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ESTILO DE LIDERAZGO, TRANSFORMACIONAL


Enviado por   •  29 de Octubre de 2021  •  Tareas  •  3.656 Palabras (15 Páginas)  •  96 Visitas

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ESTILO DE LIDERAZGO, TRANSFORMACIONAL

Personaje latinoamericano: Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco

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  1. BIOGRAFÍA PAPA FRANCISCO:

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"Amor y hermandad" han sido las primeras palabras de Bergoglio, que ha salido al balcón de la Plaza de San Pedro, ya como el Papa Francisco, vestido todo de blanco y con una sencilla cruz que le colgaba.

El jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio es el Primer Papa americano, fue elegido en el segundo día de cónclave (en la quinta votación) a sus 76 años, arzobispo de Buenos Aires, es un líder destacado de todo el continente americano y reconocido por ser un pastor sencillo y muy querido en su diócesis.

Nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, hijo de emigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos. 

Se graduó como técnico químico, y eligió luego el camino del sacerdocio entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. En 1958, a sus 22 años, pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel, de 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José, y obtuvo la licenciatura. El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Estudió los años siguientes en Alcalá de Henares (España) y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua[1].

El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que realizó por 6 años.

En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; 20 de mayo de 1992 Juan Pablo ii le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Posteriormente fue enviado al colegio del Salvador en Buenos Aires y luego a la Iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba como director espiritual y confesor.

El 27 de junio de 1992 el Papa Juan Pablo II lo ordena Obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. En 1993 fue nombrado vicario general de la arquidiócesis y en 1997 lo promovieron a Arzobispo de Buenos Aires. En 1998 es nombrado Arzobispo primado de Argentina.

En febrero de 2001 el Papa Juan Pablo II lo ordena como cardenal con el título de San Roberto Bellarmino. Es autor de 3 libros, publicados en 1982, 1986 y 1992.

En el 2002 declina el nombramiento como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, no obstante es elegido en el 2005 y reconfirmado en el 2008 por otro trienio. En el 2005 participó en el cónclave en el que se eligió a Benedicto XVI.

El 13 de marzo de 2013 fue elegido en el Vaticano como el nuevo Papa, en reemplazo del Papa emérito Benedicto XVI. 

  1. CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL:
  • Los miembros de equipo acuerdan obedecer completamente a su líder cuando aceptan el trabajo
  • Liderazgo basado en la gratificación, que no en la gratitud.
  • Es imprescindible para el funcionamiento de la empresa.
  • Este tipo de líder es útil en situaciones de presión ya que si ofrece un beneficio a los seguidores van a trabajar con mayor  motivación  la empresa va obtener mayor rendimiento.
  • El líder transaccional busca transacciones, acuerdos, entre la empresa y sus trabajadores, es un sistema de pago por esfuerzo en el que las dos partes salen ganando.

NOTA: Las características escritas en AZUL son las que dijo la docente. BORRAR ESTO JOSE.

El Papa Francisco cuando fue arzobispo de Buenos Aires —diócesis de más de tres millones de habitantes— pensó en un proyecto misionero centrado en la comunión y en la evangelización.[2]

CARACTERÍSTICAS DE LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL Y REFLEJO DE LAS MISMAS EN EL PAPA FRANCISCO

  1. Los miembros de equipo acuerdan obedecer completamente a su líder cuando aceptan el trabajo. Es imprescindible para el funcionamiento de la empresa.

Una vez elegido el nuevo Pontífice, el 13 de marzo de 2013, por parte de los 115 cardenales electores, el Cardenal Giovanni Battista Re, le ha preguntado a Bergoglio si aceptaba el cargo como Romano Pontífice y, acto seguido, le ha preguntado el nombre que ha elegido, en este caso, Francisco.

Después el nuevo Pontífice se ha ido a la habitación de las lágrimas o del llanto y se ha vestido con la sotana blanca, solideo blanco, la capa roja de terciopelo, zapatos rojos de cuero para volver a la Capilla Sixtina, donde hay una breve ceremonia en la cual todos los cardenales le prometen obediencia.[3]

  1. Ponen su talento al servicio de otros.

El Papa Francisco es un líder transformacional porque siente un interés genuino por el bienestar de los demás y desea apoyar a las personas para que crezcan y alcancen el bienestar y la salvación de acuerdo a la fe católica. Posee una fuerte vocación de servicio y siempre ha utilizado sus fortalezas para ayudar a sus colaboradores a enfrentar desafíos con éxito y desarrollar su potencial. Esto lo vemos reflejado no solo en su apostolado, sino tambien en su desempeño como maestro de novicios en San miguel (Argentina), profesor en la facultad de teología, Consultor de la Provincia la Compañía de Jesús, rector del mismo colegio y del Colegio San José, director espiritual y confesor (en Córdoba).[4]

