Procesos conductuales, principalmente los procesos de aprendizaje (por ejemplo, condicionamiento clásico y condicionamiento operante).
LauraGonzalezREnsayo16 de Octubre de 2015
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Al realizar este ensayo académico se pretendió la introducción al concepto de la personalidad como un proceso dinámico así como analizar los factores biológicos, cognitivos y sociales que afectan a su desarrollo durante la vida del individuo y que influye en diferentes aspectos, acercándonos al reconocimiento del origen de ciertas pautas conductuales o características en nuestro ser que nos brindan la oportunidad de conocernos mejor y aceptar la diversidad de personalidades existentes, reconociendo la importancia que juega la sociedad, la herencia y nuestro conocimiento alcanzado que contribuye al desarrollo del ser humano. De este modo, se evaluó el impacto que los medios de comunicación, la cultura, tradiciones y la interacción e influencia social ejercen sobre nuestra personalidad.
El objeto de estudio genuino de la Psicología General son los procesos psicológicos, que suelen clasificarse en estos tres grupos:
Procesos conductuales, principalmente los procesos de aprendizaje (por ejemplo, condicionamiento clásico y condicionamiento operante).
Procesos cognitivos, tanto inferiores (percepción y memoria) como superiores (pensamiento y lenguaje).
Procesos de motivación y emoción.
Pero, ¿cómo estos procesos repercuten en nuestra personalidad?
Los procesos psicológicos son capacidades cuya base es el sistema nervioso: el cerebro y sus estructuras interactúan con el contexto del mundo y el entorno del sujeto y construye cada ser humano. El cerebro, es el encargado de guardar la información recolectada del pasado la cual forja nuestra personalidad, procesa nuestros estímulos que son captados por las sensaciones y transforma estos estímulos enviando la respuesta a todo lo que ocurre en el entorno. Según Gustav Jung:
“la personalidad puede ser comprendida en el aprender de experiencias pasadas el cual es almacenado en nuestra base de datos en el cerebro, encontrado personas extrovertidas e introvertidas que depende el grado de desarrollo de las sensaciones la cual su resultado se puede ocupar para el marketing”
El cerebro a pesar de ser anatómicamente más pequeño que algunos órganos y músculos del cuerpo, cuenta con algo tan ilimitado como la mente, lo cual es apreciado y utilizado por los mercadólogos y empresarios en general, puesto que ahí es donde gira todas las decisiones que puede tomar el cliente con respecto a un producto o tendencia. Tomando en cuenta lo anterior mencionado podemos hacer un mención a como uno de los procesos psicológicos que es la percepción influye en la personalidad, esto es posible ya que la percepción es un proceso por el cual un individuo organiza e interpreta del mundo y los estímulos del ambiente, la manera en como realiza este proceso y los resultados del mismo van a influir en la personalidad de cada persona, y a la vez este puede ser de manera inversa ya una vez construida una personalidad esta puede influir en la percepción del individuo que tenga de su exterior, esto puede influir en que en nuestra vida cotidiana los seres humanos tendemos a construir juicios sobre la conducta humana de una manera superficial y fuera de contexto, casi siempre en base a valores negativos y estereotipo de las personas o cual finalmente nos trae como consecuencia relaciones interpersonales disociadoras y a largo plazo poco cooperativas.
Al igual podemos mencionar como estos procesos forman la personalidad de un individuo y como estos también pueden ser resultados de la misma; desde su concepción, un individuo cuenta con una carga genética que hereda de sus progenitores. Estos factores genéticos hacen que cada individuo reaccione de forma distinta en su contacto con el ambiente que le rodea.
El individuo dispone de su propio temperamento. La personalidad futura será el resultado del temperamento y las acciones educativas que reciba de los adultos (padres, profesores, hermanos, abuelos), y de las relaciones que establezca. El sujeto irá creando una conducta en función de las reacciones que los adultos tengan ante su comportamiento, y de las diferentes experiencias que vaya acumulando.
De este modo se puede señalar que la diversidad cultural también repercute en la diversidad de las personalidades ya que estas se manifiestan en tres órdenes: Las biológicas, socioculturales y psicológicas, pero se resalta las dos primeras. Biológicamente existen variables naturales o factores hereditarios que nos hacen diferentes ya que son ajenos a la decisión humana y son independientes de nuestro pensamiento, aunque física y anatómicamente somos iguales pues poseemos características propias de nuestra especie formadas en la etapa prenatal, existen ciertos rasgos genéticos que nos diferencian como el temperamento y la inteligencia de cada individuo.
