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DIRECCION DE GESTION E INCLUSION FAMILIAR


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2019  •  Informes  •  6.849 Palabras (28 Páginas)  •  153 Visitas

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Licenciatura En Psicología.

PRACTICA SUPERVISADA I

Rotación en Adolescentes

DIRECCION DE GESTION E INCLUSION FAMILIAR

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PROFESOR TITULAR: LIC. EMANUEL GUARAGLIA

Alumna: Liliana piana.

AÑO 2019

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INTRODUCCION

"Todo ser viviente debe morir un poco todos los días. Es decir, debe mutar; padecer la pequeña muerte celular que renueva y da vida. Nosotros, los adultos, perdemos cada día un poco de nosotros mismos, de manera incesante e inadvertida. Cuánto más terrible ha de ser este fenómeno en el adolescente, en quien todo tiene que cambiar a la vez, violentamente: el cuerpo debe desmembrarse, la infancia irse, y la cabeza, mareada, debe reconquistar penosamente su poder sobre el cuerpo".

¿De qué manera se puede trabajar, intervenir y modificar algo de la realidad de los adolescentes  en situación de vulnerabilidad?

Este interrogante da lugar a la necesidad de reconocer  que muchas veces, tenemos límites en la formación como profesionales de la Psicología, dado que la respuesta más rápida es que son “sujetos perdidos”, estos adolescentes, pero que es importante  la intervención en un área concreta determinada, con una población definida, va más allá del rol del psicólogo centrado en un espacio únicamente (consultorio),  sino que debe demostrar capacidad, en lo que a práctica se refiere, para adaptarse a las condiciones de la Entidad.

Asistir a la práctica en la Dirección de Gestión e Inclusión Familiar, conlleva a estudiar de qué se trata la etapa de la adolescencia, como perciben los adolescentes, el espacio de escucha y posibles intervenciones provenientes de parte del psicólogo como así también los resultados y las posibles consecuencias.

El Psicólogo debe poseer la capacidad de colocar límites con firmeza, pero sin rigidez, demostrándose flexible y abierto a las mejoras, la capacidad de escucha, la empatía a nivel general que se necesita para trabajar con todos los agentes de la Entidad de Acogida y ejercer un liderazgo tal, que posibilite la realización de capacitaciones y la aplicación de técnicas grupales, además la paciencia, pues es exigida en estos adolescentes en situación de vulnerabilidad social, asociada a la situación de pobreza, los expone a numerosos factores de riesgo que comprometen su calidad de vida y funcionamiento psicológico, hay una mayor fragilidad emocional, menor desempeño intelectual, y peor ejecución académica en estas situaciones. Sin embargo, los daños potenciales ocasionado por todas las situaciones que se vinculan con esta problemática, no son irreversibles. Existen también factores protectores que amortiguan el impacto de las diferentes clases de deprivación a las que están expuestos estos jóvenes. Las emociones positivas pueden contrarrestar los efectos nocivos que acarrean las vivencias derivadas de las situaciones de abandono, abuso, pobreza, violencia, etc. Esta entidad no pretende reemplazar a la familia del adolescente con dificultades de vínculos sino que, con espíritu solidario, les brinda un espacio físico y emocional  mientras se resuelve definitivamente su situación. Todo lo mencionado está regido por las leyes y convenciones internacionales, que avalan el modelo de la Entidad de acogimiento, además de que rigen la forma de actuar de los agentes. Las leyes son, en este modelo, necesarias y fundamentales para salvaguardar el estado y la integridad del niño y adolescente, las mismas no solo se dirigen a las familias y entidades, sino también a los profesionales que prestan sus servicios a ellas. Las distintas intervenciones ubican al profesional de la Psicología en un puesto clave e importante para los principales usuarios, los jóvenes. El rol consiste en el sistema de expectativas que existen en el mundo social que rodea al ocupante de una posición, expectativa referente a su comportamiento hacia los ocupantes de otras posiciones, un acompañamiento permanente que incluya orientación en cada caso particular y en el manejo general de la entidad de abrigo, así como la resolución de conflictos particulares que pudieran surgir con los padres o el matrimonio encargado con respecto a su rol y sus responsabilidades. Es un trabajo de acompañamiento, de ayuda y un apoyo profesional, para sobrellevar aspectos de un proceso que de por sí es difícil y complejo, en donde queda  "queda mucho por hacer”.

