BIOLOGÍA DE LA CONDUCTA.

Índice.

Contenido.

Índice        

Descripción del tema a investigar.        

Objetivo general.        

Hipótesis.        

Justificación.        

Marco teórico.        

Introducción.        

¿Que son las hormonas sexuales?        

La pubertad.        

Sabemos el funcionamiento de cada hormona, pero ¿cómo es que actúan?        

¿Cómo se administran las hormonas sexuales?        

¿Qué utilidad práctica tienen las hormonas sexuales?        

¿Qué riesgos conlleva la administración de hormonas sexuales?        

Esteroides.        

Esteroides sexuales sintéticos.        

Las hormonas y la homosexualidad.        

Resumen.        

Conclusión.        

Referencias.        

Descripción del tema a investigar.

     Investigar el funcionamiento del sistema endocrino desde la fecundación hasta la edad adulta.

Objetivo general.

      El objetivo de este capítulo es describir las funciones de las hormonas gonadales en el desarrollo y el comportamiento sexual. Para conseguir el objetivo se sientan las bases revisando los conceptos fundamentales de la endocrinología y el eje hipotálamo-hipófisis-gónadas y explicando el efecto de las hormonas sexuales sobre el desarrollo del sistema reproductor  y el cerebro para finalmente abordar el comportamiento y la orientación sexual. El estudio del capítulo proporciona los conocimientos precisos para comprender:

     Cómo funciona el eje neuroendocrino hipotálamo-hipófisis-gónadas.

     Cómo se diferencian los órganos reproductores internos y externos.

     Qué modificaciones y como se desarrollan  los genitales externos, los caracteres   sexuales secundarios y en la conducta se observan en los síndromes de insensibilidad a los andrógenos y en el adrenogenital.

     Qué clase de influencia ejercen los esteroides sexuales sobre el comportamiento sexual del macho y la hembra adultos.

     Qué es la diferenciación sexual del cerebro.

     Qué estructuras neurales están relacionadas con la sexualidad

Hipótesis.

     Es indispensable los procesos hormonales del sistema endocrino para el desarrollo sexual adecuado y su comportamiento, una falla de este sistema puede tener severas complicaciones biológicas y psicológicas.

Justificación.

     Existen evidencias que el comportamiento y desarrollo humano depende del eficaz  funcionamiento de las hormonas, este se ha relacionado con la definición de sexo corporal y a su vez a la homosexualidad.

Marco teórico.

     Cuando el género ya no funcione como una argolla, entonces, y solo entonces, seremos capaces de aceptar como un dato el hecho de ser macho o hembra, del mismo modo que aceptamos como un dato el hecho de ser seres humanos.

(Sandra L. Bem, 1978, 269)

HORMONAS Y SEXO

Introducción.

     El crecimiento y maduración de los órganos en el cuerpo humano están condicionados por varias hormonas, las cuales son sustancias químicas que son fabricadas en las glándulas endocrinas, son transportadas por la sangre a diferentes regiones del cuerpo donde cumplen funciones específicas, siendo estas quien determine el desarrollo y la maduración sexual, por lo tanto son las que influyen sobre el sexo.

     Por tal motivo podemos entender el por qué los hombres y las mujeres poseen diversas características que los hacen diferentes, no solo en lo físico, lo cual lo hemos basado en la influencia que ejercen dichas hormonas sexuales.

     Las hormonas influyen sobre el sexo  de dos maneras que son a través de la influencia sobre el desarrollo y al activar el comportamiento relacionado con la reproducción de adultos maduros sexualmente.

¿Que son las hormonas sexuales?

     Las hormonas sexuales son las sustancias que producen y segregan las glándulas sexuales, es decir, el ovario en la mujer y el testículo en el varón.

     El ovario produce hormonas sexuales femeninas (estrógenos y gestágenos), el estrógeno más importante que produce el ovario es el estradiol y el más importante de los gestágenos es la progesterona.

