EL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LAS RELACIONES IMPORTANTES PARA LOS NIÑOS

EL DESARROLLO INFANTIL EN EL MARCO DE LAS RELACIONES IMPORTANTES PARA LOS NIÑOS

El desarrollo de los niños es un proceso muy complejo en el que confluyen diferentes aspectos tanto biológicos como culturales. ¿Por qué califico al desarrollo como complejo? Porque es al mismo tiempo similar y diverso entre niños de diferentes culturas.

Las pautas similares de desarrollo infantil hacen referencia a las predisposiciones y capacidades biológicas con las que todo individuo nace y que dan origen a la evolución de cada persona según los regimientos que la naturaleza ha dado a la vida humana, es por ello que Bowman y Frances (1994) afirman que, de acuerdo con dichas predisposiciones innatas, “los logros del desarrollo son aprendidos de manera similar por todos los niños y ocurren en secuencias predecibles” (p. 45).

Sin embargo, tomando en cuenta que la cultura es un segundo factor que influye en el desarrollo de los niños y, considerando que todas las culturas son diferentes, resulta evidente la deducción de que el medio cultural aporta variables significativas a los estilos y ritmos de desarrollo infantil. Respecto a ello los mismos Bowman y Frances (1994) señalan que “existen distintas interpretaciones culturales del desarrollo y, por tanto, diferentes prácticas educativas” (p. 45); incluso, en contraste con las predisposiciones genéticas antes mencionadas, menciona también la existencia de aspectos individuales en la estructura genética de los seres humanos los cuales influyen en su maduración.

Resultando ser tanto similar como diferente el proceso de maduración de cada infante (ya que aunque se encuentren dentro de una misma cultura los contextos familiares pueden variar), resulta en cierta forma paradójico el trabajo que los educadores deben emprender para favorecer el desarrollo integral de sus alumnos. De ahí surge la necesidad de tener dos puntos de partida para llevar a cabo la labor docente: las teorías del desarrollo, que brindan los conocimientos generales y homogéneos sobre las formas de crecimiento y maduración de los niños; y el conocimiento del entorno sociocultural que rodea a los infantes.

Es un hecho que las teorías del desarrollo son estudiadas y analizadas tanto en la preparación formal del docente como en sus investigaciones propias pero, ¿quién le enseña las características de cada cultura y contexto social? La situación aquí recae al hecho de aprender a conocer y no en aprender las culturas. Los educadores se enfrentan al hecho de trabajar con niños provenientes de contextos socioculturales muy diversos y de ahí surge la necesidad de desarrollar la habilidad de observar, indagar y reflexionar acerca de las relaciones sociales con las que sus educandos tienen contacto directo para lograr contrastar la teoría con la realidad y conformar los principios pedagógicos que la den entido a su práctica docente en un determinado tiempo con un determinado grupo con ciertas características particulares y dentro de este atender la individualidad de cada infante.

Esta tarea se vuelve aún más compleja si pensamos en el contexto sociocultural como un nicho de desarrollo en el que confluyen tres factores: los escenarios físicos y sociales, las costumbres de cuidado infantil y la psicología de los cuidadores; como lo plantean Super y Harkness (1986). Es claro que cada componente resulta ser extenso y tener subredes, además de la relación que existe entre los tres; sin embargo, aunque extenso, el concepto de nicho de desarrollo resulta en mi opinión muy completo si se desea una especie de guía para conocer el medio cultural y social que rodea a los infantes y las formas en que éste influye en ellos.

Por todo lo anterior, concluyo que la labor docente no resulta fácil teniendo en cuenta la diversidad de factores que influyen en el desarrollo infantil los cuales van desde los genéticos hasta los culturales;

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