NEGOCIACION

VOCES QUE CALLAN AL OTRO LADO DEL CRISTAL

Si escuchamos los relatos que cuentan los niños en la actualidad en ciudades o sitios rurales sabemos que a no ser que hablemos del medio oriente nada tiene comparación al imaginar los relatos de los niños que vivieron en la época que cuenta el libro de la autora Daniela palumbo1- “Carlo, quien adoraba ver trenes, en donde decide usarlos como escondite y Hannah, que desde que se han llevado a su hermano, dedica las noches a contar estrellas; Émeline, que no quiere llevar la estrella amarilla cosida en el abrigo; Dawid, huido del gueto de Varsovia con su violín”.

En una Europa destrozada por leyes racistas, viven en carne propia el horror de la deportación en el interior del holocausto nazi al tener que huir, correr, esconderse y ser tratados de una manera indiscriminada ellos y sus familias por ser judíos.

Al preguntarnos qué paso verdaderamente, cuantos judíos murieron en realidad en esa cámara de gases, (el museo del Holocausto de Buenos Aires Shoah Museum) afirma: “que fue un asesinato planificado de seis millones de judíos la Institución cuenta como parte fundamental de su acervo patrimonial los testimonios de cientos de sobrevivientes de la Shoa que lograron rehacer sus vidas en este país luego del inmenso dolor y la tragedia de aquellos años” lo que hicieron los alemanes fue una enorme aberración de proporciones inimaginables y no existen palabras para describir el enorme daño que le hicieron a la humanidad en su totalidad sin duda alguna este es uno de los momentos más devastadores y crueles en la historia de la humanidad en el siglo XX.

Encontramos hoy día testimonio verbal de sobrevivientes y escritos dejados por aquellos menos afortunados que no lograron superar la brutalidad ejercida por el régimen nazi impuesto a través de la fuerza y el horror.

Raquel Gedallovich, de origen checo, reside en Cali, pertenece a la última generación de sobrevivientes del Holocausto, afirma:

En 1944 llegué con mis padres y mis dos hermanos a Auschwitz después de un largo recorrido en un tren de carga en condiciones inhumanas; al llegar me separaron de toda mi familia, mi madre, angustiada, le preguntó a un soldado nazi que cuándo me volvería a ver, a lo que él respondió “mañana”. El mañana nunca llegó, no era consciente de que existían los crematorios, veíamos humo a lo lejos y recuerdo que le jefa de nuestro bloque, que era judía, nos decía que esos eran nuestros hermanos. Nunca le creí.

A sus 13 años entendía poco de lo que vivía como prisionera en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz. De http://www.bbc.co.uk/mundo/

Algunos han dicho que los muertos del Holocausto no fueron más de 150.000 y no seis millones. Que Alemania quemaba los cuerpos como medida para combatir la cólera y la tifoidea, es decir, quemaban incluso los cuerpos

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