Pero también vosotros, ayudadnos: ayudadnos siempre. Los unos a los otros. Y así, ayudándonos, nos haremos bien. (28 de marzo de 2013, Centro Penitenciario para Menores).[5] 

No debemos olvidar nunca que el verdadero poder, en cualquier nivel, es el servicio, que tiene su vértice luminoso en la Cruz. Benedicto XVI, con gran sabiduría, ha recordado en más de una ocasión a la Iglesia que si para el hombre, a menudo, la autoridad es sinónimo de posesión, de dominio, de éxito, para Dios la autoridad es siempre sinónimo de servicio, de humildad, de amor. (8 de mayo de 2013)[6]

En efecto, ¿de qué otro modo podríamos seguir al Señor, si no es comprometiéndonos personalmente en el servicio a los enfermos, a los pobres, a los moribundos y a los necesitados? De la fe en Cristo, nacida tras reconocer nuestra necesidad de Él, que vino a curar nuestras heridas para enriquecernos, para darnos la vida, para alimentarnos, “brota la preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad” (Evangelii gaudium, n. 186).[7]

Si creemos en la acción libre y generosa del Espíritu, podemos comprendernos bien unos a otros y colaborar para servir mejor a la sociedad y contribuir de modo decidido a la paz. (1 de diciembre de 2014)[8]

El servicio es trabajo de humildes, hoy lo hemos escuchado en el Evangelio. Jesús vino a servir, no a ser servido. Y la esperanza es virtud de los humildes. Creo que este puede ser el camino. Te digo con sinceridad: no se me ocurre decirte otra cosa. Humildad y servicio: estas dos cosas custodian la pequeña esperanza, la virtud más humilde, pero la que te da la vida. (30 de abril de 2015)[9]

Si el amor es respetuoso, si el amor está en las obras, si el amor está en la comunicación, el amor se sacrifica por los demás… El amor es servicio. Es servir a los demás. Cuando Jesús, después del lavatorio de los pies, explicó el gesto a los Apóstoles, enseñó que hemos sido creados para servirnos unos a otros, y si digo que amo pero no sirvo al otro, no ayudo al otro, no le permito ir adelante, no me sacrifico por el otro, esto no es amor. (21 de junio de 2015, Jóvenes)[10]

El amor no son palabras, son obras y servicio; un servicio humilde, hecho en el silencio y escondido, como Jesús mismo dijo: “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha” (Mt 6, 3) (12 de marzo de 2016).[11]

  1. Se empoderan y empoderan a su equipo. Su liderazgo basado en la gratificación, que no en la gratitud.

El Papa es consciente de su habilidad para producir los resultados que desea y cree en la capacidad de su equipo dentro y fuera de la iglesia católica para hacer lo mismo.

Gracias a su confianza se sienten con el criterio suficiente para empoderar a sus colaboradores para desafiar el statu quo, salir de la zona de comodidad, tomar riesgos y alcanzar metas significativas. Él ve en los gobiernos y en los diferentes estamentos de la sociedad aliados para lograr el propósito de Dios.

Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos “custodios” de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente. (19 de marzo de 2013).[12]

 

Deseo dirigir a todos la invitación a la solidaridad, y a los responsables de la cuestión pública el aliento a esforzarse por dar nuevo empuje a la ocupación; esto significa preocuparse por la dignidad de la persona; pero sobre todo quiero decir que no se pierda la esperanza… (1 de mayo de 2013).[13]

Mientras las ganancias de unos pocos van creciendo exponencialmente, las de la mayoría disminuyen. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, negando el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. (16 de mayo de 2013)[14] 

Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones, ayudarlas a ser capaces en la economía y la política, y firmes en los valores éticos. El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política, rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad. El futuro nos exige también una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino propuesto. Ya en la época del profeta Amós era muy frecuente la admonición de Dios: “Venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias. Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes” (Am 2,6-7). Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy. (27 de julio de 2013, Clase dirigente).[15]

  1. Inspiran y mueven a la acción

Es un líder que, gracias a su autenticidad, honestidad, ejemplo de alcance de resultados, empatía, pasión y vocación de servicio, se ha ganado la confianza y lealtad de sus distintos equipos y así los ha motivado e inspirardo para que lleven a cabo acciones que contribuyan al cumplimiento de los objetivos de la Iglesia católica.

