Estructura y procesos psicoanalíticos cap. 8 Ansiedad, defensa y autoprotección cap. 9
ssaucopResumen9 de Noviembre de 2015
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Resumen: Capitulo 8
Modelo topográfico de la mente; en una descripción común de la mente se afirma que ésta tiene dos regiones, un área que contiene a la experiencia consciente y otra con recuerdos que se encuentran temporalmente fuera de la consciencia.
Freud utilizaba el termino consciente para referirse a la parte de la mente que contiene aquello de lo que se esta al tanto. La parte de la mente que representa la memoria ordinaria se denomina preconsciente, y sus elementos están fuera de la conciencia pero pueden ser recuperados con facilidad.
Freud empleaba el término no inconsciente para referirse a una parte de la mente que es directamente accesible a la conciencia. Consideraba al inconciente en parte como un almacén para urgencias, sentimientos e ideas asociadas con ansiedades, conflictos o dolores. Una vez en el inconsciente, estas ideas no desaparecen, sino que ejercen influencia continua sobre las acciones posteriores y la experiencia consciente.
Los tres niveles de la conciencia constituyen el modelo topográfico de la mente. El material fluye con facilidad entre el conciente y el preconsciente y a veces puede filtrarse al inconsciente parte del contenido de ambas estructuras, el material de verdad inconsciente no puede ser llevado voluntariamente a la conciencia debido a la acción de fuerzas psicológicas que lo mantienen oculto. Estas tres regiones de la mente constituyen el escenario en el que se representa la dinámica de la personalidad.
Los componentes de la personalidad: El modelo estructural.
Ello: (considerado la maquina de la personalidad) es el componente original de la personalidad, el único que esta presente al nacer, contiene los aspectos heredados, instintivos y primitivos de la personalidad, opera por completo en el inconsciente y esta muy vinculado a los procesos instintivos biológicos de los que obtiene su energía.
El ello se rige por el llamado principio de placer, la idea de que todas las necesidades deben ser satisfechas inmediatamente, este principio no impone restricciones a la forma en que las necesidades han de ser satisfechas, el principio exige que las necesidades sean resueltas, pero no dice que deben serlo de manera racional o apropiada.
Dicho principio significa que cuando se crea alguna tensión, el ello trata de descargarla, se llama proceso primario al principal mecanismo por el que el ello descarga las tensiones. La reducción de la tensión mediante el proceso primario tiene una desventaja, es que no distingue entre una imagen mental y el objeto real entonces puede reducir la tensión en lo inmediato pero no a largo plazo.
El ello no toma en consideración la realidad, sino que existe en un mundo propio que no conoce más reglas que el principio de placer.
Yo: Los procesos del yo tratan de que los impulsos del ello se expresen de una manera efectiva, que tome en consideración las exigencias del mundo externo, el yo opera principalmente a nivel conciente y preconsciente, aunque también funciona en el inconsciente debido a sus vínculos con el ello.
Este se rige por el principio de realidad, quien introduce en la conducta un sentido de racionalidad. Si los riesgos de un curso de acción son altos, considera otra forma de satisfacer la necesidad; si no encuentra un modo seguro de reducir la tensión de manera inmediata, la gratificación de la necesidad se posterga hasta el momento mas seguro y o adecuado. El yo intenta encontrar gracias al llamado proceso secundario, el equilibrio entre la imagen de un objeto que reduce la tensión y la percepción real de tal objeto en el mundo. Busca que las urgencias del ello sean satisfechas, pero en el momento adecuado y de manera realista. La función del yo a corto plazo, consiste en impedir la operación del ello.
Superyó: (no es realista, ejerce una influencia civilizadora sobre la persona, pero su perfeccionismo esta alejado de la realidad) es la incorporación de los valores paternos y sociales. Decide lo que es correcto y lo que esta mal y se esfuerza por lograr la perfección mas que el placer, estos valores dependen de los valores enseñados por los padres. El superyó se divide en dos subsistemas. Uno es el llamado IDEAL DEL YO, que esta formado por las reglas de buena conducta y las normas de excelencia hacia las que debería dirigirse el yo. El otro es la conciencia, esta constituido por reglas que indican cuales son las malas conductas. La conciencia comprende las prohibiciones contra las acciones que los padres desaprueban y castigan. Este superego tiene tres funciones relacionadas.