DESARROLLO

La Dirección de Gestión e Inclusión familiar, institución en la que realicé mi rotación en adolescentes, es  un organismo de aplicación de la Ley Nacional N° 26061, de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y la Ley Provincial 8848, de Protección Integral de niños, niñas y adolescentes en La Rioja, depende de la Subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, del Ministerio de Desarrollo Social. Realiza intervenciones y resguardo de niños, niñas y adolescentes ante la vulneración de su integridad. Los programas de la institución  a los cuales llegan casos de protección excepcional, donde el niño sale de su familia y puede alojarse en alguno de los dispositivos siguientes:

  • Hogar Niño Alcalde: es el primer espacio de acogida para la adopción y medidas de protección excepcionales. Está a cargo de operadores y cuenta con una capacidad para ocho chicos. El hogar Niño Alcalde es residencial porque funciona con un sistema de operadores que realizan guardias, entonces hay 25 personas que los rodean y comparten la vida cotidiana de los niños que están en ese dispositivo.

  • Familias de acogimiento: Matrimonios que son seleccionados en una convocatoria abierta para cuidar y acompañar en la transición institucional a niños y adolescentes que se encuentran bajo medidas excepcionales

  • Centro de referencia donde asisten los niños, niñas y adolescentes de los demás programas a realizar actividades inclusivas y de reinserción social: apoyo escolar; Terapia Ocupacional, apoyo psicológico, actividades deportivas, etc.

  • Dispositivo de acogimiento “ Lázaro”, como resultado de un convenio entre la Dirección de Gestión e Inclusión Familiar y la Fundación Piedad. El mismo consistió en que dicha fundación ponía a disposición vivienda, matrimonio cuidador y asumía la responsabilidad de la cobertura de las necesidad materiales.

La realidad institucional está caracterizada por una dinámica y un modo de albergar la urgencia y  la demanda distinta, por lo que el personal de la institución debe adaptarse constantemente a la demanda cotidiana.  En la rotación con adolescentes,  la  referente Lic Evelin Vallejos, señala  que el objetivo principal de las prácticas estarán orientadas a observar, participar, reflexionar acerca de  como perciben, los adolescentes, el espacio analítico, la escucha,  en las intervenciones, a través, sugiere la referente de talleres, en donde circule la palabra, un dibujo, un collage, una frase, que den cuenta de sus deseos, su autoestima, los estereotipos, la autonomía, el cuerpo sufriente, la  complejidad de la etapa del desarrollo psicosexual que están atravesando, los jóvenes de los diversos dispositivos que depende de esta dirección.

En lo institucional, conviven dos enfoques acerca de la niñez y adolescencia, la Doctrina de la Situación Irregular Patronato del Estado (Ley 10.903), menores como objeto de intervención:

  • Categorías: abandono o peligro material o moral

  • Juez de Menores que interviene y aplica una pena (“medida tutelar”)

  • Tratamiento indiferenciado.

 Un modelo de patronato o caritativo, la famosa TUITIVA, que se expresa aun en los discursos, y que observé en las creencias y costumbres de los operadores: “pobrecitos”, les trajimos esto”, ellos son los…”, “la que salió en el diario...”,  y un modelo de Protección Integral,  una nueva concepción de la Niñez y adolescencia, que lo reconoce como sujetos de derechos y ciudadanos. A partir de esta mirada, trabajamos con la referente acerca de los paradigmas que circulan en las instituciones con adolescentes vulnerados en sus derechos, a modo de un análisis institucional, por un lado y luego poder trabajar también con los jóvenes y sus realidades.

Del análisis institucional surge que en la Dirección:

  • Está vigente la normativa de la protección integral de derechos de la niñez y adolescencia.

  • Establece una nueva institucionalidad para la intervención específica en materia de niñez y adolescencia.

  • Requiere de mayor especialización en los operadores públicos y privados que intervienen en la materia.

  • La realidad institucional se contrapone a ello: organizaciones con formas arcaicas de intervención.

  • La realidad social es compleja y demanda de mejoras en las prácticas institucionales y profesionales.

¿Cómo pueden producirse entonces,  las mejoras en pos de la protección integral de derechos? ¿Qué debemos tener en cuenta?

