Proyecto De Panaderia

Capitulo II

Porcofilia y Porcofobia

Todas las personas conocen ejemplos de habitos alimenticios aparentemente irracionales.

La mitad del enigma que concierne a la porcofobia es bien conocida para judíos, musulmanes y cristianos.

El dios de los antiguos hebreos hizo todo lo posible para denunciar al cerdo como un ser impuro, como bestia que contamina a quien lo prueba o lo toca. El cerdo sigue siendo una abominación para millones de judíos y miles de musulmanes, pese al hecho que puede transformar granos y tuberculos en proteínas y grasas de alta calidad de una manera mas eficientes que otros animales.

La gente conoce menos las tradiciones de los amantes fanáticos de los cerdos. El centro mundial del ¨Amor al cerdo¨ de encuentra en Nueva Guinea y en las islas Melanesias del sur del pacifico. Para las tribus horticulturas de esa región que residen en aldeas, los cerdos son animales sagrados que se sacrifican a los antepasados y se comen ocaciones importantes como en;

• Bodas

• Funerales

En muchas tribus se deben sacrificar cerdos para declarar la guerra y anunciar la paz al igual que creen que sus difuntos ansían la carne de cerdo. El hambre de carne de cerdo es tan irresistible entre los vivos y muertos que de vez en cuando se organizan festines grandiosos y se consumen casi todos los cerdos de la tribu de una sola vez. Durante varios días seguidores, aldeanos y huéspedes engullen grandes cantidades de carne de cerdo, vomitando lo que no pueden digerir para volver a ingerir mas. Cuando todo a finalizado se necesitan años de rigurosa frugalidad para recomponerla tan pronto como se ha logrado esto se realizan los preparativos una nueva pantagruélica orgia.

El problema de los porcofogos, judíos e islámicos fue por que los dioses Yahve y Ala los mencionaron como los animales mas sucios ya que se revuelcan en su propia orina y comen excremento lo cual es una incoherencia ya que las vacas al igual caminan sobre se orina y excremento. Los rabinos reconocieron esta incoherencia a principios del renacimiento.

• Moises Maimonides medico de la corte de Saladino en el Cairo durante el siglo XIII explico por que el rechazo de de la carne de cerdo ya que según el tenia un efecto malo y perjudicial para el cuerpo humano pero no especifico cuales eran sus razones , en el siglo XiX se descubrió que la triquinosis era provocada por comer carne de cerdo poco cocida se interpreto como una verificación rigurosa de sabiduría. Los judíos de mentalidad reformista se alegaron ante el sustrato racional de los códigos bíblicos y renunciaron inmediatamente al tabu sobre la carne de cerdo.

El cerdo es un vector de enfermedades humanas , pero también lo son otros animales domesticos que musulmanes y judíos comer sin ninguna restricción.

Al tener que afrontar estas contradicciones la mayor parte de los teólogos judíos y musulmanes han abandonado la búsqueda de una base naturista del aborrecimiento del cerdo.

Otros estudiosos han sugerido que los cerdos, junto con el resto de los animales sujetos a tabues en la Biblia y el Coran, fueron en la antigüedad los simbolos totémicos de diferentes clanes tribales.

Creo que la Biblia y el Coran condenaron al cerdo por que la cria de cerdos constituía una amenaza para la integridad de los ecosistemas naturales y culturales del oriente medio.

Ahora es el momento adecuado para rechazar la afirmación que sostiene que todas las practicas alimenticias sancionadas por la religión tienen explicaciones ecológicas.

El amor a los cerdos es lo contrario a lo oprobio divino con que cubren al cerdo musulmanes y judíos. Muchas tradiciones culinarias, incluidas la euro-americana y china, estiman la carne y la manteca de cerdo.

El amor a los cerdos es otra cosa. Es un estado de comunidad total entre el hombre y el cerdo lo cual incluye criar cerdos como parte de la familia, dormir junto a ellos, hablarles, acariciarles y mimarles, llamarlos por su nombre, conducirles con una correa a los campos, llorar por ellos cuando están enfermos o heridos, y alimentarles con bocados selectos de la mesa familiar.

A diferencia del amor a las vacas entre los hindúes, el amor a los cerdos incluye el sacrifico obligatorio y su consumo en aontesimientos especiales.

En los rituales culminantes celebrados el 7 y 8 de noviembre del 1963 los tsembaga mataron 96 cerdos, distribuyeron carne y manteca, directa o indirectamente, entre una población estimada entre 2000 y 3000 mil personas es decir, 5 kilos por cada hombre, mujer y niño, cantidad que consumieron en 5 dias consecutivos de glotonería.

Capitulo III

Guerra primitiva

Dada la frecuencia de la guerra en la prehistoria e historia del

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