El Jardin De Ni;os

Jardín de los niños ya es muy tarde

En este resumen hablaré sobre el Libro “El jardín de niños ya es muy tarde” del doctor Masaru Ibuka quien enfoca su trabajo del libro en la importancia del desarrollo temprano del niño mediante la estimulación del recién nacido hasta los niños de 3 años.

El libro ¨jardín de los niños ya es muy tarde¨, nos habla de la importancia de aplicar estímulos a temprana edad en un niño, que nunca es demasiado pequeño para que se le enseñe y como puede influir en su vida. Cualquier niño puede tener un buen desempeño, todo depende del método de educación y del desarrollo temprano.

El hecho de si eres o no inteligente no es cuestión de herencia, todo depende de los esfuerzos. Ningún niño nace siendo un genio, como tampoco nace siendo un tonto, todo depende del estimulo de las células cerebrales durante sus tres primeros años de su vida. Las habilidades que el niño vaya a tener dependen enteramente de lo que se escriba en esa hoja en blanco.

Hay que despertar el interés del niño, no obligarlo a nada porque solo eso va a provocar que se fastidie y lo vea como algo obligado a hacer y va a perder la esencia importante, el niño tiene una perspectiva de las cosas como lo que es divertido y agradable y lo que es obligado es aburrido y malo, para que el niño sea motivado a seguir con ese interés a aprender más y no lo vea como algo obligatorio y aburrido hay que enseñarle de una manera positiva y creativa, hacer uso de nuestra imaginación para ver las cosas tal como ellos las ven.

Cualquier cosa que influya en un niño durante su infancia causa una impresión muy profunda y corresponde a los padres asegurarse de que esas influencias sean las adecuadas para el niño.

El grado de estimulo en el medio ambiente de un bebe muy pequeño, significa una diferencia decisiva en el desarrollo de la inteligencia del niño. El suministro de un medio ambiente rico, lograr un notable efecto sobre el desarrollo temprano inmediatamente después del nacimiento.

La infancia debe ser algo así como un delicado receptor. Lo que los padres consideran como experiencias absurdas e insignificantes, quizá para el niño son algo que recibe con tal intensidad y sensibilidad, que esa experiencia puede convertirse en la simiente de toda una vida. Lo que para los adultos parece algo insignificante puede dejar una cicatriz en el niño.

Es un repudio del concepto adulto que las cosas simples son para los niños y las complejas no son para los niños. La capacidad de absorción del cerebro de un niño pequeño es mucho mayor que la de un adulto, lo que ahora debería preocuparnos no es ofrecerle demasiado al niño, sino no ofrecerle lo suficiente.

La personalidad y el carácter ya están formados para cuando el niño tiene cinco años y esos años son muy importantes en los cuales los padres deben de tener más cuidados, estos son los medios para sacar a relucir el potencial del niño y sirven para incrementar su alegría. La

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