El síndrome normal de la adolescencia - ABERASTURY

El síndrome normal de la adolescencia - ABERASTURY

Existen 10 características o “síntomas” que definen este “síndrome”. (DE 15 A 25 AÑOS).

1) Búsqueda de sí mismo y de la identidad:

• Comienzan a elaborar ansiedades básicas hacia la madurez.
• Poder llegar a utilizar la genitalidad en la procreación es un hecho biopsicosomático, determina una identidad adulta y se caracteriza por turbulencia e inestabilidad.
• La maduración genital se suma a la reactivación de las etapas pregeneitales y a procesos psicológicos básicos: disociación, introyección e identificación para establecer la personalidad.
• Cambios físicos: 1) hormonal (gonadotrofina) para la modificación sexual; 2) producción de óvulos y espermatozoides maduros; 3) desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias.
• La uniformidad (brinda seguridad y estima personal): se identifican con cada uno.

Problemas:

• Pseudo identidad; Identificaciones con figuras negativas; Ideologías defensivas (son transitorias, ocasionales y circunstanciales).
• En la adolescencia todo ocurre con gran intensidad.

2) La tendencia grupal.

• De la búsqueda de uniformidad surge el espíritu de grupo, sobreidentificación masiva,
• El grupo representa la oposición a las figuras parentales y una manera activa de identidad distinta a la familiar.
• Transfiere al grupo gran parte de la dependencia que antes se tenía respecto de la familia.
• El adolescente recurre al grupo para reforzar su identidad.

3) Necesidad de intelectualizar y fantasear:

• Necesidad de intelectualizar y fantasear despierto. La realidad le impone renunciar al propio cuerpo, rol y a los padres de la infancia.
• Vivencia de fracaso a la realidad.
• Se trata de un refugio interior contra la angustia.
• Teniendo una relación adecuada con objetos internos buenos y también con experiencias externas no demasiado negativas, podrá el adolescente llegar a cristalizar una personalidad satisfactoria.

4) Las crisis religiosas:

• El adolescente puede manifestarse como un ateo o un místico.
• Pasa por todo tipo de períodos mutuamente contradictorios.
• Las crisis religiosas son intentos de solución de la angustia que vive el yo en su búsqueda de identificación positiva y del enfrentamiento con la muerte definitiva de parte de su yo, así como de su separación de los padres.

5) La desubicación temporal:

• Convierte el tiempo en presente y activo como un intento de manejarlo. Las postergaciones y urgencias inexplicables sorprenden al adulto en el comportamiento adolescente.
• Vive su relación con el tiempo como si fuera un objeto. Este “tiempo-espacio-objeto” da lugar al sentimiento de soledad y al aislamiento del chico en el cuarto. Se rige por el tiempo corporal o rítmico (comer, defecar, jugar, dormir, estudiar, etc.). Tiempo vivencial o experiencial.
• Cuando éste puede reconocer un pasado y formular proyectos de futuro, con capacidad de espera y elaboración en el presente, supera gran parte de la problemática de la adolescencia”.

6) La evolución sexual desde el autoerotismo hasta la heterosexualidad:

• Oscila permanente entre la actividad masturbatoria y los comienzos del ejercicio genital.
• Al ir aceptando su genitalidad, comienza la búsqueda de la pareja, aparece el enamoramiento apasionado (el primero, de gran intensidad, a veces ignorado por la “pareja”, que frecuentemente es una figura idealizada sustituto parental al que el adolescente vincula con fantasías edípicas).
• Se reagudiza la fantasía y la experiencia pasada, repitiendo el camino de la fase genital previa (en la masturbación), la actividad lúdica de aprendizaje (toqueteo, bailes, juegos, etc.). También en esta etapa se da la curiosidad sexual, exhibicionismo, voyeurismo, etc.
• Al ir elaborando el complejo de Edipo, el varón idealiza al padre, se identifica con sus aspectos positivos, supera el temor a la castración por medio de realizaciones y logros diversos que le muestran que también él tiene potencia y capacidad creativa. También la niña acepta la belleza de sus atributos femeninos, reconociendo que su cuerpo no ha sido destruido ni vaciado, y logrará identificarse con los aspectos positivos de la madre.

7) Actitud social reivindicatoria, tendencias antisociales:

• Los padres se angustian y atemorizan ante al crecimiento de sus hijos.
• La adolescencia es recibida predominantemente en forma hostil por el mundo de los adultos en virtud de las situaciones conflictivas edípicas. “Estereotipos” con los que se trata de definir y caracterizar, aunque en realidad lo que se hace es aislarlos.
• Rivalidad que los padres del mismo sexo sienten al tener que aceptar a sus hijos como sus iguales (y posteriormente incluso admitir las posibilidad de ser reemplazados por ellos).
• Para él, los padres y la sociedad son los que se niegan a seguir funcionando como padres infantiles con actitudes de cuidado y protección ilimitados. Así, desarrolla contra ellos actitudes destructivas.
• Sólo si logra elaborar bien los duelos correspondientes y reconocer la sensación de fracaso, podrá introducirse en el mundo de los adultos con ideas reconstructivas.

8) Contradicciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta:

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