Primero veremos la industria, la tendencia nos dice que los estudios tenían mayor éxito con animaciones hechas por computador.

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Integrantes:

Matías Hernández

Diego Villalobos

Primero veremos la industria, la tendencia nos dice que los estudios tenían mayor éxito con animaciones hechas por computador. Los estudios más exitosos eran sin duda Pixar y Dreamworks con ingresos por sobre los 537 y 317 millones promedio por película respectivamente, es más, si solo consideramos las animaciones por computador de Dreamworks sus ingresos ascendían a 492 millones promedio por película, muy por sobre los 270 promedio de la películas de dibujos hechas por Disney incluye a algunos de sus grandes éxitos como Tarzan, Aladin o El Rey León. Sin duda adquirir la tecnología para crear esta animaciones era crítico para los años siguientes, ya que era altamente probable que en definitiva reemplazarán por completo a los dibujos hechos a mano, no solo por una preferencia del público sino además por los costos y tiempos que implican (principalmente por los dibujantes).

Entonces no cabe duda que se debía adquirir esta tecnología, ¿Pero de qué modo? Disney tenía un acuerdo de exclusividad con Pixar a punto de vencer, que le permitía a Disney gozar de las creaciones de Pixar, los costos se compartían de forma equitativa y Disney se encargaba de la distribución y el marketing. Durante estos años Pixar adquiere un prestigio único podría perfectamente operar como estudio independiente una vez finalizado el contrato o en su defecto vender sus servicios a la competencia (a pesar de Disney tenía participación del estudio). Adquirir Pixar era crítico entonces, pero detrás de ellos estaba Steve Jobs y toda una plana de creativos con una cultura muy distinta a la Disney, que podría huir tras la compra o simplemente les será imposible adaptarse a un gigante corporativo como Disney. Pero además de lo anterior, hay que considerar que el precio que adquirió el estudio era muy alto y por ende se ponía en juego la rentabilidad que se podría obtener de él. Los analistas calculaban el precio de compra y las eventuales películas que se podían hacer con el estudio, el tema es que Disney no solo hace películas, como se dijo anteriormente es un gigante corporativo que incluye además del cine, a parques temáticos, infinito merchandising que surge a partir de sus personajes más emblemáticos, series de tv y una serie de beneficios que surgen a partir de poseer el derecho de un personaje exitoso, las otras divisiones y subsidiarias de Disney poseían en su sumatoria un mayor ingreso que su contenido creativo y por ello sin duda debían ser consideradas en el estudio de rentabilidad.

Volviendo a lo mencionado anteriormente Disney opera en más de una industria y Pixar dependiendo de desde cual de todas ellas se mire será un competidor directo o un proveedor. Dada la envergadura de Disney y la importancia de Pixar para sus operación en el futuro diremos que esta adquisición representa una integración vertical donde Pixar sería el proveedor de contenidos a través de sus películas (pero además en el desarrollo de tecnología que solo Pixar tenia y en el usufructo de sus personajes en sus parques y otros medios como televisión, eventos, juguetes, revistas, etc.). No obstante también es una integración vertical, porque el cuestionamiento planteado es cómo mejorar la competitividad en la industria de las películas animadas donde Pixar era en poco tiempo uno de los principales (sino el principal) actor. Para Disney, Pixar no es una empresa nueva ya llevan varios años de relación exitosa, quizás sus integrantes no sea tan difícil en la medida que se le permita a estudio trabajar con la misma libertad que en el pasado se podrá retener a la mayor parte de sus mentes creativas.

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