Ciclo Vital Del Duelo

EL DUELO EN SUS DIFERENTES CICLOS DE VIDA

Tema general: El duelo en Bogotá

Tema particular: ciclos de la vida

Pregunta:

¿Por qué el duelo se vive de diferentes maneras de acuerdo al ciclo de vida que se esté?

Los sucesos más traumáticos –la muerte de un ser querido o los acontecimientos negativos repetidos dejan frecuentemente secuelas imborrables, moldean la visión del mundo, limitan la capacidad de entusiasmo y hacen a las personas más vulnerables a las depresiones, a las enfermedades del corazón, a las infecciones y a las úlceras de estómago. Siempre hay un antes y un después de un suceso traumático.

Pero no es menos cierto que sólo una minoría de las personas que se exponen diariamente a las pruebas más penosas de la vida muere o enferman. Después de todo, la esperanza y el espíritu de superación forman parte del instinto de conservación y de supervivencia del ser humano (Rojas Marcos, 2002).

Pero tenemos la capacidad de cambiar todo eso, somos seres humanos adaptables a la vida, al cambio constante que es la vida, superación de penas, dolores intensos e imborrables.

Por último se deja con una reflexión muy acertada de la vida (weinberger, 1999) Dentro de un ciclo de vida limitado, nadie puede aprovechar todas sus capacidades al máximo, cumplir todos sus deseos, explorar todos sus intereses o experimentar todas las riquezas que ofrece la vida humana. La vida humana está definida por la tentación entre las posibilidades de crecimiento y un tiempo finito para crecer. Al elegir qué posibilidades seguir y al buscarlas hasta donde sea posible, incluso hasta el mismo final, cada persona contribuye a la historia inacabada del desarrollo humano. Por esto debemos dedicar tiempo a nuestras familias amigos conocidos allegados, y darle un significado a nuestra vida.

OBJETIVO GENERAL:

Ofrece una visión general sobre cuáles son los principales duelos que se viven en cada una de las etapas del ciclo vital.

OBJETIVO ESPECIFICO:

• Identificando aspectos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y políticos que están estrechamente determinados en las situaciones de perdida y en cómo se viven en las diferente edades cronológicas;

• se ofrece a los profesionales encargados de afrontar estos fenómenos, una mirada multidisciplinaria en donde se identifican formas de afrontamiento que se construyen en la infancia, adolescencia, adultez y vejez respecto al duelo

ESTADO DEL ARTE

¨La única forma de vencer a la muerte, se da a través del duelo¨. (Cabden, 1964).

Sigmund Freud, en su libro ¨Duelo y Melancolía¨, fue uno de los pioneros en elaborar una teoría del duelo comprensible y teórica, afirmando que el sufrimiento de la persona en estos procesos es debido al apego interno que tiene con el fallecido, por lo que sostenía que el objetivo del duelo consistía en separar estos sentimientos y apegos del objeto perdido, permitiéndole al ¨Yo¨ quedar liberado de sus antiguos apegos y disponible para vincularse de nuevo con otra persona.

Sin embargo, otros autores como William C. Kroen (1996) proponían como estrategia para afrontar los duelos, el permitirle vivir a las personas los estados de sufrimiento y melancolía que están asociados a una situación de perdida, sugiriendo que era necesario poder llorar la muerte de un ser querido y afrontar la perdida antes de que se presentara, en el momento en que ocurriera y sobre todo después, lo que generaba en las personas un sentimiento de tranquilidad, diferente a los estados de culpa, depresión, enojo o miedo que se pueden asociar a una perdida.

De esta forma Freud y Kroen, proponen visiones diferentes sobre como comprender, asumir y resolver un duelo; razón por la cual, este estado del arte girara sobre esta línea de argumentación, en donde se colocara a conversar a autores de épocas, enfoques y disciplinas diferentes, permitiendo tener una visión amplia sobre cómo se comprendido el duelo históricamente, lo cual, permitirá encontrar puntos comunes dentro de las teorías y diferencias radicales entre ellas, ofreciéndole al lector un mapa teórico para comprender y reflexionar sobre las situaciones de perdida, pero será cada uno, quien escoja que camino recorrer.

MARCO TEÓRICO

1. DUELOS Y CICLO VITAL

¿Es posible vivir sin experimentar dolor? La vida y el dolor van de la mano, están entrelazados en la intrincada red de la existencia humana.

Constantemente estamos inmersos en el flujo del cambio, y el cambio con frecuencia, se identifica con perdida. Cualquier pérdida requiere un reajuste a una nueva modalidad de convicciones, valores, circunstancias o concepto de uno mismo.