"Amor y hermandad" fueron las primeras palabras de Bergoglio,  primeras palabras de Bergoglio, cuando salió al balcón de la Plaza de San Pedro, ya como el Papa Francisco.[16]

JOSE: LO RESALTADO EN VERDE ES PORQUE ES EL LINK DE LAS PRIMERAS PALABRAS, POR SI LO QUIERES LEER. SI NO, LO PUEDES BORRAR, QUE YO YA LO ESCRIBÍ INMEDIATAMENTE ANTES.

  1. Trabajan por un propósito mayor

Un líder transformacional como el Papa es inspirado por un fuerte sentido de propósito. Conoce cuál es su misión en el mundo, busca vivir en coherencia con sus valores y hace la diferencia a través de sus acciones.

A través de diferentes escenarios él comunica e invita a su equipo una visión inspiradora del futuro, que se convierte en una fuente de motivación para todos.

La vida de Jesús es una vida para los demás, es una vida de servicio.” (28 de julio de 2013, JMJ).[17] 

Cuando los cardenales me eligieron como Obispo de Roma y Pastor universal de la Iglesia católica, tomé el nombre de “Francisco”, un santo muy famoso, que amó profundamente a Dios y a todo ser humano, hasta el punto de ser llamado “hermano universal”. Él amó, ayudó y sirvió a los necesitados, a los enfermos y los pobres; tuvo también gran cuidado de la creación.” (10 de julio de 2013).[18]

 

La sola acogida no basta. No basta con dar un bocadillo si no se acompaña de la posibilidad de aprender a caminar con las propias piernas. La caridad que deja al pobre así como es, no es suficiente. La misericordia verdadera, la que Dios nos dona y nos enseña, pide la justicia, pide que el pobre encuentre el camino para ya no ser tal. Pide -y lo pide a nosotros, Iglesia, a nosotros, ciudad de Roma, a las instituciones-, pide que nadie deba tener ya necesidad de un comedor, de un alojamiento de emergencia, de un servicio de asistencia legal para ver reconocido el propio derecho a vivir y a trabajar, a ser plenamente persona.” (10 de septiembre de 2013).[19]

  1. Los apasiona la transformación y el desarrollo

El Papa como líder transformacional están abierto a desafiar sus propios paradigmas y los de sus colaboradores, con el fin de encontrar nuevas alternativas de acción que los lleven a alcanzar las metas y ser mejores. Siempre está abierto al diálogo en los diferentes escenarios y a apreciar en cada ser humano y experiencia una oportunidad de aprendizaje.[20]

El desarrollo no es el resultado de un conjunto de técnicas productivas, sino que abarca a todo el ser humano: la dignidad de su trabajo, condiciones de vida adecuadas, la posibilidad de acceder a la enseñanza y a los necesarios cuidados médicos. “El desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, afirmaba Pablo VI, puesto que no existe verdadera paz cuando hay personas marginadas y forzadas a vivir en la miseria. No hay paz allí donde falta el trabajo o la expectativa de un salario digno. No hay paz en las periferias de nuestras ciudades, donde abunda la droga y la violencia. (24 de marzo de 2017)[21] 

Todos los esfuerzos deben orientarse, en primer lugar, a que cada país aumente sus propios recursos para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, pensando en nuevos modelos de desarrollo y de consumo, facilitando formas de organización comunitaria que valoricen a los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales y biodiversidad (cf. Enc. Lett. Laudato si’ 129, 180), así como adoptando políticas de cooperación que no agraven la situación de los pueblos menos avanzados, o su dependencia externa. (28 de marzo de 2017).[22]

El desarrollo, la prosperidad y la paz son bienes irrenunciables por los que vale la pena cualquier sacrificio. Son también metas que requieren trabajo serio, compromiso seguro, metodología adecuada y, sobre todo, respeto incondicionado a los derechos inalienables del hombre, como la igualdad entre todos los ciudadanos, la libertad religiosa y de expresión, sin distinción alguna. (28 de abril de 2017, Autoridades)[23]

Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno en cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Esta actitud abierta, disponible y sin prejuicios, yo la definiría como humildad social, que es la que favorece el diálogo. Sólo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas y en clima de respeto de los derechos de cada una. Hoy, o se apuesta por el diálogo, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos perdemos, todos perdemos. Por aquí va el camino fecundo. (27 de julio de 2013, Clase dirigente)[24]

Que cada uno mire dentro de su propia conciencia y escuche la palabra que dice: Sal de tus intereses que atrofian tu corazón, supera la indiferencia hacia el otro que hace insensible tu corazón, vence tus razones de muerte y ábrete al diálogo, a la reconciliación. (7 de septiembre de 2013)[25]

