La organización emocionalmente inteligente (resumen)

SÍNTESIS: LA ORGANIZACIÓN EMOCIONALMENTE INTELIGENTE

 CAPÍTULO 12. EL PULSO DE LA ORGANIZACIÓN

El caos emocional que provoca la diferencia notoria entre la visión general de una empresa y su realidad manifiesta, puede ir desde el cinismo en defensa propia hasta el enojo e incluso la frustración. Las empresas dónde productividad se establece incumpliendo los valores implícitos de sus empleados acaban pagando un elevado precio emocional que se traduce en una pesada carga de vergüenza y de culpa que afecta gravemente su desempeño. 
La empresa emocionalmente inteligente debe conciliar los posibles desacuerdos que puedan surgir entre los valores que proclama y los que forman parte de su práctica cotidiana. Porque la transparencia sobre los valores, el espíritu y los objetivos de una empresa propician a crear un clima de confianza en la toma de decisiones dentro de ésta. 
La formulación evidente de los objetivos de una organización cumple con la función claramente emocional de manifestar la sensación compartida de bondad que nos permite sentir que lo que estamos haciendo merece la pena.

Pero el hecho de llegar a averiguar cuáles son esos valores compartidos requiere un equivalente al autoconocimiento emocional. Al igual que cada persona cuenta con un perfil característico con puntos débiles y así mismo fuertes, en diferentes áreas de competencia y también cuenta con un respectivo grado de conciencia al respecto, lo mismo ocurre con las empresas. Afigurandolo de esa manera, el perfil de fortalezas y debilidades propias de una empresa se manifiesta también en cada uno de los diferentes niveles, desde la dirección hasta la más pequeña unidad del equipo de trabajo. 
Sin embargo, son muy pocas las empresas que en realidad son conscientes en cuanto a ella se refieren. Y aunque existan algunas que crean que tienen todo bajo control, ya sea por retroalimentaciones, encuestas de satisfacción, medir el nivel de compromiso de los trabajadores, resulta que su realidad es otra pese a todo los esfuerzos que realizan, todo eso es escaso en cambio a lo que realmente requieren.

Podemos identificar esto con algunos indicadores o >>lagunas<<, como se refiere el encargado del departamento de relaciones humanas M. Gowing que tienen como fin analizar las formas de mejora de una empresa así como diagnosticar ciertos errores en la forma en la que actuan dentro de ella, citadas de esta manera:

• Conciencia emocional de sí mismo: Comprensión clara del impacto del

clima emocional sobre la eficacia laboral.

• Logro: Examinar el entorno en busca de datos importantes y nuevas

oportunidades para la empresa.

• Adaptabilidad: Flexibilidad para afrontar los desafíos y obstáculos que

vayan presentándose.

• Autocontrol: Actuar eficazmente bajo presión en lugar de dejarse

llevar por el pánico, el enojo o la alarma.

• Integridad: Fiabilidad que genera confianza.
• Optimismo: Resistencia ante los contratiempos.
• Empatia: Capacidad para comprender los sentimientos y puntos de vista

de los demás, ya se trate de consumidores, clientes o los propios empleados.

• Aprovechamiento de la diversidad: Utilizar las oportunidades que nos brindan las diferencias o errores.
• Conciencia política: Comprensión de las tendencias económicas,

políticas y sociales del contexto actual.

• Influencia: Destreza en el uso de las estrategias de persuasión.
• Establecimiento de vínculos: La fortaleza de los vínculos que se establecen entre los trabajadores y las distintas áreas de una organización.

Todas las empresas y organizaciones cuentan de una zona de experiencia colectiva —una zona en la que los integrantes comparten los sentimientos y la información— que permanece inadvertida y que nos hace caer en el abismo de una especie de punto ciego organizativo dentro de ésta. Las zonas con falta de atención resultan sumamente peligrosas, por el hecho de que ese punto ciego puede resultar un punto fuerte en contra de las fortalezas colectivas.

Las reglas, tambien juegan un papel muy importante dentro de la familia empresarial, conllevamos con ellas el pensamiento de un mal actuar y de las consecuencias que puede acarrear si no las regulamos. Se puede contribuir de dos maneras dependiendo del actuar de los integrantes de la familia; pueden llevar a resultados positivos y al éxito asegurado ó a resultados negativos y a un camino de frustraciones y enredos grupales, cualquiera de las dos gracias a la contribución de sus integrantes.

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