El Desarrollo Personal Y Social En La Adolescencia

José Enrique López López

El desarrollo personal y social en la adolescencia.

Culiacán Rosales, Sin., febrero de 2007.

INTRODUCCIÓN

La adolescencia, en términos generales, está considerada como un periodo de transición, una etapa del ciclo de crecimiento humano que marca la terminación de la niñez por un lado y el principio de la edad adulta por otro. En opinión de Palacios y Oliva, esta etapa se extiende, a grosso modo, desde los 12 y 13 años hasta aproximadamente el final de la segunda década de la vida. Otros autores ubican el final hasta los 21 años.

Como quiera que sea, lo cierto es que en esta etapa, los adolescentes experimentan serios cambios a nivel físico, cognitivo y social, que es difícil imaginar que éstos no afecten su personalidad, su forma de ser, de pensar, de sentir, de pensar en sí mismos, de hablar y de actuar, es decir, de relacionarse con sus iguales, con sus padres, con sus familiares, con otras personas no consanguíneas, con su pareja, y con las instituciones.

En este trabajo, intento realizar una descripción y un análisis muy breve de la manera en que los adolescentes, durante su periodo de transición entre la niñez y la adultez, van conformando y fortaleciendo su personalidad, otorgando contenidos a su yo hasta lograr una relativa estabilidad en su carácter y que éste le permita, por un lado, establecer relaciones con todas aquellas personas con las que tiene contacto y, por otro, adaptarse a las condiciones o contextos en los que participa.

Al final expondré algunas conclusiones al respecto.

Desarrollo de la personalidad

Una vez que el niño llega a los 11 años, empieza a recorrer una etapa en la que vive y experimenta profundos y significativos cambios internos y externos, en la cual tiene lugar uno de los momentos más críticos del desarrollo de su personalidad. Durante este período ocurren diversos cambios físicos que contribuyen a una imagen personal que se caracteriza por ser cambiante e inestable. Todos estos cambios son percibidos por el (la) adolescente y experimenta sentimientos, los cuales se manifiestan tanto en el plano afectivo y social como en lo cognitivo.

En opinión de Alfredo Oliva, el desarrollo de la personalidad en la adolescencia -vista ésta como el conjunto dinámico de características emocionales, de pensamiento y de conducta que son únicas a cada persona y como formas en que un individuo reacciona y se relaciona con los demás- implica la evolución y la consolidación de por lo menos los siguientes cinco aspectos básicos:

- Autoconcepto

- Autoestima

- Identidad personal

- Roles y estereotipos de género

- Desarrollo moral

Respecto del primero, se puede decir que durante la adolescencia cambia tanto de estructura como de contenido. En una primera etapa de la adolescencia, el autoconcepto se define tomando en cuenta sólo algunas características corporales, dado que el físico es una de las preocupaciones de los adolescentes; en una segunda, se incluyen pensamientos, sentimientos, aspiraciones y deseos y, en una tercera, aparecen las características o habilidades sociales que influyen sobre las relaciones con los demás, o las que determinan la imagen que los demás tienen de uno mismo.

La opinión emocional profunda que los individuos tienen de sí mismos, se basa en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que tienen a lo largo de sus vidas. Sin embargo, afirma Oliva, la autoestima en la adolescencia se va configurando por la influencia de diversas variables, entre las cuales encontramos: el estilo disciplinario de los padres; su nivel competitivo académico; el grado de aceptación entre sus iguales; la pertenencia o no a un grupo social determinado; padecimientos crónicos o incapacidad física y; capacidad para encontrar y mantener una relación de pareja.

Para Ericsson, la identidad personal es un sentimiento de integridad personal, de forma que sus acciones y decisiones sean coherentes entre sí y conformen un estilo propio por el que se defina a sí mismo y sea reconocido por los demás. En su opinión, la identidad implica interiorizar normas, valores e ideología de los grupos donde el adolescente se integra y asumir compromisos. El grado en que asume o no estos compromisos, da lugar a diferentes niveles de identidad, en cuyo logro influyen algunos factores, como: las relaciones familiares, el estilo disciplinario de los padres, el entorno social y cultural, los roles y estereotipos de género.

El desarrollo de la personalidad se consolida con el razonamiento moral de los adolescentes. Al respecto, Kohlberg afirma que la cuestión moral se inicia con la obediencia literal a las normas, como una forma de evitar el castigo. Después, se siguen las reglas sociales con el fin de conseguir la aprobación de los demás y la elaboración de los juicios morales se realiza en base a las expectativas del grupo social y , finalmente los comportamientos se juzgan a partir de principios o derechos humanos universales que están por encima de las normas sociales.

Desarrollo

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