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El concepto de deontología en general

masmm masmmmBiografía2 de Diciembre de 2023

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Bienvenidos a la tercer clase Ética y  Deontología Psicosocial. Analizaremos los siguientes temas: Concepto de deontología en general, Relación ética y deontología y el Ejercicio ético de la profesión.

Deontología, hacia la práctica profesional


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El concepto de deontología en general

"En todo ser racional existe la capacidad para distinguir lo verdadero de lo falso, de sopesar las evidencias y de confrontar el mundo con las ilusiones. En esta capacidad es donde reside nuestra dignidad" 

Spinoza

 En su acepción más habitual, el término deontología suele usarse para designar la “ética profesional", situándola así como una parte de la ética, una "ética especializada", pero esto no puede hacerse sin precisar que, ante todo, la deontología es un capítulo de la Ética general.

En un sentido etimológico, Deontología hace referencia a la ciencia del deber o de los deberes. Deon, deontos significa obligación, deber; y logía expresa conocimiento, estudio. Deontología, por tanto, es para J. L. Hébarre "el conjunto de reglas de carácter ético que una profesión se da a sí misma y que sus miembros deben respetar". Para  J. M. Desantes es, en cambio, el "conjunto sistemático de normas mínimas que un grupo de profesionales determinados establece y que refleja una concepción ética común o mayoritaria de sus miembros".

El concepto deontología fue acuñado por Jeremías Bentham (1748-1832) en su obra “Deontología o ciencia de la moral” (1832), en donde ofrece una visión de esa disciplina. Pretendía ser una alternativa más liberal del término y del concepto ética, que al ocupar en calidad de concepto laico el lugar del término religioso moral, se había moralizado considerablemente al trasladarse a ella buena parte de los antiguos contenidos de la moral. Para Bentham, trata sobre el espacio de la libertad del hombre sólo sujeto a la responsabilidad que le impone su conciencia. Asimismo, considera que la base de la deontología se debe sustentar en el principio de la utilidad, lo cual significa que los actos buenos o malos de los hombres sólo se explican en función de la felicidad o bienestar que puedan proporcionar. 

Mientras en Bentham la deontología se entiende a partir de sus fines (el mayor bienestar posible) y busca llegar al "libre examen" de los preceptos éticos sin que tengan la carga interpretativa de la moral, para Kant la deontología es en sí misma una ciencia de los deberes o imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino la intencionalidad del acto, independientemente de las consecuencias materiales de aquél. Recordemos que la base de la ética kantiana es que se convierta en ley universal. Y eso quiere decir, que una persona actuaría éticamente si está de acuerdo en que su regla de conducta debe ser aplicada por todo aquel que se llegara a encontrar en una circunstancia similar. 

De ambas posiciones es posible extraer una coincidencia: la deontología entraña el ejercicio de la libertad individual y supone un parámetro de referencia para medir el grado de eticidad en el ejercicio profesional.

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Relación ética y deontología

En un sentido más común se habla de deontología en referencia al buen hacer que produce resultados deseables, sobre todo en el ámbito de las profesiones. Y esto no es en modo alguno ajeno al orden general de lo ético.

              La analogía que cabe establecer entre ética y deontología se muestra no tanto por el lado de la norma como por el de la acción. El problema ético no estriba en cómo adaptar la conducta a la norma, sino en cómo ajustarla al ser humano y a su verdad inherente, no exenta de consecuencias prácticas. En cambio, el papel de la deontología es adecuar la conducta profesional a las expectativas sociales es decir, que la regla de la deontología es el imaginario sociocultural operante en calidad de elemento motivador, corrector y espectador de la conducta profesional. Como aquí se propone, no se trata de dos reglas alternativas o dialécticamente contrapuestas, sino mutuamente inclusivas.

