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ATENCION DE NIÑOS DE LA PRIMERA INFANCIA

Lourdesw7 de Septiembre de 2014

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GUARDERIAS PÚBLICAS PARA EL CUIDADO Y

ATENCION DE NIÑOS DE LA PRIMERA INFANCIA

1. INTRODUCCION

1.1. Fin y Objetivo de la propuesta

Coadyuvar con el cuidado y la atención de niños que están en la primera infancia ofreciéndoles guarderías con personal capacitado que les brinde atención con estimulación temprana y asesoramiento a las familias para prevenir el abandono.

1.2. Problemática

Actualmente no existen proyectos que ofrezcan cuidado integral a niños en la primera infancia por parte del gobierno, no hay vigente ninguna política pública aplicada que apoye a familias en situación de riesgo para prevenir el abandono de los niños por sus padres siendo la principal causa su situación económica, que provoca que desatiendan a los niños por trabajar los dejen solos en sus casas encerrados, o en otros casos desistan de hacerse cargo de ellos y los abandones, mas ahora que la maternidad en adolescentes se ha incrementado y en gran porcentaje asumen las mujeres solas el cuidado de sus hijos y las condiciones económicas no permiten que la madre este al cuidado de su hijo tiempo completo sin trabajar, por lo que sería de gran ayuda guarderías públicas que faciliten que estas mujeres puedan tener tiempo para trabajar y solventar los gastos de sus hijos y los propios de esa manera desarrollarse como personas y proyectarse para un mejor futuro de sus hijos y principalmente no incurrir en el abandono de estos por no tener las condiciones económicas para mantener a sus hijos y cuidarlos, logrando prevenir situaciones de riesgo.

2. MARCO DE ANÁLISIS

2.1. Marco conceptual

La lactancia materna brinda protección a los niños y niñas contra las enfermedades infecciosas (diarreas, infecciones respiratorias agudas), alergias, y problemas en la edad adulta: obesidad, diabetes y otros. En la madre, cáncer de ovarios, de mamas; problemas que contribuyen en gran medida a la morbilidad y mortalidad de niños, niñas y mujeres.

La práctica del apego precoz y la lactancia materna inmediata dentro la primera hora de recién nacido aplicado en los establecimientos maternos infantiles, contribuye a la salud del bebé y de la madre.

En la mujer el contacto piel con piel le ayuda a disminuir el dolor post parto, le evita las hemorragias, le ayuda a que el útero se contraiga rápidamente y permite una efectiva y pronta bajada de la leche para su bebé.

La educación infantil aborda 2 ciclos diferenciados en:

Primer ciclo (0-3 años)

Segundo ciclo (3-6 años)

Primera Infancia, etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta los 6 años de edad

La atención integral en la Primera Infancia es la clave para crear un mundo donde impere la esperanza y el cambio, en lugar de la privación y la desesperación, y para fomentar la existencia de países prósperos y libres

Unicef, Estado Mundial de la Infancia 2001: Los efectos de lo que ocurre durante el período de embarazo y los primeros años de vida de un ser humano suelen ser duraderos y en algunos casos, permanentes. Durante el último trimestre de la gestación y hasta los 3 años de vida se desarrollan muchas de las estructuras del cerebro y se establece todo un sistema de interconexiones esenciales para su correcto funcionamiento y el de todo el sistema nervioso central. Componentes tan fundamentales como la confianza, la curiosidad, la capacidad para relacionarse con los demás y la autonomía, dependen del tipo de atención y cuidado que reciben los niños por parte de ambos padres y de las personas encargadas de cuidarlos. Lo que niños y niñas aprenden durante los primeros años va a determinar en gran medida tanto su desempeño en la escuela primaria como los logros intelectuales, sociales y laborales a lo largo de su vida. El terreno perdido en materia de aprendizaje y desarrollo durante los primeros tres años de vida nunca se recupera. Esto en términos prácticos quiere decir que los niños que no reciben lo que necesitan durante este período, no van a poder desarrollar todo su potencial.

Por ello, la ventana de oportunidades para invertir en el desarrollo de la primera infancia se limita a este corto periodo de la vida, decisivo para obtener importantes retornos sociales y económicos que se traducen en desarrollo humano y social. Las inversiones que promueven el desarrollo integral en la primera infancia se justifican, en primer lugar, desde la óptica de los derechos, ya que el desarrollo truncado de un niño o una niña, cuando pudiera haberse evitado, viola un derecho humano fundamental. También hay un fuerte argumento de equidad y justicia social, ya que los niños y niñas que se enfrentan a ambientes o factores negativos pueden quedar permanentemente rezagados en su desarrollo. También hay razones económicas que justifican la inversión durante la primera infancia, ya que ésta conlleva a un aumento en la educación y la productividad a lo largo de los años y a un mejor nivel de vida cuando el niño o niña llega a la edad adulta.

