ESTRATEGIAS PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN

ESTRATEGIAS PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN.

A menudo, solemos convivir y relacionarnos con las personas que están o no están a nuestro alrededor, a través de los diferentes canales de comunicación. Comunicarse, relacionare y entablar relaciones interpersonales hace parte de nuestra naturaleza como seres racionales; por lo tanto, es normal que lo hagamos cada día. En algunos casos la comunicación no siempre es la mejor, y llega a haber conflictos o tener desacuerdos que son difíciles de sobrellevar en ciertas ocasiones. Lo normal siempre es tener desacuerdos con otras personas pues no todos pensamos igual y cada quien tiene perspectivas diferente de ciertas situaciones. Por ello, distintos autores han diseñado métodos para mejorar la comunicación y saber superar los conflictos o, en otros casos, minimizarlos, en la relación entre personas.

Aquí hablaremos un poco acerca de ciertas técnicas para ayudar a personas en situaciones conflictivas o para mejorar la comunicación, y las relaciones interpersonales.

Una de ellas es: ACEPTAR Y ENTENDER LOS SENTI-PENSAMIENTOS

Antes de empezar, ¿qué es eso de los sentí-pensamientos? bien; debemos hacernos conscientes de lo que pensamos y de que los pensamientos a su vez generan sentimientos; esta es la razón de la expresión sentí-pensamientos.

Como se había dicho antes, cada quien tiene una perspectiva del mundo diferente, cada quien piensa diferente y percibe ciertas situaciones a su manera; nadie es igual al otro, cada quien es único e irrepetible. Por lo tanto, toda persona actúa desde su punto de vista particular.

A veces tratamos de comparar nuestra conducta con la conducta de los demás y sacamos la conclusión de que la conducta de los demás es errónea o no fue la más acertada, porque creemos que en nuestro caso nuestra conducta es valida pero no necesariamente lo es, ya que siempre pensamos que lo racional es lo que nosotros pensamos y hacemos, y probablemente lo irracional es lo que la otra persona piense. Esto es algo totalmente relativo, pues como tal cada uno percibe lo “racional” a su manera.

Con esto podemos llegar a una conclusión: si se quiere entender a alguien, se debe hacer el esfuerzo de captar la situación tal como el otro la percibe, es decir, ponernos en sus zapatos como se dice coloquialmente. Tratar de ver como piensa y como se siente el interlocutor no es fácil, y esto porque, aunque no pongamos en los zapatos del otro, nuestra personalidades y concepto con respecto a la situación es diferente y es muy difícil adaptar su forma a algo que nunca hemos sido.

En un desacuerdo ambas partes tienden a estar en lo cierto en lo que afirman porque lo hacen desde su racionalidad, pero equivocadas en lo que niegan, porque también lo hacen desde su racionalidad desconociendo la del otro.

COMUNICARNOS EN DOS DIRECCIONES. Cuando la comunicación es auténtica intervienen tres medios: lo que se dice; como se dice; la forma como se dice. El emisor es quien origina la comunicación y el receptor quien la recibe. Hay una comunicación en una sola dirección cuando esta secuencia se sigue en el proceso de la comunicación, por otro lado, hay una comunicación en dos direcciones cuando ambos papeles (emisor – receptor) se van alternando en el transcurso de la comunicación. Por lo general, esta comunicación es mas desgastadora, pero siempre será la más eficaz.

La distorsión en la comunicación es posible por las diferencias de percepción existente entre los que dialogan, una buena práctica para suprimir esto es expresar con nuestras palabras lo que entendimos del otro y así evitar malentendidos con relación a lo que se piensa con respecto a lo que se dice.

Otro punto importante es:

DISTINGUIR ENTRE HECHOS Y OPINIONES.

Por lo general, confundimos los hechos con las opiniones, y esto lleva en cierto punto a general conflictos y desacuerdos. Los hechos son generalmente los mismos para cualquier observador. Las opiniones difieren según la persona. Los hechos se pueden controvertir basándose en evidencia objetiva, las opiniones no. Un ejemplo muy común es cuando decimos:

“La casa está en obras negras” – es un hecho. “La casa está fea” – Es una opinión.

APROPIARSE DE LOS PROPIOS SENTI-PENSAMIENTOS.

Esto significa expresar nuestras emociones en primera persona; es decir, saber que es lo que sentimos y porque la sentimos, teniendo en cuenta que la opinión de uno no es la misma que la de los demás; además, somos responsables de lo que sentimos.

La mayoría de las personas tienden a culpar a los demás por lo que están sintiendo sin saber que ellas y solo ellas son las responsables de sus emociones, los otros solo funcionan como estímulos, pero la realidad es que cada quien siente lo que siente porque quiere. Ambos, pensamientos y emociones, son nuestros. No podemos permitir que los demás los controle porque seriamos blanco de ataques emocionales y no sabríamos como pararlo cuando sea demasiado tarde.

Si no podemos controlar o transformar nuestra reacción emocional frente a los actos de alguien que nos perturba, podemos justificadamente retirarnos total o parcialmente del responsable del estimulo que nos provoca reacciones desagradables. En el peor de los casos es una responsabilidad compartida.

En conclusión, nadie nos puede hacer pensar, sentir o hacer algo sin nuestro consentimiento.

Llegamos al punto de, NO GENERALIZAR.

Una crítica, sobre todo si no es solicitada, produce generalmente en quien la recibe una reacción defensiva. Cuando se esté en esta situación se debe tratar de distinguir entre los actos de un individuo y las características de su ser.

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