La Gerencia En El Contexto Globalizado Del Siglo XXI

En la antesala de la primera guerra mundial, la mayoría de las personas en el mundo desarrollado se ganaban la vida de una de tres formas: servicio doméstico, agricultores o trabajadores de cuello azul en empresas de manufactura. Hoy en día, las tres han casi desaparecido para ser reemplazadas por trabajadores “gerenciales y profesionales”.

Gracias a la gerencia, por primera vez en la historia se pueden emplear un gran número de trabajadores del conocimiento, capacitados, haciendo trabajo productivo con objetivos en común. Ingenieros, diseñadores, expertos en mercadeo, economistas y otros pueden trabajar en forma efectiva, bajo la gerencia de la empresa.

La gerencia y la empresa moderna son posibles gracias a la base de conocimiento que las sociedades desarrolladas han construido. Por otro lado, es la gerencia moderna la que hace que este conocimiento, y la gente que lo posee, sean efectivos. El conocimiento se ha convertido en el verdadero capital de cualquier economía, y se ha convertido en el centro de la inversión de capital.

Es indudable también que la revolución industrial (siglo XIX) trajo consigo además del gran salto en la masificación de la producción problemas respecto al caos en lo referente a la organización de las industrias que estaban en crecimiento, en este sentido el aprovechamiento inadecuado de los recursos con los que contaban las empresas, así como también una completa disociación del factor humano con los objetivos del conglomerado empresarial (deshumanización de las operaciones).

En este mismo orden de ideas, conforme crecían exponencialmente las industrias de la mano también se desarrollaba la labor gerencial como garante, por así decirlo, de la buena gestión de los recursos. Cabe destacar que la función esencial de la gerencia se ha mantenido en el tiempo: facilitar a las personas trabajar en conjunto, al darles objetivos y valores comunes, la estructura adecuada, y el desarrollo y entrenamiento continuo que les permita ejecutar y reaccionar ante los cambios.

Sin embargo, es a partir del XX cuando gracias a los trabajos realizados por los llamados pioneros en los estudios de las ciencias gerenciales, se enrumban de manera más organizada las operaciones de las organizaciones, dándole otro enfoque al rol del gerente como tal, dotándole de argumentos con base científica que permitieron ponderar de forma tanto cualitativa como cuantitativa los distintos escenarios a los que se enfrentaban en el contexto de la época.

Uno de estos pioneros fue Frederick Winlow Taylor, quien desarrolló la llamada escuela de administración científica, preocupada por aumentar la eficiencia de la industria a través, inicialmente, de la racionalización del trabajo operario, enfocándose como se dijo anteriormente en el uso adecuado del tiempo de trabajo a través de estudios de movimiento, donde pudo detectar con precisión cuales eran los movimientos que no aportaban valor, logrando depurar a tal punto que dio un gran impulso a la productividad tanto del trabajador como el de uso de las maquinas. Aun hoy en día, sus estudios prevalecen en las organizaciones, ya que es de vital importancia el adecuado uso del tiempo a través de la aplicación de los postulados desarrollados por Taylor.

El otro era europeo, Henri Fayol, desarrolló la llamada teoría clásica preocupada por aumentar la eficiencia de su empresa a través de su organización y de la aplicación de principios generales de la administración con bases científicas. A pesar de que ellos no se hayan comunicado entre sí y hayan partido de puntos de vista diferentes y aun opuestos, lo cierto

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