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EL DESARROLLO COGNITIVO DE PIAGET LAS NOCIONES LOGICAS LAS ETAPAS DEL DESARROLLO SOCIOAFECTIVO SEGUN ERIK ERICKSON

vivi.952 de Septiembre de 2014

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EL DESARROLLO COGNITIVO SEGUN PIAGET

DESARROLLO COGNITIVO

Probablemente, la teoría más citada y conocida sobre desarrollo cognitivo en niños es la de Jean Piaget (1896-1980). La teoría de Piaget mantiene que los niños pasan a través de etapas específicas conforme su intelecto y capacidad para percibir las relaciones maduran.

Estas etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las etapas son las siguientes:

Etapa sensoriomotora.

Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.

Etapa preoperacional.

Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años. Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella. También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc.

Un segundo factor importante en esta etapa es la Conservación, que es la capacidad para entender que la cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua contenida en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán que el vaso más alto contiene más agua debido solamente a su altura.

Esto es debido a la incapacidad de los niños de entender la reversibilidad y debido a que se centran en sólo un aspecto del estímulo, por ejemplo la altura, sin tener en cuenta otros aspectos como la anchura.

Etapa de las operaciones concretas

Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico y por la capacidad creciente de centrarse en más de un aspecto de un estímulo. Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero.

Sólo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos aquellos que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místico para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.

Etapa de las operaciones formales

En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor comprensión del mundo y de la idea de causa y efecto.

Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la solución a un problema.

Otra característica del individuo en esta etapa es su capacidad para razonar en contra de los hechos. Es decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice como la base de una discusión, es capaz de realizar la tarea. Por ejemplo, pueden razonar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el cielo fuese rojo?”

LAS NOCIONES LOGICAS

En general, el niño adquiere esas nociones de forma espontánea, jugando y manipulando los objetos de su entorno a una edad que oscila entre los 5 y los 7 años. Pero por debajo de esta norma quedan muchos alumnos y alumnas a los que les cuesta comprenderlas, tardan más conseguirlas o simplemente no llegan a asimilarlas bien. Esto sucede por diversos motivos, relacionados unos con la evolución del propio niño, y otros con el contexto en que ésta se produce.

Para comenzar la enseñanza de los números y las operaciones aritméticas, se ha señalado que los alumnos y alumnas tengan asimiladas algunas nociones lógicas que conduzcan de forma natural y directa a la comprensión del número, y formen la base de toda la actividad matemática. Estas nociones comprenden:

• Conservación de la Materia.

• Reversibilidad de las operaciones.

• Correspondencia término a término.

• Seriación.

• Clasificación.

Conservación de la Materia:

Toda la matemática está fundamentada en el principio de la constancia de la cantidad de materia a pesar de las modificaciones que se realicen en su apariencia externa. Si no fuera así, no sería posible hacer operaciones. Ahora bien, los niños y niñas en edad preescolar o comienzos del ciclo inicial y los que presentan alguna perturbación en su desarrollo que les ha impedido contrastar suficientemente su experiencia con la de los demás o con la misma realidad, creen con firmeza en lo que perciben, tal como lo perciben: si la materia ha sufrido algún cambio en su apariencia, piensan que también la cantidad ha cambiado en ella. Su pensamiento no se ha independizado aún de la percepción, por lo que no hacer una interpretación elaborada de los datos que reciben, sino que se limitan a aceptarlos.

Por otra parte, la capacidad de atención de estos niños no se ha desarrollado aún en forma que les permita tener en cuenta varios elementos a la vez, no se fijan en otra, y menos en la proporción que existe entre las dos.

La combinación de estos dos factores: influencia de la percepción inmediata y dificultad para considerar varios elementos a la vez es causa de numerosos errores en la adquisición del concepto de conservación de la materia. Estos errores se dan tanto en el caso de utilizar materiales continuos o discontinuos.

• Con materiales continuos:

Se denominan así los materiales que no se pueden dividir en partes contables, como el agua, la arena, el aserrín, etc. Si se muestran dos recipientes iguales con la misma cantidad de líquido, y a continuación se trasvasija el líquido a uno de uno de ellos a otro recipiente más ancho y corto, por ejemplo, un niño con dificultades seguirá creyendo, como los más pequeños, que la cantidad de líquido ha variado, pues que ocupa un espacio visualmente diferente. Aparece distinta y, su pensamiento, dependiente de lo que percibe la considera distinta.

• Con materiales discontinuos:

Son los que se pueden separarse y contarse como elementos, como las cuentas, tacos, lápices… al realizar una actividad semejante a la anterior, pero utilizando este otro tipo de material, los niños comenten las mismas equivocaciones. En este caso, incluso se les puede pedir que, si saben hacerlo, cuenten los elementos juntos. Si aún no tienen adquirido el concepto de conservación de la materia, el cambio de forma o de recipiente supone para ellos un cambio de cantidad; aun habiendo contado los elementos antes y después, y comprobando la igualdad numérica, continúan pensando que la cantidad ha variado. Esto prueba que la noción de número no tiene todavía significado para ellos.

Reversibilidad:

La noción de la conservación de la materia va íntimamente unida a reversibilidad: a cada acción u operación le corresponde la acción u operación contraria. Si se añaden cinco cuentas a un collar pueden retirarse esas cuentas. Si se trasvasija el agua de un recipiente a otro, se puede después retornar al recipiente primero. La cantidad inicial no ha variado en ambos casos. La cantidad inicial no ha variado en ambos casos. En el plano de las operaciones numéricas la sustracción es inversa a la adición y la división de la multiplicación de modo que si se efectúa la adición 5+4=9, por ejemplo, se puede restar 9-4 para conseguir nuevamente el 5.

Cuando se quiere comprobar que, al actuar sobre una cantidad, ésta varía, debe hacerse la operación inversa para volver al punto de partida. Sin embargo, los niños que no han adquirido la noción de reversibilidad siguen pensando que cada vez están trabajando con cantidades distintas, y no comprenden que para anular una acción basta con realizar la opuesta. En cálculo numérico, siguiendo el ejemplo anterior, pueden efectuar la adición 5+4=9 y después la sustracción 9-4=5, pero tienen dificultad para establecer la relación entre ellas.

Correspondencia:

Este concepto está ligado al anterior y supone un paso más

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