ETAPAS EVOLUTIVAS DEL DESARROLLO
sughelis22 de Octubre de 2012
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República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Instituto Universitario Pedagógico “Monseñor Rafael Arias Blanco”
Sede: El Tigre- Estado Anzoátegui
Profesora: Integrantes:
Maribel Rodríguez Sughelis Limada
Yurmira Flores
Florvelis Meza
Mariela Narváez
Dayana velasquez
El Tigre, Octubre 2012
INTRODUCCION.
El ser humano inicia sus faces de desarrollo desde el momento de la fecundación cuando se inicia todo ese proceso tan complejo dentro del vientre materno donde todo un proceso biológico se despliega hasta llegar a la formación plena del ser con todas sus partes y órganos hasta estar listo para salir al mundo exterior llevando ya un desarrollo físico, cognitivo y motor que ha logrado percibir y desarrollar dentro del vientre como lo es el hecho moverse, reconocer voces, sentir su entorno entre otros. Una vez fuera del vientre materno esta todo un potencial listo para ser desarrollado según las etapas del desarrollo que este viviendo el ser según su edad, y las condiciones donde se desenvuelva,
DESARROLLO DEL SER HUMANO
El inicio de la vida se comienza para el humano mucho antes del nacimiento. La vida se origina en la unión del óvulo y el espermatozoide.
El desarrollo del ser humano se refiere a las sucesivas transformaciones que sufre un óvulo fecundado hasta convertirse en adulto entre los aspectos de este proceso de cambios, el desarrollo físico y Psicomotor requieren una atención especial en los primeros años de la vida del niño por las sucesivas y rápidas transformaciones que acontecen en su vida, y por las repercusiones que las mismas tienen en el desarrollo global del ser humano. Enfocaremos el tema, por consiguiente, desde un punto de vista evolutivo. Se expondrá inicialmente el desarrollo físico y posteriormente el desarrollo psicomotor.
DESARROLLO FÍSICO
El concepto de desarrollo físico se refiere a los cambios corporales que experimenta el ser humano, especialmente en peso y altura, y en los que están implicados el desarrollo cerebral, como ya se ha indicado, el desarrollo óseo y muscular. El crecimiento es continuo a lo largo de la infancia y adolescencia, pero no se realiza uniformemente. El ritmo de crecimiento es rápido en el primer año de vida, a partir del segundo año muestra un patrón más lineal y estable, enlenteciéndose gradualmente hasta la pubertad. En la adolescencia se acelera de nuevo y se detiene al finalizar ésta. Las diferentes partes del cuerpo, así como los órganos del mismo, varían también en el ritmo de maduración. La a sincronía del desarrollo de los diferentes sistemas corporales está incorporada a la herencia de nuestra especie. Por ejemplo, el crecimiento de la cabeza y del cerebro es más rápido que el resto del cuerpo y pronto alcanza proporciones de adulto, mientras que los órganos sexuales reproductores crecen de forma lenta y se aceleran en la adolescencia
DESARROLLO MOTOR.
Los movimientos del cuerpo son producidos por la acción de los músculos. La proporción relativa del tejido musculoso en el organismo varía de acuerdo a la edad del individuo, constituyendo del 20 al 25% del peso del recién nacido y aumenta progresivamente hasta alcanzar el 30% en el adolescente y 40% de peso en el adulto.
El desarrollo motor en sus dos vertientes: motricidad gruesa y fina, se inicia en la vida prenatal, pero su funcionalidad relevante se adquiere entre los O y 6 años, cuando se manifiestan las conductas locomotoras y no locomotoras por primera vez.
El desarrollo motor sigue las leyes generales del desarrollo infantil. Estás leyes son:
- Continuidad: progresivamente, siendo una adquisición prerrequisito de la siguiente.
- Se rige por el principio céfalo – caudal y centro o próximo distal: se inicia de la cabeza hacia abajo y desde el centro hacia fuera.
- Va de lo indiferenciado a lo diferenciado: primero con músculos grandes y luego los pequeños.