        De este modo, A. Simonetti propone “... como tarea posible del psicólogo social participar en convergencia epistemológica con los otros saberes y quehaceres humanos en el reconocimiento de los valores compartidos de la cultura del propio pueblo y en la continua construcción social de una ética acordada. Crecientemente adaptada a la satisfacción de las necesidades. Es decir, que no sería propio de nuestra manera de pensar de acuerdo a nuestra teoría, aceptar la total independencia de cada persona frente a la conducta de la comunidad. Porque sería dilemáticamente aceptar lo personal y negar lo social. No sería coherente con nuestra manera de pensar, con nuestra teoría, una ética donde la totalidad rige hasta el menor detalle de la vida de una persona quitándole totalmente su libertad individual. Porque sería dilemáticamente tomar lo social y dejar lo individual.”

        

"Gracias a la deontología -sostiene Emmanuel Derieux-, la ética profesional adquiere un reconocimiento público, y la ética individual se hace trascendente en el campo de la profesión. Tales efectos proporcionan a la deontología autoridad, cohesión y unidad, facilitan su aplicación y aseguran su respeto. De esta forma, los profesionales pueden adquirir una conciencia más exacta y más práctica de sus responsabilidades."

Pero ¿cómo saber qué es ético y qué no lo es en

el ejercicio de la profesión?

¿Dónde se ubica o conexiona

 la deontología con la ética?

Al hablar de ética profesional se alude a los códigos de conducta que rigen la actuación de los representantes de una profesión. La estructura de la sociedad conduce a que las relaciones entre las personas estén mediatizadas por el significado y la representación de una profesión. Las prácticas profesionales implican un conectivo social de gran extensión e intensidad en la sociedad. Por lo cual,  las relaciones profesionales tienen un papel creciente en la articulación del tejido ético de la sociedad, sobre todo en la medida en que la profesión se entiende como un trabajo que ha de desarrollarse en interdependencia con otros.

En este sentido, siguiendo las reflexiones de Simonetti, tomamos el siguiente ejemplo: “... desde una ética profesional de psicólogo social, también tengo que aportar que esta estructura social no destruya a las personas. A mí porque me importan las personas, a la empresa porque quiere seguir teniendo empleados para poder producir. Pero bueno, ahí hay un lugar y eso también es un problema ético, hay un lugar donde se encuentran los intereses... si me encargan enloquecer a una persona para que se vaya, yo le diría: “yo comprendo que eso a ustedes le conviene porque esta persona se tiene que ir, y no le quieren pagar indemnización, pero no está dentro de mis posibilidades éticas, dentro de mis posibilidades profesionales. Ese es un límite”.

Consideramos que es necesario pensar en un proceso de formación deontológica, que no se da en un camino aislado a la adquisición de conocimientos teóricos y al desarrollo de una destreza técnica, sino que tanto uno como otro se encuentran imbricados, interrelacionados, requieren de un aprendizaje, de una preparación ética y técnica para poder actuar en el campo profesional con ciertos códigos, de manera no determinista. ¿Esto qué quiere decir? Que el profesional puede elegir: seguirlos o no, pero no por ello son menos profundos. El cumplimiento libre no se confunde con el azar, se sienta en la libertad de elección y la responsabilidad de acción, que tendrá su carácter cambiante de acuerdo a la verticalidad del sujeto, a las características de la profesión, de la complejidad de la situación, del contexto, de la intervención propiamente dicha, de los actores involucrados, etc.

Nos parece apropiado compartir unas palabras de Gladys Adamson sobre el mismo tema: “Si nosotros tomamos el sentido de ética como elección, como decisión, como ejercicio de una libertad, por supuesto siempre es una libertad condicionada, nunca es una libertad total, pero sí es una libertad de elección frente a dos posibilidades o múltiples posibilidades.

         Desde la Psicología Social pensamos siempre que las decisiones son elecciones en una multiplicidad, en ese sentido el sujeto es un sujeto complejo, el contexto es un contexto complejo, con lo cual las opciones de decisión, las elecciones de acción posibles son también complejas y múltiples. En ese sentido cuando uno más se conoce y más conoce el contexto más posibilidades y más libertad tiene para elegir entre estas múltiples opciones...”

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