Paradigmas en el pensamiento administrativo

PARADIGMAS EN EL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO

SEBASTIAN CALERO JIMENEZ

DOCENTE

CARLOS ALBERTO POLANCO

UNIVERSIDAD DEL VALLE

DESARROLLO SOSTENIBLE

SEDE TULUA

       2019

PARADIGMAS EN EL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO

La sociedad viene siendo escenario de numerosas transformaciones en varios aspectos: a nivel económico, social, político, cultural e ideológico. Esto se puede conllevar a una corriente de capitalismo histórica marcada por el auge de la racionalización, por la acumulación del capital, por la obsesión del progreso y el cambio tecnológico. Este nuevo tipo de sociedad, permanece en un constante movimiento y promueve la abundancia de organizaciones formales.

A continuación, se presentarán cuatro grandes paradigmas que han influido enormemente en la evolución de la ideología administrativa hasta estos tiempos.

PARADIGMA CLASICO O TRADICIONAL: Se caracteriza por su sistema de línea de operatividad, busca una mayor productividad y eficiencia del trabajo, así como un encuentro con los factores sociales del mismo. Apunta a lograr la máxima eficiencia ubicando a la persona correcta en el puesto correcto, basándose en las cualidades y conocimientos de cada trabajador, determinando así el lugar donde mejor encajaría dentro de los marcos organizacionales.

El economista y filósofo Adam Smith nos plantea una idea de división del trabajo, conjuntamente con la especialización y, esta concepción sigue presente en la dirección del trabajo y la separación de los roles en la empresa hasta los tiempos actuales, puesto que esto se presenta como uno de los procesos más decisivos y con mejores beneficios para todos.

Otro aporte de Smith es la idea del mercado, este no está regulado por ningún ente centralizado, pero sí por una “mano invisible” que se crea de la disyunción moral egoísta del individualismo de las personas en su búsqueda de beneficios personales.

Pasando de la idea de división del trabajo de Smith, nos encontramos con otro grande en la materia: Frederick Taylor, ingeniero y economista que nos plantea una visión más mecánica sobre el trabajo, pues este afirma que es posible estudiarlo de forma científica mediante la desintegración de sus elementos, lo cual permite identificar los movimientos innecesarios de este, las herramientas inadecuadas y los puestos de trabajo mal diseñados y distribuidos. Aquí brota una idea de racionalización del trabajo a través del mejoramiento de su proceso y diseño, permitiendo analizar la forma cómo un es llevado a cabo eliminando etapas innecesarias; esto permite pactar esquemas de trabajo a través de técnicas basadas en la ingeniería industrial.

Henry Fayol; Define la administración como un proceso, que en sí requiere una ejecución con una serie de funciones, describe las actividades administrativas y las fija en tres elementos fundamentales: organizar, dirigir, coordinar y controlar. Fayol deseaba cambiar la forma de dirección presente en las empresas de su tiempo, identificó una serie de operaciones fundamentales en las empresas, que en esos momentos no habían sido resaltadas administrativamente y mucho menos implementadas.

Adentrándonos en la teoría administrativa desde un ámbito social, Max Weber nos plantea un “tipo de organización ideal”, la cual tiene fundamento en fenómenos sociales. Su planteamiento se entiende la dominación como una probabilidad de encontrar obediencia bajo un mandato determinado entre ciertas personas. La obediencia de un trabajador para con su patrón, va ligada al tipo de carácter con el que su dominante lo infiera. La burocracia se ordena en la forma racional de ejercer la autoridad con precisión, disciplina y confianza.

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