Si existen rasgos genéticos que influencian la formación de la personalidad, los psicólogos enuncian que la mayoría son ambientales como lo hacen los partidarios de la teoría ambientalista, por lo cual se analizó las ordenes sociales. La herencia nos dota de un equipo único pero la interacción e influencia de nuestro medio también son determinantes. Desde que el individuo inicia la infancia se ve envuelto en el conjunto de saberes, creencias, valores y pautas de conducta de la sociedad en que vive y lleva a cabo el proceso de aprendizaje en el cual se interiorizan las normas del grupo que lo rodea, de modo que emerge una personalidad única. Al principio de la vida no hay personalidad pero mientras el niño crece toma conciencia de ser un ser humano distinto, en primera instancia en su grupo primario que corresponde a su familia. Con la maduración física y la acumulación de experiencias sociales el niño va formando una imagen de sí mismo. La formación del auto imagen es quizás el proceso individual más importante en el desarrollo de la personalidad el cual no podría llevarse a cabo sin la experiencia humana de interactuar en un grupo y verse influenciado por ellos ya que las experiencias alimentan nuestro aparato cognitivo, desarrollando nuestra personalidad y aumentando nuestra capacidad para resolver problemas. Esta etapa se da sobre todo en la adolescencia, donde exploramos y tomamos como referencia las opiniones de nuestros iguales, los mensajes discursivos que nos ofrece la persuasión así como el control masivo que ejercen los medios de comunicación que nos ofrecen modelos de cualidades o conductas que nos forman imágenes mentales tanto positivas como negativas, es decir, los estereotipos, que nos influencian en la búsqueda de nuestra identidad.
Por otro lado los psicólogos culturales consideran que la personalidad y la cultura están interrelacionadas y son mutuamente dependientes. Se consideró que la personalidad es socialmente construida y variable de una cultura a otra. Los psicólogos transculturales analizan cómo se manifiestan los mismos rasgos universales en las distintas culturas, y qué medios proporciona cada cultura para que los individuos expresen sus rasgos de personalidad. Se tomó en cuenta el hecho de que existan rasgos universales y con base genética que pueden influir en la forma en que uno procesa y reacciona a los estímulos culturales, constituyendo una fuente importante de variabilidad individual en la conducta, así mismo contribuir al mantenimiento o cambio de las prácticas e instituciones culturales e influir en la selección que la persona hace de situaciones dentro de su entorno. Así, podemos decir que en la personalidad confluyen aspectos universales y aspectos específicos de la cultura.
También se analizó que mediante la transmisión de las costumbres y tradiciones en un intento de asegurar que las generaciones jóvenes den continuidad a sus conocimientos, valores e intereses que los hace diferentes a otros, trae como consecuencia que desde el nacimiento el ser humano este regido a seguir ciertas pautas conductuales de tal manera que se nace con una personalidad determinada en su estructura social pertinente.
En los mecanismos de defensa del Yo planteadas por Freud se resalta la negación de la realidad que consiste en negar un hecho real que no puede ser asumido o aceptado por el Yo, ya que tiene una relación de base social con la Teoría de la disonancia cognitiva de la formación de las actitudes, que consiste en hacernos creer que cierta acción ejercida por nosotros no nos perjudica. Un ejemplo para esclarecer la relación que se entreteje entre ellos es una mujer que es maltratada por su marido que se mantiene a su lado porque la incapacidad de su Yo decide negar el daño que le hace y se hace creer así misma que no es perjudicial, sino que al contrario ella se lo merece, por lo cual decide mantener dicha actitud sumisa.
Para que una persona pueda desempeñar un rol adecuadamente es necesario que tenga una personalidad apta para ello ya que no todas las personas tienen el tipo de personalidad que les permiten desarrollar un rol particularmente, debido a que los roles son aspectos dinámicos que se desempeñan en el sistema social pues suponen que nos comportemos de una manera determinada. Un ejemplo para comprobar el aporte, una mujer con el rol de madre presenta un conflicto persona- rol en el que sus deseos son incompatibles con serlo, ya que sus expectativas y características afectivas le impiden llevar a cabo adecuadamente ejercer su rol pues su personalidad no va de acuerdo a ello. Algo similar ocurre con la posición adquirida evaluada por la propia sociedad, ya que si no reúnes las características o tienes la personalidad para ser un líder apto, nunca ocuparas esta posición pues es dependiente de tus actitudes y conductas, las cuales dependen de bases sociales adquiridas durante su desarrollo o incluso de bases biológicas relacionadas
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