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Algunas conceptualizaciones sobre la angustia y la neurosis de angustia desde Freud.


Enviado por   •  28 de Junio de 2016  •  Monografías  •  2.244 Palabras (9 Páginas)  •  296 Visitas

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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de psicología

Una profundización en torno al concepto de angustia en Freud y Lacan.

Algunas conceptualizaciones sobre la angustia y la neurosis de angustia desde Freud

Algunas conceptualizaciones sobre la angustia y la neurosis de angustia desde Freud

Introducción

En el presente trabajo se realiza una revisión del concepto de angustia, en la obra de Freud a partir varios estudios. El objetivo principal es arribar a una definición de dicho concepto en la obra freudiana, reconociendo su evolución e indicar sus distintas características. Se reconocen dos teorías de la angustia en los trabajos de Freud: La primera plantea que la angustia se produce a partir de la libido insatisfecha o reprimida, y la segunda que se inicia en 1926 con la publicación del texto “Inhibición, síntoma y angustia”, en la que sostiene que la angustia es la reacción frente a un peligro, reacción que puede ser creada por el yo. En dicha teoría se diferencia la angustia señal de la angustia automática, y luego se distinguen otros dos tipos de angustia: angustia realista y angustia neurótica. En base a esta segunda, se destaca la neurosis de angustia, en la que se concibe que la angustia no admite una derivación psíquica; posteriormente se hace un recorrido con respecto a ciertas características, y los síntomas que se presentan en dicho cuadro, y luego se lo diferencia entre mujeres y hombres. Y por último, se presentan diferencia y similitudes entre la neurosis de angustia con la neurastenia y la histeria.

Desarrollo

Freud (1926) en un comienzo llegó a la conclusión de que la excitación acumulada buscaba la vía de salida transformándose en angustia. Según consideraba, se trataba de un proceso netamente físico, sin ninguna determinación psíquica. A partir de sus diferentes escritos se puede ver cómo fue definiendo la angustia: “En el “Manuscrito E” escribió: La angustia ha surgido por mudanza desde la tensión sexual acumulada. En “la interpretación de los sueños”: La angustia es un impulso libidinoso que parte de lo inconsciente y es inhibido por lo preconsciente. En su trabajo sobre la Gradiva de Jensen: La angustia de los sueños de angustia proviene de la libido en virtud del proceso de la represión. En su escrito metapsicológico sobre la represión: Después de la represión, la parte cuantitativa no ha desaparecido, sino que se ha traspuesto en angustia. Finalmente, en 1920 agregó en una nota al pie de la cuarta edición de los Tres ensayos de teoría sexual: El hecho de que la angustia neurótica nace de la libido, es un producto de la trasmudación de esta, y mantiene con ella la relación del vinagre con el vino es uno de los resultados más significativos de la investigación psicoanalítica.” (Freud, 1926). Luego de eso, empieza a tener dudas y termina tomando como factores separados lo que produce la libido y lo que produce la angustia. Freud a partir de entonces ya no concibe a la angustia como libido trasmudada, sino como una reacción frente a situaciones de peligro regida por un modelo particular. Pero afirma como muy posible que en el caso de la neurosis de angustia sea el exceso de libido no aplicada el que encuentre su descarga en el desarrollo de la angustia. Si se considera que la angustia es la reacción frente a la situación de peligro; se la ahorra si el yo hace algo para evitar la situación o sustraerse de ella. Ya que los síntomas son creados para evitar el desarrollo de angustia. Es decir, toda formación de síntomas se emprende solo para escapar a la angustia; los síntomas ligan la energía psíquica que de otro modo se habría descargado como angustia. La formación de síntoma tiene el efectivo resultado de cancelar la situación de peligro.

Según menciona Garcia, G (1980), Freud considera que la angustia carece de objeto. El desconocimiento de una causa (y por lo tanto de sus efectos) produce angustia, también cuando el sujeto predice los efectos inevitables de una causa que no puede dominar. El objeto de la angustia es aquello que no puede ser simbolizado y por este camino la esfera somática es objeto de angustia en las neurosis actuales, ya que la angustia señala su realidad imposible.

La angustia es la sensación que corresponde a la acumulación de otro estimulo psíquico, el cual no admite ninguna clase de elaboración psíquica; de ahí que le angustia pueda ser aplicada en relación con cualquier tipo de tensión física acumulada.

Freud (1926) reconoce dos modalidades de angustia:

Por una parte, la angustia automático/traumática, involuntaria, automática y económicamente justificada en cada caso, cuando se había producido una situación de peligro. Esta angustia, es la angustia frente a la castración. Freud dirá que siempre hubo un peligro real exterior, el cual luego se interiorizo, y se resignificó. Por otra parte, la angustia señal, generada por el yo cuando una situación amenazaba, y con el fin de evitarla. No es una angustia nueva sino la reproducción de una huella mnémica preexistente. Por lo tanto el yo se sometía a la angustia con el fin de evitar el desencadenamiento de una gran angustia.

Además Freud (1916-1917) destaca otros dos tipos de angustia: Una de ellas es la angustia realista, la cual aparece como algo muy racional y comprensible. Es una reacción frente a la percepción de un peligro exterior, de un daño esperado, previsto; va unida al reflejo de la huida, y es lícito ver en ella una manifestación de la pulsión de autoconservación. Las oportunidades en que se presenta la angustia dependerán del estado de nuestro saber y de nuestro sentimiento de poder respecto del mundo exterior. Además, hace una distinción entre angustia, miedo y terror: angustia se refiere al estado y prescinde del objeto, mientras que miedo dirige la atención justamente al objeto. En cambio terror pone de resalto el efecto de un peligro que no es recibido con apronte angustiado. También, considera que el primer afecto de angustia es el acto del nacimiento, en el que se origina tras la separación de la madre. Por otra parte, presenta un segundo tipo de angustia, al cual denomina angustia neurótica, en la que hallamos un estado general de angustia, libremente flotante. Está dispuesta a prenderse del contenido de cualquier representación pasajera; influye sobre el juicio, escoge expectativas, acecha la oportunidad de justificarse. Llamamos a este estado “angustia expectante” o “expectativa angustiada”. Un grado de ésta, corresponde a una afección neurótica denominada neurosis de angustia, incluida entre las neurosis actuales. Una segunda forma de angustia, está más bien ligada y anudada a ciertos objetos y situaciones, considerada como la angustia de las fobias. Y la tercera de las formas de angustia neurótica, es el caso de histeria, en el que la angustia aparece acompañando a los síntomas histéricos, o bien en estados emotivos en que esperaríamos una exteriorización de afectos, pero no justamente de angustia; o bien, puede aparecer desligada de cualquier condición, como un ataque gratuito de angustia tan incomprensible para nosotros como para el enfermo.

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