- Se rige por el principio de equilibrio - desequilibrio: una vez adquirida una destreza ésta se complejiza y se perfecciona orientándose hacia conductas más especializadas.
Inicialmente, los músculos mejor desarrollados son los relacionados con los movimientos oculares y respiratorios.
Durante los primeros años los músculos grandes se desarrollan a un ritmo más acelerado que los pequeños y finos. El lactante tiene mayor habilidad para los grandes movimientos que para las actividades de precisión. El desarrollo de la musculatura está íntimamente relacionado con la nutrición, hormonas, ejercicios y salud.
La fuerza muscular varía en relación a la edad del niño, estando la fuerza más relacionada con el desarrollo global del niño que con el desarrollo particular de la musculatura.
La fatiga muscular se produce como resultado de periodos prolongados de contracción, siendo en estos casos las fibras incapaces de continuar realizando el mismo trabajo mecánico. Por lo que es indispensable, sobre todo en la primera infancia, el perfecto balance entre reposo y actividad.
A medida que el niño crece y observa que la motricidad global y fina se manifiesta como resultado del funcionamiento de patrones neuro-musculares de complejidad progresiva.
Así, encontramos procesos de diferenciación, especialización e integración de movimientos que se presentan en cada etapa de desarrollo. Estos procesos dependen de la maduración del Sistema Nervioso Central (SNC).
Algunos de estos procesos se relacionan también con la coordinación oculo- manual, la capacidad del niño para aprender y la estimulación que el medio le proporcione a través de la acción conjunta de estos factores es que el niño logra un control adecuado de su propio cuerpo.
Para que ocurra un" adecuada manipulación de los objetos, debe darse el desarrollo de una prensión fina cada vez más precisa. Ello se logra con la intervención de elementos visuales y neuro-musculares. La visión y el sentido kinestésico constituyen las dos actividades sensoriales principales, envueltas en la coordinación del movimiento brazo - mano.
La habilidad en la manipulación de los objetos se desarrolla rápidamente a partir de los 2 años, aunque a esta edad resalta la actividad motora gruesa; sin embargo poseen habilidades que le permiten garabatear, cortar y apilar. Posteriormente adquieren actividades de auto ayuda como vestirse y lavarse, además de ejecutar acciones como copiar, construir torres, etc.
A medida que el niño evoluciona puede ejecutar acciones cada vez más complejas y especializadas los cuales se ven influenciadas de manera importante por los elementos ambientales y la estimulación del contexto. Sin embargo, no hay que perder de vista que las conductas motoras, en su mayoría, están determinadas por factores biológicos y por esto se puede describir claramente el repertorio conductual esperado para cada edad cronológica. El niño las alcanza espontáneamente, siguiendo el ritmo pautado por el reloj biológico siempre y cuando tenga la oportunidad de practicar estas destrezas.
La experiencia define el ritmo de más rápido a más lento. Asimismo, las habilidades psicomotoras aquellas con un componente tanto motor como psicológico se van desarrollando cada vez más, apreciándose de manera notable la utilización de estas habilidades para el aprendizaje.
La relación que existe entre motricidad y psiquismo se fundamenta en los 3 primeros años de vida. Así es que los procesos perceptivos - motores y el esquema corporal son los puntales de las habilidades psicomotoras y afectan profundamente la adquisición de las habilidades escolares.
La meta del desarrollo motor no es sólo el manejo adecuado de los distintos músculos, sino también, hacer del cuerpo el receptáculo perfecto para seleccionar, traducir y enviar los estímulos del medio al sistema nervioso y recibir de éste la información que volcará en el ambiente en forma de respuesta ya sea verbal, escrita, gestual, movimiento, elaboraciones conceptuales, recuerdos, etc. Es por esto que el desarrollo motor sirve de base para la constancia perceptual, lateralidad, direccionalidad, coordinación oculo-manual y otros, siendo el sustrato fisiológico el sustento del desarrollo psicológico e integral del niño.
Según Helen Bee (1985) la maduración el sistema nervioso permite el desarrollo del área motora gruesa, el desarrollo perceptivo permite al niño tener
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