FORMACIÓN DE LAS ACTITUDES

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Psicología Social

Nombre: Mary Carmen Marcayata Parra

Curso: Cuarto “3”

Fecha: 08 de mayo del 2016

FORMACIÓN DE LAS ACTITUDES

La formación de las actitudes ha sido un tema de estudio por largos años, puesto que las actitudes son ciertas características del individuo que estarán presentes a lo largo de su vida. Sin embargo, sobre este tema surgen grandes interrogantes que van desde ¿Cómo se da el proceso de formación de las actitudes?  Hasta si ¿Pueden las actitudes modificarse de acuerdo a los cambios que ocurran en la vida del individuo?

Antes de profundizar más sobre este tema, se debería tener en claro que son las actitudes. Allport aporto con un concepto en el cual se refiere a una actitud como “un estado mental y nervioso de preparación, organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia sobre la respuesta del individuo a todos los objetos y situaciones con los que está relacionado” (Hogg, Vaughan, & Morando), en base a esto, podemos decir que son los distintos juicios positivos o negativos con los que cada persona evalúa y crea su propio concepto sobre las cosas que están a su alrededor.

Todas las personas poseemos distintas actitudes con respecto a los objetos que nos rodean, incluso si no hemos tenido ningún contacto o experiencia con alguna cosa en nuestro entorno, pero ¿Cómo surgieron en nosotros esas actitudes? Las distintas actitudes que cada individuo tiene han sido adquiridas en base a la experiencia, sin embargo, existen varias teorías que explican cómo se da la formación de las actitudes, la misma que comienza desde que somos apenas unos niños. La primera de estas teorías se da en base al condicionamiento clásico, en el cual se creará una actitud positiva si un objeto (estimulo condicionado) produce una sensación placentera (respuesta condicionada), y por el contrario nos parecerá negativo si algún objeto es desagradable (Kimble, 2002). Por ejemplo, si un niño se siente cómodo y protegido con un perro, tendrá una actitud positiva hacia él, pero si el perro le demuestra desconfianza o se porta agresivo el niño creara una actitud negativa y tratara de evitar al animal. Trasladado a nuestra vida cotidiana, la inclusión de estímulos atractivos, como modelos, música, humor o paisajes, utilizados en las campañas publicitarias de las marcas comerciales, parece reflejar el intento de formar actitudes a través del condicionamiento clásico (Briñol, Falces, & Alberto, s.f.).

Otra teoría está basada en el condicionamiento operante o instrumental para dar explicación a la formación de las actitudes, esta teoría es muy parecida a la explicada anteriormente con la diferencia de que en ella aparecen ciertos objetos que refuerzan o castigan las actitudes de una persona (Kimble, 2002), por ejemplo si a un niño le gusta el arte y sus padres lo estimulan sentirá una actitud positiva hacia esa actividad, por el contrario si sus padres le hablan o le menosprecian sentirá una actitud negativa sobre la misma. Ademas se encuentra la teoría basada en la observación en la cual, las personas aprendemos observando varios modelos y viendo las consecuencias de su comportamiento, a este aprendizaje también se lo conoce como aprendizaje por imitación, ya que la experiencia indirecta influye en el desarrollo de las actitudes (Kimble, 2002). Esto lo podemos apreciar en los niños pequeños, que crean sus actitudes de acuerdo a lo que ven en su casa, sobre todo las actitudes de su familia, ya que constituyen la primera fuente de información sobre el mundo exterior.

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