SALARIO MINIMO Y PODER ADQUISITIVO EN COLOMBIA

SALARIO MINIMO Y PODER ADQUISITIVO EN COLOMBIA

Presentado por:

Shirley Lizeth Sanín Munera

Presentado a:

Fernando Duvan Herrera

Universidad Externado de Colombia

Maestría en Administración de Empresas

09 de noviembre de 2016

Bogotá, Colombia

1. OBJETIVO

En el presente ensayo se hace un análisis del comportamiento económico teniendo como base la importancia del salario mínimo y la capacidad de compra de los colombianos, y como estos influyen al mejoramiento de la calidad de vida, ya que el poder adquisitivo de bienes y servicios de una población está dado por diferentes factores, que vistos desde la perspectiva económica, son claves para una dinámica mercantilista en una nación.

1. DESARROLLO

Colombia es un país con una economía dinámica, la cual es impactada de manera directa e indirecta a los comportamientos del mercado internacional, así como de las Políticas de los gobernantes con los que mantienen determinados negocios mercantiles.    

Estos procesos hacen que la economía varié en el tiempo, enmarcando una serie de elementos que hacen que la inflación en Colombia establezca la capacidad adquisitiva de los consumidores. La inflación de acuerdo al (DANE) “Es el  crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes y servicios de una economía, el fenómeno contrario, es decir la caída generalizada y continua de los mismos precios, se denomina deflación. Por lo extenso y general del concepto, también resulta difícil de medir, y cada país dispone de indicadores cercanos a esta medición: entre ellos el deflactor implícito de cuentas nacionales, el Índice de Precios al Productor y el más conocido y utilizado, el Índice de Precios al Consumidor. Este último, aunque se constituye  el más conocido y el más utilizado, contiene limitaciones para la medición del concepto, esencialmente derivadas del campo de aplicación del indicador, pues sólo se estudian los gastos de consumo final de los hogares.”

De acuerdo a lo anterior en enero de cada año se hace un aumento del Salario Mínimo Legal Vigente – SMLV, con el fin de corregir la pérdida de capacidad de compra del colombiano, y este ajuste se realiza de acuerdo al comportamiento de la inflación del año culminado anteriormente.  De acuerdo a la opinión pública en estratos bajos, estos incrementos en el salario mínimo no suplen las expectativas del ciudadano, de acuerdo a los costos de vida, como lo es Salud, Transporte, Canasta Familiar, etc.  

En las siguientes graficas se puede conocer el histórico del salario mínimo en Colombia:

GRAFICA 1: HISTORICO DEL SALARIO MINIMO MENSUAL

[pic 1] 

GRAFICA 2: HISTORICO DE INCREMENTO PORCENTUAL DEL SALARIO MENSUAL EN COLOMBIA

[pic 2]

De acuerdo a la grafica anterior se evidencia que en los últimos 30 años el porcentaje del incremento anual del salario mínimo ha disminuido considerablemente. Esto debido a varias opiniones y recomendaciones propuestas por el Banco de la Republica, gremios y sindicatos.

El Banco de la Republica indica que un aumento desmedido del salario mínimo podría generar una inflación que acarraría problemas económicos a la nación. Por otra parte, los gremios de los distintos sectores productivos han rechazado la idea de incrementar el salario mínimo considerablemente ya que sería contraproducente para la generación de nuevos empleos, es decir si se incrementa en un alto porcentaje el salario mínimo se elevarían los costos de mano de obra.

Según (Sarmiento, L. 2016) “La inflación es un impuesto disfrazado que pagan los trabajadores y las familias pobres. Es una transferencia de ingresos de los pobres en favor de los ricos, en tanto estos últimos pueden manipular los precios de los bienes y servicios básicos como les da la gana y en favor de sus propios intereses. Significa, un achatamiento de los salarios e ingresos de las familias populares y de clase media a través de la carestía para incrementar las ganancias de las grandes empresas (locales y transnacionales), los banqueros y los impuestos apropiados por la burocracia estatal y la clase política”.

Balke y Slottje (1993) apoyan la hipótesis de que la inflación y el desempleo son determinantes parciales de los niveles de pobreza. Para ello, examinan el impacto en cambios en la actividad macroeconómica con respecto al nivel de desigualdad en el ingreso en un modelo macroeconómico dinámico multivariado que involucra vectores autoregresivos y que consiste en curvas de demanda y oferta agregadas; funciones de reacción contemporáneas para el gasto de gobierno, transferencias y crecimiento del dinero, así como la respuesta contemporánea de la pobreza ante el desempeño macroeconómico. Los tres resultados más importantes son: i) La inflación rezagada tiene un efecto significativo en el crecimiento de la tasa de pobreza; ii) La oferta de dinero rezagada tiene un efecto significativo en el desempleo y iii) La tasa de crecimiento de las transferencias y la oferta de dinero contemporáneas son significativas en la ecuación de inflación. (Lopez C.L, 2004)

Si bien la inflación tiene un impacto redistributivo negativo en la economía, el efecto del desempleo es relativamente más importante. Un aumento en el desempleo impactará primero a los trabajadores con baja productividad marginal y bajos salarios, los cuales son candidatos a caer en pobreza más rápidamente. El segmento pobre paga la mayor parte del impuesto inflacionario por lo cual se le considera regresivo. Ni el pobre urbano ni el rural pueden proteger su ingreso real porque no tienen salarios indexados y rara vez cuentan con activos que mantengan su valor real en tiempos de inflación. De hecho, la inflación puede afectar los niveles de pobreza si el ingreso de las familias de ingresos bajos responde lentamente a aumentos en el nivel de precios, lo cual no es necesariamente cierto si la pobreza se encuentra en el sector rural con altos niveles de autoconsumo. (Lopez C.L, 2004).

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