La elaboración del duelo por esta pérdida nos permite liberarnos de las antiguas formas de pensar y de ser, y dar cabida a las nuevas, de este modo, nos recuperamos después de una perdida.

Todos los días nos enfrentamos a nuevas ideas, producciones y formas diferentes de hacer las cosas. Mientras interiorizamos esos cambios, experimentamos una perdida al desprendernos de lo conocido. Aunque sea en corta medida, y ciclos inevitables que convierten la vida en un proceso totalmente dinámico y siempre cambiante, o por haber perdido lo que conocíamos, lo que teníamos, o por una persona que fue importante en nuestra vida.

Final y principio, nacimiento y muerte, inicios y conclusiones, estos son los ritmos y ciclos inevitables que convierten la vida en un proceso totalmente dinámico y siempre cambiante.

1.1 Duelos en la infancia

Primera Infancia: Para Bowlby (1993), en la etapa de los dos años el niño es capaz de percibir la pérdida, sufriendo ante una situación de separación, sin embargo, aún no logra comprender el significado de la muerte, es así, como desde esta propuesta teórica se podría afirmar que en los niños menores de tres años, no existe un concepto de la muerte, debido a las limitaciones en su percepción de que falta algo o alguien. A esta edad la muerte equivale a la separación en un sentido concreto, desde la percepción de que falta algo o alguien, así la separación es vivida como un abandono y representa una amenaza a la seguridad.

Cuatro a Seis Años: Al igual que los infantes, los niños de esta edad, también sienten la necesidad de afecto y seguridad física y saber quién los cuidará. Están aprendiendo a expresarse verbalmente por sí mismos y lo hacen de manera afectiva a través de los juegos. De igual forma, es preciso entender que en esta etapa se presenta el “pensamiento mágico”, que es una característica importante en los niños cuyas edades fluctúan entre cuatro y seis años, lo que influye significativamente en la manera como comprenden y asumen una perdida.

Los niños que experimentan un duelo, tienen una comprensión limitada de la muerte, su manera de pensar es muy concreta, teniendo un concepto limitado del tiempo, sumado a un limitado concepto de la muerte, significa que cuando alguien muere, el niño espera que la persona muerta vuelva a la vida. Un niño puede aceptar la noticia de la muerte con realidad y hablar de ella o de la persona muerta de la misma forma que hablan de un compañero de juego.

Conceptos abstractos como el de la vida después de la muerte, están más allá de la habilidad de pensar en los niños de esta edad. Para demostrar su creciente necesidad de ser protegido, los niños en estado de duelo, pueden sufrir un retroceso de conductas que previamente dominaban, como el mojar la cama y sentir miedo a la separación.

Debido a que su punto de concentración es muy limitado, los pequeños que están afrontando una perdida, no son capaces de enfocar sus sentimientos por un largo periodo de tiempo, especialmente aquellos sentimientos que no pueden expresar.

Para los niños menores de 5 años, la muerte es algo provisional y reversible; será necesario explicarles una y otra vez lo ocurrido y lo que significa la muerte. En su mente, la persona que ha muerto sigue comiendo, respirando y existiendo, y se despertará en algún momento para volver a llevar una vida completa. Los niños de estas edades se toman todo al pie de la letra, razón por la cual, se sugiere decir que ha muerto, en lugar de usar expresiones como “se ha ido”, “lo hemos perdido” (pueden pensar: ¿y si me pierdo yo y no sé volver a casa?), “ha desaparecido”, “se ha quedado dormido para siempre” (pueden temer no poder despertarse), “Se ha marchado de viaje”, “Dios se lo ha llevado”. Estas expresiones pueden alimentar su miedo a morir o ser abandonados, y crear más ansiedad y confusión.

Para que el niño entienda qué es la muerte, suele ser útil hacer referencia a los muchos momentos de la vida cotidiana donde la muerte está presente: en la naturaleza, muerte de animales de compañía, entre otros.

1.2 Duelos en la adolescencia

Como ya se ha expuesto anteriormente, el duelo no solamente es causado por la perdida o muerte de un ser querido, el duelo abarca cualquier tipo de perdida en la cual este involucrado sentimientos hacia lo que se a perdido o se esta perdiendo. Todo cambio genera un movimiento en nuestras vidas y ese cambio a si sea natural genera un duelo, por que el cambio es sinónimo de que algo se dejo a atrás, de que algo se perdió o simplemente esta cambiando, sin importar que este cambio sea para prepararnos para una nueva etapa de nuestras vidas, genera una perdida a la cual tal ves no se este dispuesto

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