Un auténtico diálogo requiere también capacidad de empatía. Para que haya diálogo tiene que darse esta empatía. Se trata de escuchar no sólo las palabras que pronuncia el otro, sino también la comunicación no verbal de sus experiencias, de sus esperanzas, de sus aspiraciones, de sus dificultades y de lo que realmente le importa. Esta empatía debe ser 64 fruto de nuestro discernimiento espiritual y de nuestra experiencia personal, que nos hacen ver a los otros como hermanos y hermanas, y “escuchar”, en sus palabras y sus obras, y más allá de ellas, lo que sus corazones quieren decir. En este sentido, el diálogo requiere por nuestra parte un auténtico espíritu “contemplativo”: espíritu contemplativo de apertura y acogida del otro. No puedo dialogar si estoy cerrado al otro. ¿Apertura? Más: ¡Acogida! Ven a mi casa, tú, a mi corazón. Mi corazón te acoge. Quiere escucharte. Esta capacidad de empatía posibilita un verdadero diálogo humano, en el que las palabras, ideas y preguntas surgen de una experiencia de fraternidad y de humanidad compartida. (17 de agosto de 2014, Obispos).[26]

En todos los ámbitos de la sociedad, pero especialmente en la actividad pública, se ha de potenciar el diálogo como medio privilegiado para favorecer el bien común, sobre la base de la cultura del encuentro, del respeto y del reconocimiento de las legítimas diferencias y opiniones de los demás. (10 de julio de 2015).[27]

  1. Son curiosos y escuchan. Saben que no se puede solo. Busca transacciones, acuerdos, entre la empresa y sus trabajadores, es un sistema de pago por esfuerzo en el que las dos partes salen ganando.

El Papa escucha desde una posición de curiosidad y humildad.

Nos invita a no juzgar a otros y siempre escucha con la intención de comprender, aprender y entender cómo puede crecer y servir mejor a otros.

Siempre se necesitan otras personas para lograr el cambio. Un líder sin equipo, por definición, no es líder transformacional. Por ejemplo, en el caso de la encíclica sobre el ambiente, el Papa conformó un grupo de expertos para que le ayudaran a sentar su posición sobre el tema.

ACÁ POR FAVOR JOSE PEGAR ALGO RELACIONADO CON EL CAMBIO QUE HIZO EL PAPA ADOPTANDO UNA POSICIÓN MAS HUMANA Y TOLERANTE CON LA COMUNIDAD GAY Y LGBTI EN EL MUNDO, Y LO QUE ENCUENTRES QUE EVOQUE A QUE ÉL ESCUCHA, NO SÉ SI ALGO RELACIONADO CON LOS CONFLICTOS POLÍTICOS INTERNACIONALES EN LOS CUALES HA INVITADO AL DIÁLOGO. PUEDES BUSCAR EN:

https://www.usccb.org/beliefs-and-teachings/what-we-believe/catholic-social-teaching/upload/citas-seleccionadas-del-papa-francisco-por-tema.pdf

  1. Son dueños de sí mismos, tienen carácter.

El Papa es consciente de que para liderar a otros, primero debe liderarse a sí mismo, por eso ha desarrollado su autoconciencia, lo que le permite regular sus emociones; comunicarse de forma constructiva y cálida, y consolidar relaciones interpersonales que llevan a un crecimiento de sí mismo y para los demás.

Carácter: usar fuerza, no agresividad. Un líder logra cambios siendo fuerte en sus posiciones lo cual no puede confundirse con la imposición y la intimidación. Debe convencer con argumentos. Francisco es el ejemplo perfecto: no grita, no agrede y parece un oso de peluche; sin embargo, ha enfrentado a las mafias más poderosas, enquistadas en la Iglesia por siglos.[28]

ACÁ POR FAVOR JOSE PEGAR ALGO RELACIONADO CON EL “SER DUEÑO DE SÍ MISMO”. PUEDES BUSCAR EN:

https://www.usccb.org/beliefs-and-teachings/what-we-believe/catholic-social-teaching/upload/citas-seleccionadas-del-papa-francisco-por-tema.pdf

  1. Son valientes, irruptores y toman riesgos.

No se trata de cambiar las cosas por cambiarlas. Un líder identifica los puntos de mejora, rompe las estructuras que no funcionan y reinventa la organización; es decir, asume riesgos. El Papa lo ha hecho al cambiar la política de la Iglesia frente a las finanzas del Vaticano, los gays y la pederastia.[29]

ACÁ POR FAVOR JOSE PEGAR ALGO RELACIONADO CON LA POSICIÓN DEL PAPA FRENTE A LAS FINANZAS DEL VATICANO, LA PEDERASTIA

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