 Son interrogantes para poder realizar un análisis reflexivo, desde nuestro futuro rol como psicólogo, un primer paso, es la instauración de las niñas, los niños y los adolescentes como sujetos plenos de derecho a la par de los adultos, y una propuesta potente que recupere y refuerce los avances realizados en otras disciplinas comprometidas con el bienestar de la niñez y la adolescencia para abandonar definitivamente el concepto que posiciona a los niños y adolescentes como objetos pasivos de intervención por parte de la familia, el Estado y la comunidad.

Como parte de la rotación adolescente, además de un primer acercamiento desde lo institucional, fuimos invitados a acompañar a los niños y adolescentes  del Hogar a una vista guiada al Museo de Ciencias Naturales de la Unlar, tuvo como objetivo establecer un primer contacto con los chicos, conocernos, apertura a la palabra. A partir de allí comenzamos a pensar propuestas de intervención a partir de las observaciones en terreno, una serie de 3 talleres de diferentes temáticas, orientados a las etapas del desarrollo psicosexual, la pubertad, el cuidado del cuerpo, la autoestima, género, estereotipos. En Anexo se adjuntan los talleres realizados.

  • Taller 1: Cuidado del cuerpo y salud

  • Taller 2: Cambios en el cuerpo y métodos de anticoncepción

  • Taller 3: (Des) armando Géneros

Como resultados de las actividades propuestas, observé poca tolerancia a la frustración, les cuesta escribir y escribirse, hacer collages, son jóvenes en situación de vulnerabilidad social, me pregunto: ¿qué lugar ocupan en el deseo de los padres y como eso repercute en ellos? Si emergen sólo que son sujetos en situaciones de abusos intrafamiliares o de violencia grave por parte de familiares convivientes, los que los ha llevado a ser adolescentes sobreadaptados, desinhibidos sexualmente o con conductas bizarras: “este es un sistema de desprotección de los derechos” (N, 15 años), amenazas de muerte como consecuencia de abuso sexual: “soy un objeto” (R, 17 años mamá de un bebé de 2 años), o víctimas de una madre alienada a la lógica perversa, sin maternaje: “ella defendió a mi padrastro, él me abusaba” (M, 16 años), con problemas de bordes y límites, no se respetaban las reglas de juego, turnos y los tiempos de espera, el respeto entre compañeros, todos desean un espacio de  escucha.

Durante el desarrollo del Taller 3; A. 12 años (abusos reiterados e intentos de suicidio) manifestó una explosión emocional, porque durante la actividad circularon significantes que la llevaron a resignificar los abusos de la que fue víctima en su hogar, como futuros psicólogos, se refuerza entonces, el acompañamiento para que pueda participar de la jornada, se abre un espacio de escucha ya que demanda un espacio de contención y una búsqueda de ser sostenida emocionalmente, pues observamos que son adolescentes que tienen una tendencia marcada a la desafectivización, fueron vulnerados en sus derechos por sus familias, ya J. Lacan, definía a la familia como una estructura compleja que no puede ser reducida al hecho biológico. Las funciones materna y paterna exceden, desde el comienzo, al parentesco sanguíneo. El concepto de familia está atravesado por una nueva dimensión en la realidad social y en la vida psíquica, se trata de una dimensión cultural de la familia humana. Es decir, que el vínculo entre padres e hijos no pertenece al campo de lo naturalmente dado, sino que siempre es algo a construir. Son vínculos que implican una decisión, una elección, por lo que corresponden al campo de lo simbólico y es aquí que el sentido simbólico de los síntomas que desconectan al adolescente de sus relaciones con la vida cotidiana, de su historia, en la confesión de sus fantasmas, en las suspensiones del discurso, en las vacilaciones, inflexiones, en la dificultad de aplicación a la regla fundamental, en los retrasos en las sesiones , las reacciones de enojo o de ira, una fragmentación, intención agresiva, imágenes de mutilación, originarias de la vulneración de sus derechos, cuyo deber especial de protección recae en el Estado , la familia y la comunidad. Estos talleres permiten reflexionar, que el “sálvese quien pueda” que circula en estos jóvenes, producto de estar desintegrados socialmente, requiere de  nuestro sostén, debiéndose respetar: su condición de sujeto de derecho; ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta; el pleno desarrollo personal de sus derechos en el medio familiar, social y cultural, allí radica el rol como futuro psicólogos.  Cuando el niño, niña o adolescente en la etapa de desarrollo en la que se encuentra, es respetado como portador de una percepción autónoma de sus necesidades, percepción de su situación y de la situación alrededor de él; de un pensamiento, una conciencia y una religión; como sujeto del cual depende libremente la comunicación y la asociación con otros sujetos, puede empezar a transitar los pasos hacia una subjetivación, que le fue interrumpida, al ser víctima de desamparo, abusos, abandono. Será la figura del psicólogo quien, a partir de la escucha, posibilitará el viraje de esta situación, trabajando sobre las consecuencias que, entre otros factores, la vulnerabilidad extrema genera en esta población desventajada, manifestándose en fallas en los procesos de simbolización, que se vuelven visibles en los diferentes ámbitos de los que participa el joven, fracaso escolar, malestar, dificultades para establecer y mantener los vínculos. La intervención psicológica, tendrá como objetivos, entonces,   propiciar la valoración de la propia palabra, sus deseos y el aumento de la confianza en relación a sus capacidades. Dar lugar a la reversión de la automarginación, en donde el deseo y la palabra del sujeto no tienen valor, en donde la característica principal es la apatía y la convicción de un fracaso ante cualquier proyecto, por pequeño que sea. Generar un espacio que lo sientan propio, que los haga sentir que su palabra vale, que es importante, tanto para sí mismo como para los demás. Un espacio de creatividad, estimulando sus pensamientos, ideas, habilidades, destrezas, favoreciendo de este modo la autonomía y autorrealización del adolescente, a lo largo del desarrollo de los talleres, vemos que a M, 14 años le gusta el arte y el rap, a G, 16 años, las manualidades, a N, 15 años, deseo de ser un buen abogado, a A, 13 años, el maquillaje artístico.

