Estudio de caso clínico: trastorno de ansiedad generalizada

ESTUDIO DE CASOS

Después de leer el caso expuesto realiza un análisis del caso y especifica:

Síntomas.

Factores psicodinámicos.

Mecanismos de defensas.

Hipótesis diagnostica.

Paciente era un conductor de autobús casado, de 32 años y padre de dos pequeños. Todo el tiempo se sentía cansado, descorazonado y sin ganas de trabajar. Dormía mal y pasaba parte de la noche en el primer piso de su casa. Le dolían las piernas y tobillo sufría de dolores de espalda, en especial durante el trabajo. Le dolían la cabeza y le ardían los ojos. Había perdido el apetito, estaba estreñido y no sentía deseos sexuales y muy rara vez y parte del tiempo era impotente. Nada le producía placer ya.

 Lo que más le preocupaba al paciente era su incompetencia en el trabajo. Siempre había sido un trabajador confiable y que se enorgullecía de iniciar y terminar cada ronda en el autobús en punto. Ahora le costaba recordar los itinerarios y cuando lo cambiaban de ruta no se detenía en algunas paradas. Se volvió irritante con los pasajeros y con los vehículos que se le atravesaban. Frenaba y arrancaba bruscamente y ante las protestas de los pasajeros respondía con enojo.

 En casa se mostraba solitario, irritante y distante. Se enojaba con los niños y peleaba con la esposa. Cada vez que pasaba esto se insultaba el mismo y se decía que era un bueno para nada y un fracasado. Que la edad le impedía ser un buen conductor y que pronto tendría que renunciar a su trabajo. Que la familia podría entonces irse con los suegros que eran mucho mejores que él.

Decía que nadie lo comprendía, que a nadie le simpatizaba. Su esposa había perdido la paciencia con él y, cada vez que trataba de decir algo a los niños, estos comenzaban a llorar. Los suegros se mofaban de su enfermedad y lo ridiculizaban en su propia cara.

La infancia tuvo una larga historia de dependencia insatisfecha. Fue el tercero de cuatro hijos. El hermano le llevaba 10 años, la hermana mayor 8 y la otra era dos años menor que él. Los dos hermanos mayores lo trataban como debilucho e ignorante. La hermana menor era la consentida de la familia. La madre le daba un afecto tipo burlón, que lo hacía sentirse ridículo y ansioso de obtener el amor afectuoso dado a la hermana. Mojo la cama hasta los 6 años, se mordió las uñas hasta los 14, sufría pesadillas constantes y caía en periodos de enojo. La madre lo animaba a que le contara sobre sus problemas, Fracasos y sueño. Lo acariciaba un poco y luego lo alejaba de si, diciéndole que ya era un muchacho y no debía portarse como bebé.

 El padre era enérgico, brusco y duro. Su único interés era el taller de auto que tenía. Para los todos sus hijos, menos el menor, eran una molestia. Al hijo mayor se le permitió hacer trabajos menores en el taller cuando alcanzó la adolescencia, y a los 16 paso a trabajar de planta con el padre. Cuando andaba por ahí el padre o hermano lo mandaban bruscamente para la casa.

A pesar de lo frustrante de la vida en casa no le gustaba salir. Los sábados ayudaba a su mama en las cosas de la casa en lugar de ir a trabajar. Ella le pagaba por la ayuda, pero también se reía con él en público por ser "mejor hija" que su hermana menor. Tenía pocos amigos y por lo general andaba con un chico de más edad y más fuerte que él. A los 17 años hizo un curso de mecánica y fue a trabajar con el padre. Estaba ansioso de complacerlo y de mostrar al hermano lo que era capaz de hacer. Pero solo obtuvo críticas, le quitaban las herramientas de la mano y terminaban trabajos que el sí sabía hacer. Cuando trataba de mostrar lo que había aprendido se mojaban de él y lo llamaban Einstein.

Se fue para el ejército y después se casó. Su suegro lo convenció que aceptara el empleo de conductor de bus que el salario no era muy bueno pero el horario se acomodaba a sus necesidades. Llegaron dos niños y los padres de la esposa le criticaban su falta de ambición y lo comparaban desfavorablemente, en público, con el esposo de la otra hija.

Una crisis llego cuando perdió la casa en donde vivía y otra cuando por un accidente perdió sus dientes y sus suegros aprovecharon esta situación lo llamaba "abuelo", hacían chistes e imitaban su modo defectuoso de hablar. La esposa protestaba que le hicieran bromas, pero se reía. La dentadura postiza lo lastima, lo hacía tartajear y le impedía gozar sus comidas.

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