Antecedentes de la terapia familiar.
Yazminkarina95Documentos de Investigación18 de Octubre de 2017
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Antecedentes de la terapia familiar.
La terapia familiar nace poco después del año 1950; es indudable que se trata de una disciplina nueva. Ahora bien la terapia familiar no surge de la nada. La consultoría matrimonial, la terapia sexual y la asistencia social quizá no la anticipaban.
En la continuidad que representa la tradición de la consultoría y la asistencia social se inserta una discontinuidad; hablar de sanar a la familia, en lugar de aconsejar a la familia; marca un cambio de gran relevancia.
Para entender la continuidad, la discontinuidad y la forma es necesario observar los tres ámbitos individualmente: la cultura psicológica y psiquiátrica estadounidense en el periodo posterior a la muerte de Freud; el nacimiento y de desarrollo inicial de la teoría de sistemas y de la cibernética.
Los maestros
Es evidente desde el momento en el que Sigmund Freud formula su idea de complejo de Edipo, prototipo de todo triangulo familiar que su interés se centra no en el triángulo familiar, sino en las consecuencias que este conlleva para la psique del individuo. Esta teoría se asienta sobre una base interpersonal e interaccionista.
Algunos consideran el caso clínico del pequeño Hans como una terapia familiar ante litteram. Pero Freud habría estimado incorrecta la interpretación.
La figura más interesante entre los psicoanalistas de la edad de oro es sin duda Alfred Adler, el porta voz más significativo de la tensión política y social que anida en Viena. Su premisa de fondo es que la vida lleva consigo inevitables definiciones de poder y que es profundamente mistificador fingir que no existen.
Adler se concentra en el sistema de axiomas que fundan su psicología individual. Esta teoría es optimista en materia social, compartiendo y participando activamente en la comunidad; la persona es un todo unitario y no un ser dividido en su interior; la teoría evolutiva considera que el niño se percibe a sí mismo como un ser inferior cuando se compara con los adultos. Para esto la persona se realiza en la confrontación con el otro, no en sí y pos sí misma.
El ambiente familiar aparece como el auténtico y más adecuado centro de desarrollo de la neurosis. Para el niño, desarrollar síntomas en un modo de responder a los estímulos que proceden de progenitores frustrantes o hiperprotectores y, al mismo tiempo pedirles ayuda. Adler entrevista a niños problemáticos junto a sus padres, ante una audiencia formada por profesores.
En el mismo periodo que surge una nueva práctica psicoterapéutica, psicoterapia de grupo, sobre todo en la obra de Jacob Moreno, un psiquiatra de origen rumano que experimenta distintas técnicas hasta conquistar la fama gracias al psicodrama. Moreno usa el psicodrama para trabajar con parejas y con varios miembros de la familia, en el que asume como base programática la representación de las situaciones cotidianas vividas por protagonistas. .
Las diferentes teorías del psicoanálisis no son suficientes para desarrollar la terapia familiar. Una terapia dirigida a la familia –a una entidad supraindividual- como “paciente” necesita una concepción y un lenguaje descriptivo nuevo, que consienta en leer la enfermedad mental en términos de relaciones.
Cibernética: la métafora comunicativa.
Los orígenes de la cibernética tal como la conocemos se sitúan en la idea de combinar los nuevos descubrimientos de las matemáticas, la ingeniería y la fisiología con teorías propias de áreas tradicionalmente consideradas humanistas, formulada principalmente por dos antropólogos y un economista (Gregory Bateson, Margaret Mead y Lawrence Frank).
Lo que diferencia a Mead y Frank frente a Bateson es el compromiso social. A Bateson no le interesa la sociedad y se muestra contrario a la idea de la influencia que ejerce ésta. Aquí la cibernética de Mead encuentra las ideas pedagógicas del movimiento por la higiene social, de las que Frank ha sido un activo defensor: y aquí se halla uno de los fundamentos de la terapia familiar, una teoría situada a mitad de camino entre el individuo y la sociedad.
Gracias al esfuerzo conjunto de Bateson, McCulloch y Frank, se decide que la Macy Foundation financie una serie de conferencias que girarán en torno al desarrollo de un nuevo lenguaje interdisciplinar.
Según la definición de Wiener, su creador, la cibernética es el estudio de la autorregulación tal como se da, en los sistemas naturales (por ejemplo, la regulación homeostática del cuerpo), o bien en los sistemas artificiales por ejemplo (el termostato que regula la calefacción). Wiener es quien formula el concepto de feedback (retroalimentación). Se trata de la característica que presentan las unidades que forman un sistema cibernético en cuanto que no son meros emisores o centros de una comunicación, si no que dan y reciben siempre un mensaje de respuesta relacionado con el mensaje emitido o recibido. El mensaje siempre regresa al emisor, modificándolo.
