Critica Del Libro El Don De La Terapia
VivianaVega6 de Noviembre de 2013
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EL DON DEL TERAPEUTA: otra perspectiva.
La psicoterapia se haya en una crisis, debido a los que se esta viviendo hoy en día, es decir una sociedad influenciada por los avances, desarrollo tecnológico y rapidez mental, lo que conlleva a la búsqueda de terapias breves y eficaces. Se presencia crisis o desesperación cuando uno se enfrenta a la realidad de la existencia del ser humano; y al hablar de la fuerza existencial también se tendría que hablar sobre el psicoanálisis en donde influyen las pulsiones sexuales reprimidas, el consiente, el inconsciente y otros términos ligados a este campo dinámicos; pero el autor propone que no se trata exclusivamente de eso, sino de otras reocupaciones que tiene el ser humano como el aislamiento, el manejo de su libertas el sentido de su vida y por qué no de la muerte. Lo que no indica que el desarrollo de la terapia solo trate de esos temas sino principalmente se basará en la relación que se pueda entablar entre paciente y terapeuta, que se basa primariamente en la influencia que dicha relación va a tener en cuanto a las sesiones o a la terapia en general.
Uno de los puntos que son muy importantes para mi, que se tratan en el libro son la búsqueda del desarrollo de la autorrealización que poseen las personas que asisten a una psicoterapia o que se deciden a buscar ayuda para resolver sus problemas o dificultades, se plantea que la tarea fundamental será identificar y remover aquellos obstáculos que no permitan la realización de los objetivos o metas que se plantee el paciente, asimismo también se dirigen a un proceso de terapia aquellas personas que en un inicio no se percatan que pueden tener algún “obstáculo” o “problema” en el desarrollo de su vida y que solamente sienten que no pueden realizar sus objetivos y que no hay “fuerza” alguna que evite dicho desarrollo, pues solo tiene la idea de que no pueden realizar ciertas actividades o que no podrán llegar a ser exitosos en la ejecución de alguna actividad.
Es por eso que se debe tomar a la psicoterapia como un medio de despliegue gradual para que tanto el terapeuta como el paciente vayan conociéndose mutuamente y también desarrollar el autoconocimiento y desarrollo de nuestro paciente. Este punto conlleva a otro de igual importancia que es el hecho de no etiquetar a nuestro paciente con un diagnóstico o evitar que éste dirija el desarrollo de las sesiones, puesto que al hacerlo limitaremos las perspectivas y la visión tanto de la terapia como las del terapeuta, asimismo una vez hecho el diagnóstico, sólo atendemos a cualquier confirmación, aunque sea sutil, del mismo, y dejamos de ocuparnos de aspectos del cliente que no encajen que pueden ser solamente puntos o ideas que se tomarían como distractores de la terapia. Es muy importante poner atención en esto ya que si le damos mayor importancia al diagnóstico podríamos conseguir que éste se convierta o pueda llegar a ser una profecía autocumplida.
Como se menciono anteriormente, la relación entre terapeuta y paciente es fundamental para que la terapia pueda resultar y se logre obtener frutos de tal modo que sea cualquiera el tema o el motivo por el que se haya iniciado la terapia el paciente debe obtener un resultado de desarrollo y sobre todo de autorrealización; pero aquello no se podrá lograr si es que la relación entre estas dos personas no es buena, es por eso que apoyo la idea manifestada por el autor puesto que el manifiesta: <<. …yo prefiero hablar de “compañeros de viaje”, de este modo se suprimen las distinciones entre ellos, los afligidos y nosotros, los que curamos. >>. Pues tiene mucha razón al tomar desde ese punto de vista ya que se muestra la igualdad para ambos, y del mismo modo la comunicación entre ellos será una cuestión horizontal, pues no por el hecho de tener un conocimiento más “profundo” sobre la personalidad y otros campos más, hace que el terapeuta sea mejor persona o más desarrollada que el paciente que se acerca por el hecho de necesitar un servicio.
Es necesario prestar atención a las conductas que manifieste el paciente en el desarrollo de la terapia, muchas veces éstos no suelen abrirse por completo en el desarrollo de las sesiones, pues pueden sentirse explorados, abusados y en otras ocasiones pensar que posteriormente serán abandonados después de haber confiado sus secretos o sus vivencias personales. Del mismo modo expresar el apoyo positivo para con el paciente tanto en las metas u objetivos que se plante, pero teniendo en cuenta no involucrarse emocionalmente con la situación que este viviendo el paciente.