Todas estas intervenciones que se dan con nuestras prácticas, en esta Institución le permitirán al joven tramitar lo que sufrió pasivamente, haciendo lugar a una posición activa, autónoma y deseante. A lo largo de la rotación hubo una buena participación grupal, cada actividad, cada escena,  les permitió expresar sus emociones, sus silencios, sus gestos, sus dibujos y frases, Lacan diría la escena detrás de la escena, que refiere al objeto, pero al objeto al que el sujeto se ha identificado. Comenzar a situar esa escena detrás de la escena hace posible darle un carácter significante a lo que el sujeto repite en su cotidianeidad. Se trata entonces de la construcción de la escena fantasmática, y es a partir de esto que un sujeto va a tener la posibilidad de re-escribir eso que actúa y actuó desde siempre. Sólo en la medida en que el lenguaje interroga lo escrito desde siempre, y que conduce a la repetición, es que eso escrito puede comenzar a re-escribirse, ahí está situado nuestro rol como Psicólogos, acompañar esta puesta en escena, reconstruir los lazos familiares, por los cuales fueron excluidos de sus hogares, revincularlos o intervenir en posibles casos de adoptabilidad. La adolescencia es una 2º oportunidad en la vida para la constitución de la subjetividad, para atravesar las operaciones simbólicas que quedaron fallidas o inconclusas en la niñez, o por el contrario, fijar o agravar las formaciones psicopatológicas de la infancia o generar nuevas es un momento donde vuelven a transitarse las operaciones simbólicas que hacen a la subjetividad en los 1eros años de vida, con las variaciones que impone la pubertad. En este transitar, el niño deja de serlo, para devenir adolescentes.  Lo paradójico de estos trabajos subjetivos, de apropiación y escritura, representación psíquica de la genitalidad, máxime si fueron víctimas de abuso o violencia sexual, los sujetos no la pueden realizar solos. El adolescente necesita del par que funciona como doble especular. “Lo más intimo no se encuentra en la esfera de lo privado, sino en el espacio transicional y a través de manifestaciones en la esfera pública”. Este doble de espejo lo ocupa, el psicólogo, referente adulto no familiar,  que la transferencia funciona como un doble interno pero objetivo en tanto real. Y el análisis un espacio “entre” lo público y lo privado, donde se pueden encontrar con su intimidad sin sentirse solos o desamparados, un psicólogo como figura estabilizadora.

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