RESUMEN DE NEUROSIS DE ANGUSTIA
ArwenSabine1 de Julio de 2012
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RESUMEN DE NEUROSIS DE ANGUSTIA
La neurosis de angustia es un tipo de neurosis que varía en su gravedad desde períodos de agitación moderada hasta estados de profunda ansiedad, caracterizados por una gran tensión.
En las neurosis de angustia es posible que en forma transitoria se presenten otras manifestaciones neuróticas como las obsesiones, las fobias y las quejas de tipo hipocondríaco. Los trastornos de tipo fisiológico como palpitaciones, hiperventilación, excesiva sudoración, temblores, insomnio o anorexia son unos de los más nombrados por los neuróticos de angustia. Un episodio de angustia es una experiencia dolorosa y debilitante; además los pacientes sufren de fatiga, debilidad e irritabilidad entre los episodios agudos de angustia. Los primeros sentimientos que tienen los pacientes son terror, hiperventilación, sofocación, mareo, parestesias y otras sensaciones amenazantes que llevan al paciente a buscar ayuda médica urgente.
Sintomatología Clínica
Cuadro clínico:
La excitabilidad general: Es éste un síntoma nervioso muy frecuente. Una elevada excitabilidad indica siempre acumulación de excitación o incapacidad de resistirla; esto es, acumulación absoluta o relativa de excitación. Dentro de esta elevada excitabilidad, su manifestación es en una hiperestesia auditiva (una hipersensibilidad con respecto a los ruidos).
La hiperestesia auditiva aparece muchas veces como causa de insomnio, del cual más de una forma pertenece a la neurosis de angustia.
La espera angustiosa: Se define exactamente como su nombre lo indica. Muchas veces es reconocida por los mismos enfermos como una especie de obsesión.
Ejemplo: Así, el de una mujer que cada vez que oye toser a su marido, propenso a los catarros, piensa en la posibilidad de que contraiga una pulmonía mortal, y ve en su imaginación pasar el entierro... cuando nada entraña que pueda significar una mera posibilidad.
La espera angustiosa se nombra también como todo aquello que designamos con los nombres de “ansiedad, tendencia a la visión pesimista de las cosas”, otra manifestación de la espera angustiosa es la tendencia, tan frecuente en personas de sensibilidad moral, por ejemplo miedo a la propia conciencia, a los escrúpulos exagerados; tendencia que puede también ir desde lo normal hasta lo patológico.
La espera domina la elección de las representaciones, y se halla dispuesto en todo momento a enlazarse a cualquier idea apropiada .Puede, en efecto, irrumpir de repente en la consciencia sin ser despertado por el curso de la imaginación y provoca así un ataque de angustia. Tal ataque puede consistir tan sólo en la sensación de angustia, no asociada a ninguna representación, o unida a la de la muerte o la locura, o también en dicha misma sensación, acompañada de una parestesia cualquiera (sensación anormal de los sentidos o de la sensibilidad general, sensación de hormigueo, adormecimiento, acorchamiento), o enlazada a la perturbación de una o más funciones físicas, tales como la respiración, la circulación, la inervación vasomotora o la actividad glandular. De esta combinación hace el paciente resaltar tan pronto unos factores como otros, quejándose de palpitaciones, disnea, sudores, bulimia, y en sus lamentos deja con frecuencia sin mencionar la sensación de angustia o alude ligeramente a ella, calificándola de malestar
El pavor nocturnus :En los adultos, se manifiesta como angustia, disnea, sudores. Esta perturbación condiciona una segunda forma del insomnio, dentro del cuadro de la neurosis de angustia. Este pavor surge también aislado, sin sueño ni alucinación.
El vértigo, que en su forma más leve un simple mareo, y en la más grave, la del ataque de vértigo, con angustia o sin ella, constituye uno de los más temibles síntomas de la neurosis.
El vértigo de la neurosis de angustia no es un vértigo giratorio, ni permite tampoco hacer resaltar, como el vértigo de Menière, varios planos y direcciones. Pertenece a la forma locomotora o coordinatoria, como el producido por la parálisis de los músculos del ojo, y consiste en un malestar específico, acompañado de la sensación de que el suelo oscila, se hunden en él las piernas y resulta imposible continuar en pie. Las piernas del sujeto tiemblan y se doblan, pesándole como si fuesen de plomo. Sin embargo, este vértigo no provoca la caída del enfermo. En cambio, hemos de afirmar que tal ataque de vértigo puede quedar representado por un ataque de profundo desvanecimiento. Otros estados de desvanecimiento de la neurosis de angustia parecen depender de un colapso cardíaco.