La primera infancia es la fase más importante para el desarrollo general durante toda la vida.

El desarrollo cerebral y biológico durante los primeros años de vida depende en gran medida del entorno del lactante.

Las experiencias en edades tempranas determinan la salud, la educación y la participación económica durante el resto de la vida.

Cada año, más de 200 millones de niños menores de cinco años no alcanzan su pleno potencial cognitivo y social.

Las familias y los cuidadores cuentan con formas sencillas y eficaces de garantizar el desarrollo óptimo de los niños.

Durante la primera infancia (desde el período prenatal hasta los ochos años), los niños experimentan un crecimiento rápido en el que influye mucho su entorno. Muchos problemas que sufren los adultos, como problemas de salud mental, obesidad, cardiopatías, delincuencia, y una deficiente alfabetización y destreza numérica, pueden tener su origen en la primera infancia.

Cada año, más de 200 millones de niños menores de cinco años no alcanzan su pleno potencial cognitivo y social. La mayoría de estos niños viven en Asia meridional y África subsahariana. Debido a su desarrollo deficiente, muchos niños son propensos al fracaso escolar y, por consiguiente, sus ingresos en la edad adulta suelen ser bajos. También es probable que estas personas tengan hijos a una edad muy temprana y que proporcionen a sus hijos una atención de salud, nutrición y estimulación deficientes, contribuyendo así a la transmisión intergeneracional de la pobreza y el desarrollo deficiente. A pesar de las abundantes pruebas, el sector de la salud ha tardado en fomentar el desarrollo en la primera infancia y en apoyar a las familias proporcionándoles información y conocimientos.

Desarrollo cerebral en la primera infancia

La primera infancia es el período de desarrollo cerebral más intenso de toda la vida. Es fundamental proporcionar una estimulación y nutrición adecuadas para el desarrollo durante los tres primeros años de vida, ya que es en estos años cuando el cerebro de un niño es más sensible a las influencias del entorno exterior. Un rápido desarrollo cerebral afecta al desarrollo cognitivo, social y emocional, que ayuda a garantizar que cada niño o niña alcance su potencial y se integre como parte productiva en una sociedad mundial en rápido cambio.

Cuanto más estimulante sea el entorno en la primera infancia, mayor será el desarrollo y el aprendizaje del niño. El desarrollo lingüístico y cognitivo es especialmente intenso desde los seis meses a los tres años de vida. Los niños que pasen su primera infancia en un entorno menos estimulante, o menos acogedor emocional y físicamente, verán afectados su desarrollo cerebral y sufrirán retrasos cognitivos, sociales y de comportamiento. Estos niños, en momentos posteriores de su vida, tendrán dificultades para enfrentarse a situaciones y entornos complejos. Los niveles altos de adversidad y estrés durante la primera infancia pueden aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés y de problemas de aprendizaje hasta bien avanzada la edad adulta.

Factores de riesgo

Numerosos factores pueden interrumpir el desarrollo del niño en la primera infancia; los cuatro siguientes afectan al menos al 20–25% de los lactantes y niños de corta edad en países en desarrollo:

• Malnutrición suficientemente crónica y grave para frenar el crecimiento

• Estimulación u oportunidades de aprendizaje insuficientes

• Carencia de yodo

• Anemia ferropénica.

Otros factores de riesgo importantes son la malaria, el retraso del crecimiento intrauterino, la depresión materna, la exposición a la violencia, y la exposición a los metales pesados.

El desarrollo de una conexión emocional temprana con un cuidador también es fundamental para el bienestar de un lactante. Si el niño no cuenta con un cuidador habitual con el que establecer un vínculo afectivo —como ocurre en los orfanatos gestionados deficientemente— puede sufrir efectos perjudiciales significativos en su desarrollo cerebral y su función cognitiva.

Intervenciones

Para alcanzar su potencial, los niños de corta edad deben pasar tiempo en un entorno afectuoso y receptivo en el que no sufran abandono ni castigos o muestras de desaprobación inadecuados.

Los progenitores y las familias son la clave del desarrollo en la primera infancia, pero necesitan apoyo para proveer el entorno adecuado. La aplicación de políticas públicas de protección social “favorables a las familias”, que garantizan que cuentan con ingresos suficientes, subsidios a la maternidad

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