Perspectiva de género en el área de negocios en México

Perspectiva de género en el área de negocios en México

La participación de la mujer en el mercado laboral en México ha demostrado sus capacidades de liderazgo y al favorecimiento de la diversidad empresarial, así como mejores y nuevas perspectivas para la resolución de problemas.

Durante los últimos años se ha incrementado de manera importante la participación emprendedora femenina en todo el mundo. En el caso de México, las mujeres han aumentado su presencia en el ámbito empresarial durante los últimos 20 años; esto es evidente en un acceso más fácil a la educación de las mujeres, aumento en la participación en el mercado laboral, presencia en el sector de servicios, contribución dentro del desarrollo económico internacional y nacional, y cambios estructurales en la familia y en la sociedad, sólo por mencionar algunos. Sin embargo existen contradicciones y dilemas que no permiten un reconocimiento total a los derechos de las mujeres como lo son la discriminación, relaciones asimétricas, estereotipos y prejuicios. Los factores socioculturales que afectan al desarrollo personal y profesional de la mujer no permiten que exista la equidad y una correcta inserción social.

Estructura

Argumentos a favor

1. Las mujeres adquieren capacidades y conocimientos adecuados para el mundo empresarial con un fácil acceso a la educación.
2. Adquisición de nuevas actividades empresariales al haber más participación femenina en el mercado laboral.
3. El aumento en la participación de las mujeres en la economía contribuye a u aumento significante en el ingreso.

Argumentos en contra

1. Existe una fuerte discriminación hacia las mujeres dentro de las áreas de educación y la ciencia, su acceso a éstos es limitado.
2. Dentro del mundo laboral, las mujeres sufren de discriminación y se limita su participación únicamente a tareas del hogar.
3. Dentro del ámbito científico y económico, la participación de las mujeres es pobre.

Postura personal

1. La educación es una gran herramienta para que las mujeres puedan obtener acceso a conocimientos para la formación dentro de los negocios, lo que se traduce en desempeño y crecimiento empresarial.
2. Al mismo tiempo la educación sirve para el establecimiento de políticas que favorezcan la equidad de género en el ámbito empresarial y de negocios.
3. La actividad empresarial con propiedad de mujeres representa un importante aporte económico para el país.

De acuerdo con María Elena Camarena Adame y colaboradores (2014), el género es empleado para asignar roles entre hombres y mujeres, y marcar las diferencias sociales que existen entre ellos. Abarca desde las perspectivas sociales hasta la sexualidad dentro de la misma sociedad. Para José Luis Estrada, Angélica Mendieta y Braulio González (2016), las diferencias biológicas entre mujeres y hombres crean estructuras sociales que marcan oposiciones y/o rivalidades entre ambos sexos, lo que origina lo que hoy se conoce como género; estos roles sociales implican acciones, creencias y comportamientos que cusan diferencias y deterioro en los derechos. La Asociación Civil Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT, 2019) menciona que el género permite que las mujeres puedan tener derecho al conocimiento, con ello no se garantiza que la ciencia sea desarrollada por hombres o mujeres, sino que las investigaciones serán más enriquecedoras y completas si ambos grupos son tomados en consideración.

Dentro de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se debe incluir el género, ya que dentro del área laboral y de negocios, una integración equilibrada y diversa permite la existencia de un mejor aprovechamiento de los recursos humanos dentro de las empresas. Las mujeres que laboran en economías en desarrollo, lo hacen de manera informal; debido a esto, el trabajo formal no tiene conocimientos sobre las realidades en las que se encuentran las mujeres y cómo es que dentro de la sociedad operan los privilegios, el poder y la construcción social del género. La Responsabilidad Social de Género (RSG) contempla la integración del enfoque del género, principalmente en la diversidad e igualdad de género, operaciones comerciales empresariales y establece grupos de interés para dar conocimiento de expectativas y demandas, así como el desarrollo de políticas de género que permitan un mayor rendimiento, eficiencia y productividad económica. El incorporar el RSG al RSE es una nueva estrategia de administración empresarial, ya que se puede reinterpretar las relaciones de una empresa con sus grupos de interés enfocados al género. Establecer e incorporar la ética e igualdad en las relaciones de trabajo entre agentes externos y empleados garantiza una oportunidad para el desarrollo de los negocios (Velasco & et al. 2015).

Las mujeres padecen de una constante discriminación laboral, y se les califica como incapaces de poder realizar actividades en el mundo de los negocios, uno de los pensamientos más arraigados es que las mujeres deben ejercer su rol doméstico, como cuidadora y madre. Dentro del ámbito económico y científico, las mujeres cuentan con una pequeña minoría y retrasada, al igual que en el área de la política. La equidad de género está limitada y controlada por los estereotipos de género, al igual que en lo político, científico, social y cultural la disparidad es quien manda (Estrada & et al, 2016).

Actualmente dentro de los emprendedores, los hombres siguen siendo mayoría a pesar de que las mujeres han tenido una participación muy importante dentro del área de los negocios desde 1990; sin embargo las mujeres continúan teniendo dificultades para tener acceso a créditos, hecho que limita su desempeño y crecimiento. Otros de los aspectos que afectan el desempeño de negocios dirigidos por mujeres son la educación, tiempo y razones personales, aquellas mujeres emprendedoras que cuentan con una carrera universitaria tienen mejor desempeño empresarial que las que no cuentan con mayores estudios; el tiempo dedicado al negocio es menor en las mujeres que en los hombres; y debido problemas personales o familiares, los negocios de las mujeres no pueden expandirse más allá de sus límites (Elizundia, 2015).

En México, a principios de la década de los 80, sólo se hablaba de la problemática del género cuando de estudios de género ser trataba. No es hasta 1992 cuando comenzaron a tener mayor peso las investigaciones respecto al género dentro de la teoría social de forma general. La promulgación de los derechos humanos internacionales, en 1948, se puede reconocer por fin la igualdad de género; en cambio, es hasta 1974 en México cuando se inician con las primeras promulgaciones para el fomento de la igualdad de género y el respeto de los derechos de las mujeres. En México sigue existiendo una cultura tradicionalista y de roles establecidos, a pesar de que más mujeres concluyen sus estudios superiores continúan ejerciendo labores domésticas, cuidado de hijos y soporte familiar. Estos hechos impiden la adquisición de experiencia para dirigir exitosamente un negocio, como consecuencia los negocios operados por mujeres tienen un menor desempeño que negocios dirigidos por hombres. También se estima que los negocios que eligen las mujeres a operar son menos redituables, ejemplo de ello son los servicios y comercios (Camarena & et al, 2014; Elizundia, 2015).

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