El ataque de vértigo se presenta muchas veces acompañado de angustia de la peor clase y combinado con perturbaciones respiratorias y del corazón.
Las parestesias que pueden acompañar al ataque de vértigo o angustia resultan interesantes, por asociarse entre sí.
La actividad digestiva no experimenta en la neurosis de angustia sino muy pocas perturbaciones, pero muy características. No son nada raras sensaciones de náuseas y malestar, y el síntoma de la bulimia puede constituir por sí solo o con otros (congestiones) un ataque de angustia rudimentario. En calidad de perturbación crónica, análoga a la espera angustiosa, hallamos la tendencia a la diarrea…Los casos mixtos muestran con frecuencia la conocida «alternativa de diarrea y estreñimiento».
Para el Diagnóstico: Presenta gran importancia el hecho de que la proporción de los indicados elementos en el ataque de angustia es infinitamente variable, pudiendo además cada uno de los síntomas concomitantes constituir por sí solos el ataque, lo mismo que la angustia.
Otras formas del ataque de angustia:
a) Con perturbaciones de la actividad cardíaca: palpitaciones, arritmias breves, taquicardia duradera y hasta graves estados de debilidad del corazón, difíciles de diferenciar de una afección orgánica.
b) Con perturbaciones de la respiración: formas diversas de disnea nerviosa, ataques análogos a los de asma, etc. He de advertir que estos ataques no aparecen siempre acompañados de angustia perceptible.
c) Ataques de sudor, a veces nocturno.
d) Ataques de temblores y convulsiones, fáciles de confundir con los histéricos.
e) Ataques de bulimia, acompañados a veces de vértigos.
f) Diarreas emergentes en forma de ataques.
g) Ataques de vértigo locomotor.
h) Ataques de las llamadas congestiones; esto es, de aquello a lo que se ha dado el nombre de neurastenia vasomotora.
i) Ataques de parestesia (raras veces sin angustia o un malestar análogo).
Etiología
En las neurosis adquiridas, se aprecian perturbaciones e influencias nocivas de la esfera sexual.
En las mujeres: (Según Freud) se manifiesta como:
a) Como angustia virginal o angustia de los adolescentes. Súbita revelación de lo hasta entonces encubierto, a raíz de una lectura, una conversación, una visión del acto sexual, etc. Combinada casi típicamente con la histeria.
b) Como angustia de las recién casadas: Si en primeras relaciones hay anestesia. (la mayoría no lo contraen)
c) Mujeres con maridos aquejados de eyaculación precoz o grave disminución de la potencia.
d) Aquellas cuyos maridos practican el coitus interruptus o reservartus. Según lleguen o no a alcanzar en el coito la satisfacción sexual.
e) Como angustia de las viudas o mujeres voluntariamente abstinentes, combinada con representaciones obsesivas, de contenido sexual y pecaminoso.
f) Como angustia en el climaterio, como la última elevación de la necesidad sexual.
En los varones:
a) Angustia de los abstinentes voluntarios, combinada con síntomas de defensa (representaciones obsesivas e histeria).
b) Por excitación frustrada durante el noviazgo, y de aquellos, que por miedo a las consecuencias del comercio sexual se contentan con tocar o contemplar a la mujer. (“los casos más puros”, nos dice Freud).
c) Hombres que practican el coitus interruptus. (en un matrimonio suele enfermar sólo uno de los cónyuges por la falta de satisfacción sexual)
d) Angustia de los hombres en edad crítica: declina su potencia y aumenta su libido
Dos casos de neurosis de angustia, válidos para ambos sexos:
a) A causa de la masturbación, caen en la neurosis de angustia al abandonar tal forma de satisfacción sexual ya que son incapaces de soportar la abstinencia.
• Se relacionan con formas clínicas de hipocondría y ligero vértigo crónico.
• Manifiesta en una mujer “anestésica” será menos accesible a la neurosis de angustia.
• El caso de la viudez o la abstinencia voluntaria y el de la edad crítica se resuelven en la mujer lo mismo que en el hombre.
La abstinencia viene a agregarse la represión intencionada del círculo de representaciones sexuales; represión a la que con frecuencia se ve obligada la mujer abstinente, que lucha contra la tentación. Análogamente, en la época de la menopausia ha de intervenir también la repugnancia que la mujer ya envejecida siente contra el exagerado incremento de su libido.
b) como consecuencia de un esfuerzo agotador: manifiesta después de largas vigilias, asistencia a un enfermo o incluso una grave dolencia del propio enfermo. Resulta explicable por el hecho de que la desviación de la psique la hace insuficiente para dominar la excitación somática; labor que se le
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