     La principal función de las hormonas femeninas es la preparación del aparato reproductor para la recepción del esperma y la implantación del óvulo fecundado.

     El testículo produce hormonas sexuales masculinas o andrógenos, siendo la testosterona el más importante.

     Los andrógenos intervienen de manera fundamental en el desarrollo del aparato genital masculino.

     Ambas hormonas son sintetizadas a partir del colesterol.

     Los folículos ováricos son el lugar de producción de estrógenos y progesterona, estas hormonas se segregan de forma cíclica, con una secuencia repetitiva de cada 28 días aproximadamente durante la edad fértil de la mujer y es conocida como el ciclo menstrual.

     Entre los 40 y 60 años la función ovárica se agota, reduciendo su producción hormonal dando como resultado la desaparición de los ciclos menstruales, este fenómeno biológico es conocido como menopausia.

     La testosterona se produce en unas células especiales del testículo (célula de Leydig) al igual que en la mujer, la producción de testosterona reduce en el hombre a causa del envejecimiento (andropausia) en los hombres no afecta de la misma manera que en la mujer.

     Podemos preguntarnos ¿cómo es que se controla la producción de las hormonas sexuales? Pues bien el control de las hormonas es responsabilidad de la hipófisis o pituitaria).

     La hipófisis es una pequeña glándula que se encuentra en la base del cerebro, la cual está dividida en dos partes (pituitaria anterior y posterior), estás están controladas por el hipotálamo, este es el que decide que hormonas son liberadas a través de mensajes hormonales o eléctricos.

     La glándula pituitaria es la encargada de fabricar diversas sustancias, una de ellas son las gonadotropinas, estas últimas son las hormonas estimulantes de las gónadas (testículo  y ovario).

Las dos hormonas principales de la pituitaria posterior son:

• Vasopresina. (facilita la absorción de agua por parte de los riñones).

• Oxitocina. (estimula las contracciones uterinas durante el parto y la                                                                                             expulsión de leche  durante la succión).

     Estas son transportadas por los axones de las neuronas hacia las terminales de la pituitaria posterior en donde son almacenadas hasta que son liberadas al torrente sanguíneo.

     Una vez que hemos entendido como es que una hormona, una glándula y como es controlada la producción de las hormonas, podemos exponer el cómo nos desarrollamos a partir de la fecundación.

     Al inicio de la fecundación cuando es formado  el cigoto, todos estamos genéticamente programados para desarrollar un cuerpo tanto femenino como masculino, por ejemplo en los varones, su cuerpo desarrolla su cuerpo  masculino gracias a que su programa de desarrollo femenino es  anulado.

     A las seis semanas después de la fecundación el feto cuenta con el mismo par de estructuras llamadas gónadas primordiales. Cada una de ellas cuenta con una cubierta externa  o corteza, la cual tiene la capacidad de convertirse en un ovario y un núcleo interno o médula que tiene la capacidad de convertirse en un testículo.

     A las seis semanas posteriores el cromosoma Y de los varones desencadena la proteína H-Y la cual provoca el crecimiento de la médula de cada gónada primordial para que se desarrolle formando un testículo.

     En la ausencia de esta proteína es cuando se desarrolla automáticamente los ovarios, se hace mención que si se inyectara a las seis semanas posteriores a su gestación el  antígeno H-Y a un feto genéticamente femenino, el resultado sería una mujer genéticamente con testículos.

     Seis semanas después de su gestación, tanto los varones como las hembras presentan dos conjuntos completos de  conductores reproductores:

• Sistema de Wolf o mesonéfrico: con capacidad de convertirse en los conductores reproductores masculinos.

• Sistema de Müller o paramesonéfrico: con capacidad de convertirse en los conductos femeninos.

     Durante el tercer mes del desarrollo masculino o femenino, los testículos segregan testosterona y la sustancia inhibidora de Müller, logrado desarrollar la sustancia de Wolf provocando el descenso de los testículos al escroto a causa de la degeneración del sistema de Müller.

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