Después de brindarle al paciente apoyo y atención necesaria en muy importante el uso de la empatía y mucho más importante es la relación al aquí y ahora de la sesión; buscar que los pacientes vivencien cada sesión de modos muy diferentes a como lo hace el terapeuta. Cada paciente vivencia emociones y reacciones inesperada desde la perspectiva del terapeuta. El paciente valoriza partes muy diferentes de la sesión. Lo que desde el punto de vista del terapeuta parece accidental, al cliente puede resultarle crucial, y viceversa. Un ejemplo muy claro del uso de la empatía puede ser el siguiente: “Bob, cuando pienso en tu relación con Mary, lo que entiendo es lo siguiente…”
Otro punto con el que estoy de acuerdo con el autor es el preguntar al final de cada sesión cuales son los sentimientos que tuvo en el desarrollo de ésta, las experiencia que puede rescatar del momento, lo cual permitirá también ver que es lo que se tendría que mejorar para las sesiones posteriores y también saber en especifico cuales son las emociones de nuestro paciente. También se debe entender el propósito de explorar el pasado, ya que éste es clave en el desarrollo de la terapia, no porque nos vaya a permitir hallar explicaciones causales, sino porque nos hace ser más empáticos.
Entonces teniendo bien en claro la importancia del uso de la empatía dentro de la terapia, para con los pacientes, es necesario que se ayude al paciente a desenvolverse de manera empática en su medio, ya que al desarrollar esta capacidad en él, se esta contribuyendo con su desarrollo y progreso; puesto que normalmente si es que alguien acude a una terapia se puede deducir que el principal motivo es el de no poder mantener relaciones gratificantes o la dificultad para poder identificar o entender los sentimientos y experiencias de los demás.
Por otro lado el autor recomienda permitir al paciente ser importante para el terapeuta, lo cual involucra el hecho de prestarle la atención debida, del mismo modo se deben manifestar los errores que uno crea convenientes para así hacer comprender al paciente que es importante para el terapeuta y tener en cuenta “Una revelación del terapeuta, genera una revelación en el cliente.” De este punto, parte la importancia también de no pensar que por el hecho de que el cliente A se acerque a terapia por un motivo parecido al del cliente B, la dirección de la terapia o la estructura no será la misma, pues cabe resaltar que cada persona es diferente y posee capacidades y habilidades diferentes, así como los rasgos y tipo de personalidad.
Otra de las afirmaciones del autor que me resulta importante es el hecho de buscar un terapeuta con quien iniciar una psicoterapia; uno de los grandes beneficios de que el terapeuta se someta a una terapia es sentir en la propia piel el enorme valor del apoyo positivo. ¿De qué se acuerdan los pacientes años más tarde al recordar la terapia? No recuerda nuestros “grandes insights ni interpretaciones”, sino de las declaraciones de apoyo positivo del terapeuta. Considero esencial por tanto expresar regularmente mis pensamientos y sentimientos positivos a mis pacientes. Por ejemplo, alabo sus aptitudes sociales, su curiosidad intelectual, su afectuosidad, su lealtad con los amigos, su capacidad de ideación, su coraje para enfrentar sus demonios internos, su dedicación al cambio, su disposición a revelar su intimidad, la dedicación hacia sus hijos, su ruptura con ciclos de abuso.
Nuestros sentimientos inmediatos representan datos preciosos. Cuando durante la sesión uno se sienta irritado, confuso, sexualmente excitado, dejado de lado por el paciente, etc. Debe tomar estos sentimientos como información valiosa. Por esto es clave la terapia personal. De este modo vamos eliminando nuestros puntos ciegos, entonces sabremos cuanto de ese tedio o confusión es suyo, y cuanto de eso es evocado por el paciente. Así si el paciente es quien evoca tedio, sabrá que él es tedioso para otros y en otros escenarios. se debe preguntar: ¿Cuándo comenzó? ¿Qué hace exactamente el paciente que lo vuelve tedioso? Y puede comunicársele al paciente algo como:
“Mary, déjeme decirle una cosa. En los últimos minutos me he sentido desconectado de usted, un tanto distanciado. No tengo la certeza del por qué. Solo sé que ahora me siento diferente de lo que me sentía al inicio de la sesión, cuando usted me describía sus sentimientos por no conseguir lo que quería de mí, cuando usted habló desde lo más profundo de su corazón. Me pregunto ¿Cuál es su nivel de conexión
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