Los mercados emergentes.

Mercados emergentes

Un país con una economía emergente es aquel que comienza a crecer con su propio nivel de producción industrial y sus ventas al exterior. De esta manera, aparece como competidor de otras economías más desarrolladas. Estas, se caracterizan por un mercado interno en expansión, altas tasas de crecimiento en su industrialización y mayor potencial exportador; pero también por varios factores de riesgo, tales como inestabilidad política, corrupción, volatilidad económica, fluctuaciones de capital, entre otros.

Estos mercados están adquiriendo cada vez mayor importancia en el contexto económico mundial; e incluso podrían convertirse en las siguientes potencias económicas dado que, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional, se prevé que el PIB global de los mercados emergentes podría superar al de las economías desarrolladas.

A partir de la reciente crisis financiera internacional, se ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los países con mercados emergentes. Esto se debe a que sus modelos de crecimiento están basados en el desarrollo de las grandes naciones que compran sus productos.

Debido a la gran cantidad de elementos que pueden influir en el potencial de una economía, existen varias categorías de bloques consideradas como emergentes tales como el grupo denominado Next Eleven (N11), dentro del cual se encuentran Bangladesh, Corea del Sur, Egipto, Filipinas, Irán, Indonesia, México, Nigeria, Paquistán, Turquía y Vietnam. 

Las características que la han dado a México la singularidad de emergente son su bono poblacional, su la capacidad exportadora y sobre todo su creciente industrialización manufacturera

No obstante, lo anterior no ha podido reflejarse en altas tasas de crecimiento para el país, ya que México presenta un aumento en el PIB del 2%, cifra que se encuentra por debajo de la tasa de crecimiento de la mayoría de las economías emergentes (la cual oscila entre el 4 y 5%) e incluso inferiores al promedio mundial. Además, se ha perdido competitividad a nivel internacional debido a la insuficiencia de infraestructura, mala calidad de las instituciones, rezagos en la formación de recursos humanos, insuficiencia de financiamiento industrial, entre otros elementos.

Sin embargo, aunque algunos de los problemas de nuestro país podrían resolverse con las reformas estructurales, la falta de crecimiento es un tema más profundo que deriva del modelo económico por sí mismo, pues la política económica se ha orientado principalmente a mantener la estabilidad y no a fomentar su crecimiento. Es decir, que se ha confiado en que el mercado generará un gran desarrollo en base al comercio y a la inversión extranjera, aun cuando no se han creado suficientes mecanismos de transmisión de conocimientos, ni incentivos para articular cadenas productivas o industrias de alta tecnología.

Es indispensable para México comenzar un proceso de industrialización que requiera incrementar los incentivos al crédito privado para fortalecer al sector industrial, generando con ello políticas para integrar todos los sectores económicos. Así mismo, se requiere implementar mecanismos que permitan dinamizar el mercado interno con el fin de fortalecer una industria que no sea dependiente del sector externo.

Este proceso se tendría que dar en un contexto macroeconómico y político propicio, donde se puedan cimentar las bases para mejorar el sistema educativo y la infraestructura pública, de acuerdo con las necesidades del país y del sector secundario.

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