Para comprender el juego circular de información que se establece basta con sustituir la noción de causalidad lineal (una causa determina un efecto) por la causalidad circular: una parte del sistema causa una modificación en otra parte del mismo, que a su vez reacciona modificando la primera y así sucesivamente.
La teoría cibernética permite a la institución clínica considerar que el comportamiento de los miembros de la familia depende de cómo se articula la relación con los demás, de forma que los terapeutas conceden más atención al ambiente donde se halla el individuo que a este mismo, y tratan de indagar el significado de las acciones del contexto que le rodea: así se pasa de lo intrapsíquico a lo relacional. En definitiva, pierde importancia la pregunta por el por qué de los acontecimientos (búsqueda de causas en el pasado) respecto al cómo suceden (búsqueda de modelos de comunicación en el presente).
En la cibernética se originará una de las dificultades expresivas de la terapia familiar: la tendencia a utilizar metáforas extraídas de otras disciplinas. Desconfiando de la psicología, que se enfrenta a la psiquiatría y manteniendo a menudo relaciones difíciles con el psicoanálisis, la terapia familiar tendrá siempre la necesidad de un punto de apoyo colocado fuera de ella; y es frecuente que los terapeutas familiares confundan la interdisciplinariedad de los primeros cibernéticos con la asunción parcial de las teorías distantes e irreducibles a la realidad familiar.
La terapia familiar se irá basando más en metáforas extraídas de la ciencia de la información, de las matemáticas, de la crítica literaria. Y así la terapia familiar se funda sobre la base de cualquier teoría salvo la propia teoría de la familia.
La terapia familiar y la sociedad estadounidense
Bowlby experimenta con terapias familiares antes que cualquier otro analista estadounidense, la terapia familiar surge (como disciplina independiente) en el Reino Unido muchos años después que E.U.
El nacimiento de la terapia familiar y el tipo de familia sobre la que inicialmente actúa están estrechamente ligados. Se podría considerar la terapia familiar como el intento por parte de una sociedad inquieta de protegerse contra la disgregación, buscando perpetuar el modo de convivencia ideal pero ya no a través de la sanción social sino de la curación.
Existe otro factor importante que favorece a E.U como patria de la terapia familiar y reside justamente en su modo de vida, en comparación con el resto del mundo. En E.U surge la continua presencia de diversas tecnologías que modifican nuestra percepción de vida y que se definirán como tecnologías de la saturación social. Por lo tanto, comunicarse es muy fácil, manteniendo contactos personales.
1990-2000: Modernidad y posmodernidad
Son años de transición. En todo Occidente crece el número de familias con dos padres que trabajan, y se reduce al mínimo la natalidad. Al mismo tiempo aumentan las nuevas formas de familias, como las monoparentales o reconstituidas. También las familias sui generis, como las gay o lésbicas, o bien las formas provenientes de culturas no occidentales, comienzan a ser aceptadas y, por lo tanto, a transformarse en posibles objetos de terapias.
Las nuevas condiciones económicas tienen potentes efectos sobre la vida cotidiana. Al mismo tiempo los valores que hasta ahora dan sentido a la vida individual y familiar de las personas (estabilidad, solidez, cohesión, sacrificio) son incongruentes con el contexto, donde se exige ser capa de empezar desde cero, abandonando la narración de la vida como constante progreso o como una forma de soportar pacientemente la adversidad.
El número de divorcios crece, junto con la insatisfacción de la vida en pareja, porque las personas buscan cierta profundidad en la mera y simple “intimidad”, privándose de una dimensión más amplia.
La influencia de este clima caótica verdaderamente de fin de milenio, sobre la psicología y la psiquiatría es enorme. En lo que respecta a la terapia familiar, en un mundo cada vez más individualista y competitivo, es difícil hacer referencia a muchos de sus valores fundantes, como el consenso, la solidaridad, la lealtad.
Psicología y psiquiatría
Hay en estos años un verdadero divorcio entre la psiquiatría y psicoterapia. La psiquiatría biológica se convierte en ideología.
La década se presenta difícil. Las terapias familiares tienen que sobrevivir en un ambiente menos favorable. Se tomaron diferentes caminos al respecto: algunos escogieron aceptar la psiquiatría biológica y ganarse su propio espacio. Otros deciden adaptarse a las tendencias económicas y hacen terapias cada vez más breves y esenciales (como las terapias orientadas a la solución). Otros incluso aceptan la imposibilidad de cambiar a las personas y se limitan a proporcionar a las personas la posibilidad de hablar y de ser escuchadas (es el caso de las terapias conversacionales).
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