen con las metas marcadas,
que las hagan propias y luchen por ellas con todo el empeño.
Una persona a la que tan sólo le preocupara su bienestar futuro difícilmente
podría ser el líder de una organización. Esta terminaría por rechazarlo.
Una vez que el líder tiene definida su visión de futuro, luchará con
auténtica pasión para lograr los objetivos.
El líder representa para el resto del grupo un auténtico ejemplo de
dedicación, de entusiasmo y de coraje.
Una persona que tuviera una gran visión de futuro pero que careciese de
capacidad de ejecución podría ser un buen estratega, pero nunca un líder.
Por último, hay que señalar que no es líder quien quiere sino quien
puede.
Para ser líder hay que tener unas cualidades personales muy sobresalientes
que no todo el mundo posee.
Algunas personas poseen esas cualidades de manera innata, aunque
también se pueden adquirir a través del aprendizaje y de la experiencia.
2. ¿El líder nace o se hace?
Es una pregunta que surge siempre que se aborda el tema del liderazgo.
La opinión generalizada es que hay líderes que nacen con capacidades
innatas y hay otros que se van formando en su desarrollo profesional.
Las habilidades innatas favorecen el desarrollo del líder, pero a veces
resulta más determinante la formación que uno va adquiriendo y la
experiencia que va acumulando.
Hay técnicas de liderazgo, de toma de decisiones, de conducción de
equipos, de motivación, de comunicación, etc. que el líder tiene que
conocer y dominar.
Hay que señalar la importancia de asistir a seminarios sobre liderazgo, así
como la lectura de libros sobre la materia.
También es de gran utilidad conseguir un feed-back del grupo para ver qué
se está haciendo bien y donde hay que mejorar.
El ir asumiendo responsabilidades, tomando decisiones, solucionando
problemas, haciendo frente a situaciones difíciles, permitirá ir forjando a
un auténtico líder.
Por este motivo, no es bueno "superproteger" a las personas en su
desarrollo humano y profesional. Es importante que desde pequeño vayan
conociendo el valor del esfuerzo, que se vayan enfrentando a ciertas
"dificultades", en definitiva, que aprendan a desenvolverse por la vida.
Hay que favorecer que los empleados vayan asumiendo competencias
y que se vayan acostumbrando a enfrentarse a problemas. Se trata de irlos
preparando para que en un futuro sean capaces de tomar las riendas de la
organización.
La preparación y la experiencia son aspectos que hay que cuidar en la
formación de toda persona y es conveniente empezar a hacerlo desde su
juventud, para ir desarrollando sus capacidades de liderazgo.
Otro aspecto esencial para poder ejercer un buen liderazgo es conocer en
profundidad el terreno en el que uno se mueve.
El líder de una empresa puede jugar un papel secundario en un club de tenis
(por ejemplo) del que sea socio si sus conocimientos de este deporte, de
cómo funciona su entorno, etc., es limitado.
No obstante, el líder no tiene porque ser un especialista en la materia,
pero si tendrá que tener una formación sólida e integral, que le permita
tener ideas muy claras y un conocimiento global de la actividad que
desarrolla (sea ésta empresarial, deportiva, cultural, etc.).
El liderazgo se basa en un reconocimiento espontáneo por parte del
resto del equipo, lo que exigirá dar la talla, estar a la altura de las
circunstancias. Si el grupo detecta en él carencias significativas terminará
por rechazarlo.
Los subordinados entienden que el líder no tiene por qué conocer hasta el
último detalle de cada asunto (para eso están los expertos), pero sí esperan
de él un conocimiento suficientemente sólido.
3. Visión de futuro
En un mundo tan cambiante como el actual tan sólo sobreviven
aquellas empresas que saben adaptarse a los cambios con rapidez.
Y el saber anticiparlos, el ser capaz de tomar la iniciativa, constituye una
ventaja competitiva de primer orden y permite que la empresa gane
posiciones.
El líder tiene la habilidad de adelantarse a los acontecimientos.
El líder se caracteriza por esta capacidad de "ir por delante", de prever
los movimientos del sector. Ello le permite ir tomando las medidas oportunas
para que la empresa se encuentre siempre en primera línea.
Esta capacidad estratégica es captada por el grupo y en ella se basa gran
parte de la confianza que éste deposita en su líder, en la medida en que
entiende que su futuro se encuentra en buenas manos.
El líder se preocupa del corto plazo de la empresa, pero también, y muy
especialmente, del largo plazo.
El líder no es una persona que en un momento dado tiene una idea
"mágica", sino que su manera habitual de funcionar es mirando siempre
hacia delante, señalando nuevos retos, fijando nuevas metas.
Es una persona inquieta, inconformista, soñadora, pero que consigue
materializar sus sueños: tiene una confianza ciega en llegar a lograr sus
objetivos.
El líder es seguido por el equipo porque genera confianza; su visión de
futuro es exigente, pero creíble y motivadora: genera entusiasmo.
El futuro que el líder defiende conlleva objetivos difíciles pero
alcanzables. Si su idea de futuro fuera meramente utópica nos
encontraríamos ante un lunático, no ante un líder.
Su visión de futuro genera un fuerte consenso dentro de la
organización.
Debe ser un futuro que busque el bien de la empresa, pero también el
de cada uno de sus empleados. Si no fuera así, difícilmente conseguiría el
respaldo del grupo, y sin este respaldo difícilmente podría alcanzar sus
objetivos.
Por ejemplo, si el gerente de una empresa busca maximizar el beneficio a
base exclusivamente de recortes de gastos (incluyendo reducciones de
plantilla) no es probable que genere excesivo entusiasmo entre los
empleados (el interés de la empresa chocaría con el particular de cada
...