- Intenta inhibir por completo cualquier impulso del ello que pueda ser reprobado por la sociedad o por los padres.
- Trata de obligar al yo a comportarse no según las consideraciones racionales, sino las morales.
- Pretende guiar al sujeto a la perfección absoluta de pensamiento, palabra y obra.
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Equilibrio entre fuerzas:
La personalidad mas sana es aquella en la que la influencia de los tres componentes esta bien equilibrada.
Una vez que el superyó se ha desarrollado, se complica el camino que debe recorrer el yo, pues debe tratar al mismo tiempo con las necesidades del ello, para satisfacer todas las demandas, el yo tendría que encontrar la manera de descargar inmediatamente toda la tensión de una forma que resultara a un tiempo realista y socialmente aceptable.
Estos conflictos son parte intrínseca de la vida de cualquier persona. Freud considera que ninguno de estos tres componentes de la personalidad fuera intrínsecamente mejor que los demás. Pensaba que debería existir un equilibrio entre ellos.
Quien tiene un superyó excesivo puede sentirse culpable todo el tiempo.
Alguien con un ello demasiado fuerte podría quedar tan enfrascado en la auto-gratificación que no mostraría interés por los demás
Motivación: Las pulsiones de la personalidad:
Freud veía a las personas como sistemas complejos de energía y creía que la energía utilizada en el trabajo psicológico era liberada por procesos biológicos. Estos procesos, que se expresan por medio del ello, reciben los nombres de instituto y punición.
La pulsión tiene dos elementos interrelacionados: un estado de necesidad biológica y su representación psicológica innata(o deseo). Los procesos que fundan la personalidad operan de manera continua, como todos los procesos biológicos. Los estados de pulsión crecen hasta que alguna acción hace que se libere su tensión.
Catexias y utilización de la energía:
En cualquier momento se dispone solo de cierta cantidad de energía por la que compiten los tres sistemas de la personalidad. Cada sistema obtiene poder a expensas de los otros dos.
Al principio, el ello controla toda la energía psíquica, y la utiliza para satisfacer sus necesidades y para la operación de los procesos primarios. Cuando se invierte energía en una actividad o en una imagen, se dice que se forma una catexia.
El yo utiliza el proceso secundario de pensamiento para identificar los objetos del mundo que corresponden a las imágenes generadas por el ello. El yo va controlando gradualmente cada vez más energía del ello. Con el transcurso del tiempo y la experiencia, el yo llega a acumular tanta energía que dispone de un excedente para usos distintos a la gratificación de las urgencias del ello.
El yo también utiliza la energía para restringir o contrarrestar las acciones irracionales o inmorales del ello. Las fuerzas restrictivas se denominan contracatexias, un ejemplo de esto es la represión, la inversión de energía para mantener en el inconsciente una idea o un impulso perturbador.
A corto plazo, las fuerzas contracatexicas son útiles porque impiden la expresión de urgencias problemáticas. Pero a largo plazo su utilidad disminuye porque representan un desgaste continuo de la energía del yo que podría ser utilizada de manera mas positiva.
Dos clases de pulsión: EL instinto de vida y el instinto de muerte:
Los instintos sexuales y de vida son un conjunto de pulsiones relacionadas con la supervivencia, la reproducción y el placer, no todos los instintos de vida tienen que ver con las urgencias eróticas, ya que no solo el sexo, sino también el hambre y la evitación del dolor, son instintos de vida. Se denomina libido a la energía producida por los instintos de vida.
Aunque no todos los instintos de vida son explícitamente sexuales, la sexualidad tiene un papel importante en la teoría psicoanalítica, para Freud no existe una sino muchas pulsiones sexuales, cada una asociada con un área del cuerpo a la que se llama zona erógena.
Los instintos de muerte forman la segunda categoría. La concepción de Freud tenia de esos instintos se refleja en su afirmación de que la meta de todo lo vivo es la muerte.
Un aspecto del instinto de muerte tiene que ver con la agresión, Freud creía que ésta no es una pulsión básica, sino que surge de la frustración de los instintos de muerte; Es decir, si Eros bloquea la expresión de la pulsión de muerte la tensión permanece y como la energía sigue intacta puede ser disipada en actos agresivos o destructivos contra los demás.
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