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Teoría del etiquetado

Partiendo de los conceptos centrales del interaccionismo simbólico, las teorías de la reacción social se interesan en los efectos negativos que tal tipo de reacción produce sobre los comportamientos individuales y las concepciones que las personas desarrollan de “sí mismos”.

Estas teorías comienzan a recibir amplia atención en la década de los años sesenta. Fueron puestos de manifiesto por Frank Tannenbaum en el año 1938, en los Estados Unidos de America.

F. Tannenbaum

Para Tannenbaum, los comportamientos definidos como desviados nacen del conflicto entre un grupo y la comunidad.

“Lo que uno aprende a hacer, uno hace, si ello es aprobado

por el mundo en que uno vive”

Al comienzo, la conducta en la que se extiende a comprometido puede ser aceptable, no

dañina o de menor importancia, tales conductas pueden tomar el aspecto y generalmente lo hacen de un agravio, daño o desviación, con una exigencia paralela de control, admonición, corrección o castigo."

Estas últimas consecuencias salen a la Iuz por medio de lo que Tannenbaum llama la dramatización de lo malo que es la parte más frecuentemente citada y quizá la más importante de su trabajo.

“La evitación se alcanza mediante el rechazo a dramatizar el

mal. Lo menos que se diga en torno a ello es lo mejor. Lo dicho

de más acerca de otra cosa, es aún mejor”

Para Tannenbaum, el mejor camino para cambiar los modelos de comportamientos desviados es aquel de quitar énfasis a la calidad de desviado del individuo y de su conducta.

E. M. Lemert

Las consideraciones de Lemert sobre los antecedentes o causas originales de la conducta desviada inicial son muchas y variada. No obstante pueden ser agrupadas en tres categorías generales, a saber:

a) la social,

b) la cultural

c) la psicológica

Algunas veces la conducta desviada es un producto de procesos de diferenciación y aislamiento en los que ese tipo de comportamiento y el status de desviado son causados por su maduración, esta clase de proceso de socialización inconsciente tiene lugar a lo largo de la vida del individuo. Las irregularidades orgánicas constituyen una segunda fuente de desviación. Una tercera proviene del modo especial mediante el cual las influencias culturales y sociales hacen impacto e interactúan con las cualidades hereditarias normales de la persona. Este tipo de desviación es a menudo sintomática de conflictos psíquicos subyacentes o emerge de conflictos mayores que producen las identificaciones de roles.

“Las situaciones poseen una fuerza constrictiva y pueden motivar a las personas a la transgresión de las reglas de conducta a las

cuales ellas han adherido rígidamente en el pasado y que presumiblemente incorporaron como parte de sus estructuras de personalidad”.

La distinción conceptual entre la desviación “primaria” y la “secundaria”. La desviación primaria posee implicaciones marginales para la estructura psíquica del individuo una persona comienza a emplear su conducta desviada o un rol basado sobre ella como medio de defensa, ataque o adaptación, a consecuencia de problemas encubiertos o abiertos creados como resultado de la reacción social a su desviación primaria.

Desviación secundaria." Al desarrollo de ella sigue una secuencia de interacciones a lo largo de las líneas siguientes:

a) desviación primaria; b) sanciones sociales; c) nueva desviación primaria; d) rechazo y sanciones más fuertes; e) quizá con hostilidades y resentimientos; j) crisis alcanzada por el límite (cociente) de tolerancia, expresada mediante acciones formales de la sociedad estigmatizando al desviado; g) fortalecimiento de la conducta desviada como una reacción a la estigmatización y a las sanciones; h) aceptación final del estado social desviado y de los esfuerzos de adaptación sobre la base de la asociación

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