COMO SE DA EL NUEVO APORTE DE FREUD A LA SEXUALIDAD

APORTE DE FREUD A LA SEXUALIDAD

Lo inconsciente es el circulo más amplio en el que se halla inscrito el de lo consciente. Todo lo consciente tiene un grado preliminar inconsciente, mientras que lo inconsciente puede permanecer en este grado y aspirar, sin embargo al valor completo de una función psíquica. Lo inconsciente es lo psíquico verdaderamente real: su naturaleza interna no es tan desconocida como la realidad del mundo exterior y nos es dado por el testimonio de nuestra consciencia tan incompletamente como el mundo exterior por el de nuestros órganos sensoriales. (Freud. La Interpretación de los Sueños. p. 425).

Los conflictos inconscientes de las personas, según Freud, provienen de la niñez y que afectan sus emociones y comportamientos. Esta teoría rompió la creencia de que los cambios hormonales de la adolescencia iniciaba la sexualidad. Afirmo, que desde que nace el niño ya tiene sexualidad activa y sigue durante y a lo largo del tiempo, solo que se organiza a las distintas etapas a la que le llamó “Etapas Psicosexual”. El resultado de esta organización depende solo en la forma como relacione los procesos biológicos, psicológicos y socioculturales.

Desde un inicio estudio la conducta del ser humano en cuanto a las emociones, los pensamientos, las conductas, las motivaciones, los sueños y la existencia del hombre. Encontró que la vida sexual del hombre en general, daba origen a las conductas.

En esta teoría psicosexual, dio a conocer que desde niño se comienza a determinar la formación de la personalidad y a forjar el carácter adulto, en la medida que va desarrollando conflictos entre sus impulsos biológicos innatos con relación a la sexualidad y la restricción de la sociedad. Según, esta teoría de la psicosexualidad, hay tres componentes fundamentales para desarrollar la personalidad: el “Ello”, principio de placer, como causa de motivos y deseos, siendo la parte oculta de la personalidad en la que solo busca la satisfacción de sus necesidades. El “Yo”, es la estructura que razona y el que da equilibrio a la personalidad y el “Superyo”, que es la parte ética aprendida por los padres, escuela, iglesia, la cual puede entrar a chocar con el “ello”. Cuando no hay un equilibrio entre el “Ello” y el “Superyo”; el “Yo” se va amenazado y reacciona defendiéndose, de manera que bloquea inconscientemente los impulsos, hasta lograr que sean más aceptables y menos amenazantes. Pero esto lo hace a través de unas técnicas llamadas según Freud, Mecanismo de defensa.

Freud, consideró que todo el comportamiento humano estaba motivado por las pulsiones, las cuales no son más que las representaciones neurológicas de las necesidades físicas. Al principio se refirió a ellas como pulsiones de vida. Estas pulsiones perpetúan a la vida del sujeto, motivándole a buscar comida y agua y la otra es la vida de la especie, motivándole a buscar sexo. La energía motivacional de estas pulsiones de vida, y el que impulsan el psiquismo, la llamo Libido “yo deseo”.

La experiencia clínica de Freud le llevó a considerar el sexo como una necesidad mucho más importante que otras en la dinámica de la psiques. Para Freud, el ser humano es criatura social y el sexo es la mayor de las necesidades sociales. Pero entender que Freud, hablaba de sexo, se refería no al coito sino a la libido, que la considero como la pulsión sexual.

Es cierto, que la capacidad orgásmica está presente desde el nacimiento, pero Freud no solo hablaba de orgasmo. La sexualidad, comprendida a aquellas sensaciones placenteras de la piel. Está claro, que desde bebes, niños, y adultos disfruta de las experiencias táctiles

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