Diversidad Sexual

INTRODUCCIÓN

En cualquier circunstancia el individuo se expresa como representante de uno u otro sexo tanto al caminar, al hablar, en los gestos e incluso, cuando se trate de la moda que predomine, hay casi siempre algún detalle que los diferencia.

La sexualidad es una dimensión de la personalidad, el hombre y la mujer son seres sexuados, lo que significa que expresan permanentemente su sexualidad a través de su condición genérica. La diversidad sexual comprende no solamente la esfera privada de las personas sino su entorno e inserción social, cultural, familiar y laboral.

Sin embargo, la historia por la que ha atravesado la sexualidad está llena de tabúes y prejuicios. Durante mucho tiempo, el sexo se ha considerado como algo sucio, pecaminoso y turbulento.

En los diferentes países y comunidades se expresa la sexualidad de acuerdo con las tradiciones y costumbres que practiquen, esto fundamenta la variedad de manifestaciones que ocurren en esta vida.

La sexualidad es un fenómeno sociocultural que está influenciado por la calidad de nuestras relaciones interpersonales y por el contexto en que vivimos

En este trabajo intento explicar las definiciones abstractas de lo que es la diversidad sexual y genérica, para aterrizar el concepto, dando a conocer algunas expresiones culturales, sexuales y genéricas que se encuentran envueltas en una breña de prejuicios, creencias, mitos y tabúes.

DESARROLLO

Comenzaré con describir algunos conceptos según diferentes autores, acerca de la diferencia entre sexo y género:

Sexo: Es nuestra feminidad o masculinidad biológica.

Género: Es la forma en que las personas expresan su sexualidad, parte de un principio biológico, sin embargo es producto de la formación social, psicológica y cultural del individuo.

Expresión sexual: Es el impulso de hombres y mujeres hacia personas del sexo opuesto o hacia personas del mismo sexo.

Expresión genérica: es la forma en que hombres y mujeres expresan características culturales masculinas y femeninas, independientemente de la expresión sexual.

La diversidad sexual es un conjunto de expresiones de la sexualidad que involucra tres dimensiones: la orientación sexual, de acuerdo a la dirección erótico-afectiva del objeto amoroso; la identidad sexual, según la definición sexual que adoptan las personas; y la expresión sexual, en relación con las preferencias y comportamientos sexuales que adopta la persona, que adquieren significado en cada una de las culturas.

Existe una diversidad de prácticas y creencias que regulan la expresión sexual en las distintas culturas del mundo, sin embargo, la información sobre las costumbres sexuales de las demás sociedades es muy limitada, por lo que cuando se habla de diversidad sexual se hace referencia a prácticas no heterosexuales.

Actualmente se considera como expresiones genéricas las siguientes: heterosexual, homosexual, lésbica, bisexual, travesti, transexual, transgénero, intersexual y poliamoroso.

Cada cultura otorga valor a ciertas prácticas sexuales y denigra a otras a partir de una determinada concepción de la sexualidad, calificamos de antinatural lo que desconocemos o lo que nos parece extraño.

Las creencias religiosas influyen grandemente en las actividades sexuales y en la conducta de las personas. La influencia de la religión ha sido positiva y benéfica para mucha gente. Sin embargo, en ciertos casos, como en aceptar las múltiples manifestaciones de la sexualidad, la influencia de la religión ha sido negativa y contraproducente.

Larsen y sus colaboradores (1980) han observado que las doctrinas religiosas con frecuencia predican el amor, la comprensión y la tolerancia, pero en la práctica dichas doctrinas asumen modalidades de rechazo, castigo e intolerancia.

La tradición cultural judeocristiana occidental considera la heterosexual, como la relación “natural”, por su complementariedad reproductiva. Por lo tanto la sexualidad sin fines reproductivos o fuera del matrimonio, no heterosexual, no de pareja, es definida como perversa, anormal, enferma, o, simplemente, moralmente inferior. El placer es malo y sólo se acepta la sexualidad si se vuelve un medio para reproducir a la especie. Esto significa que las prácticas sexuales tienen, por sí mismas, una relación inmoral “natural”, expiable con culpa y sufrimiento.

Sin embargo, se considera que lo “natural” respecto a la conducta humano no existe, a menos que se le otorgue el sentido de que todo lo que existe, todo lo humano, es natural. El término “natural” suele encubrir una definición centrada en la propia cultura (etnocéntrica)

La homosexualidad fue un fenómeno bien conocido en la Roma antigua, donde se practicó de manera abierta y común. Los antiguos griegos la consideraron no solo como algo natural, sino también como una modalidad del amor, más elevada que el afecto heterosexual.

En los países del Sur, Sudáfrica, y Ecuador incluyen en su Constitución la orientación sexual como una categoría expresamente protegida contra la discriminación.

Por otro lado, en muchos otros países sigue vigente una legislación que prohíbe o regula la actividad sexual consensual entre adultos del mismo sexo. Ciertas leyes, a menudo denominadas "leyes de sodomía", reglamentan actos sexuales específicos (por ejemplo, las relaciones anales) independientemente del sexo o de la orientación sexual de la persona, mientras que otras prohíben una serie de actividades sexuales entre personas del mismo sexo.

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