Freud - Pulsión y destinos de la pulsión.
carla.nhjResumen9 de Mayo de 2016
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Pulsiones y destinos de pulsión.
Pulsiones:
- Aporte desde la fisiología: Aporta el concepto de estímulo y el esquema del reflejo; con el cual el estímulo aportado al tejido vivo, desde afuera, es descargado hacia afuera mediante una acción, y esta acción es acorde a un fin.
- La relación entre pulsión y estímulo es que la pulsión sería un estímulo para lo psíquico. Sin embargo, no se puede equiparar pulsión con estímulo psíquico. (1) La pulsión (o estímulo pulsional) proviene del interior del organismo y no del mundo exterior; por lo que se requieren diferentes acciones para eliminarlo. (2) La pulsión actúa como una fuerza constante y no como una fuerza de choque momentánea. En ese sentido, el estímulo opera de un solo golpe, se lo puede despachar mediante una única acción adecuada, cuyo tipo ha de discernirse en la huida motriz ante la fuente de estímulo. Mientras que la pulsión, al emanar desde el interior del cuerpo, una huida nada puede valer contra ella.
El estímulo pulsional puede entenderse como “necesidad” y lo que cancela esa necesidad es la satisfacción (toda satisfacción pulsional es siempre placentera). Esta sólo puede alcanzarse mediante una modificación, apropiada a la meta (adecuada), de la fuente interior de estímulo.
“Primero hallamos la esencia de la pulsión en sus caracteres principales, a saber, (1) su proveniencia de fuentes de estímulo situadas en el interior del organismo y (2) su emergencia como fuerza constante, y de ahí derivamos uno de sus ulteriores caracteres, que es su incoercibialidad por acciones de huida”
- En cuanto al esquema del reflejo este plantea una complicación. Si el sistema nervioso es el encargado de dominar los estímulo, sólo los externos son capaces de ser tramitados vía reflejo, mientras que los internos no. Eso le plantea exigencias más elevadas al sistema nervioso y lo mueven a actividades más complejas que modifican el mundo exterior lo suficiente para que satisfaga a la fuente interior de estímulo. Entonces, se tiene derecho a inferir que son las pulsiones, y no los estímulos exteriores, los genuinos motores de los progresos que han llevado al sistema nervioso a su actual nivel de desarrollo. Al mismo tiempo que estas, en parte, son decantaciones de la acción de estímulos exteriores que en el curso de la filogénesis influyeron sobre la sustancia viva, modificándola.
Y si después hallamos que la actividad del aparato psíquico está sometida al principio del placer; regulada de manera automática por sensaciones de la serie placer-displacer, difícilmente podremos rechazar otra premisa: que esas sensaciones reflejan el modo en que se cumple el domino de los estímulos. El sentimiento de displacer tiene que ver con un incremento del estímulo, y el de placer con su disminución.
[Dos principios involucrados: El principio de constancia y el principio del placer.]
“Si ahora, desde el aspecto biológico, pasamos a la consideración de la vida anímica, la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.”
- Otros conceptos importantes: Esfuerzo, meta, objeto y fuente de la pulsión.
- Esfuerzo de una pulsión: Se entiende su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa. Toda pulsión es un fragmento de actividad.
- Meta de una pulsión: Es, en todos los casos, la satisfacción que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión.
- Objeto de la pulsión: Es aquello en o por lo cual puede alcanzar la meta; el lazo íntimo entre objeto y pulsión se llama fijación. El objeto es lo más variable en la pulsión; no está enlazado originariamente con ella, sino que se le coordina sólo a consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción, incluso un objeto puede satisfacer varias pulsiones; entrelazamiento de pulsiones.
- Fuente de la pulsión: Aquel proceso somático, interior de un órgano o a una parte del cuerpo, cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.
Las pulsiones son cualitativamente de la misma índole, y deben su efecto sólo a las magnitudes de excitación que conducen o, quizás, aun a ciertas funciones de esta cantidad.
Freud propone dos grupos de pulsiones primarias: (1) Pulsiones yoicas o de autoconservación y (2) Pulsiones sexuales. Esta distinción surge del tratamiento de las llamadas psiconeurosis de transferencia (histeria y neurosis obsesiva) a raíz de que en todas las afecciones se hallaba un conflicto entre los reclamos de la sexualidad y los del yo.
“Con miras a una caracterización general de las pulsiones sexuales puede enunciarse lo siguiente: Son numerosas, brotan de múltiples fuentes orgánicas, al comienzo actúan con independencia unas de otras y solo después se reúnen en una síntesis más o menos acabada. La meta a que aspira cada una de ellas es el logro del placer de órgano; solo otras haber alcanzado una síntesis cumplida entran al servicio de la función de reproducción, en cuyo carácter se las conoce comúnmente como pulsiones sexuales. En su primera aparición se apuntalan en las pulsiones de conservación, de las que sólo poco a poco se desasen; también en el hallazgo de objeto siguen los caminos que les indican las pulsiones yoicas. Una parte de ellas continúan asociadas toda la vida a estas últimas, a las cuales proveen de componentes libidinosos que pasan fácilmente inadvertidos durante la función normal y sólo sale a la luz cuando sobreviene la enfermedad. Se singularizan por el hecho de que en gran medida hacen un papel vicario unas respecto de las otras y pueden intercambiar con facilidad sus objetos (cambios de vía). A consecuencia de las propiedades mencionadas en último término, se habilitan para operaciones muy alejadas de sus acciones-meta originarias.”
Los destinos de la pulsión:
Concepto de Ambivalencia: observación del desarrollo de un opuesto pasivo.
Concepto de Narcisismo: La fase temprana del desarrollo del yo. (Relacionado con la pulsión pasiva)
Etapas: Actividad dirigida a un objeto ajeno (e.g. ver) – Resignación del objeto (e.g. ser mirado) – La inserción de un nuevo sujeto (e.g. mostrarse). [Relacionadas con el ver-ser visto, el sadismo-masoquismo y el amor-odio]
Atendiendo a los motivos (las fuerzas) contrarrestantes de una prosecución directa de las pulsiones, los destinos de pulsión pueden ser presentados también como variedades de la defensa contra las pulsiones.
- El trastorno hacia lo contrario: Trastorno de la meta de la pulsión. Se resuelve en dos procesos diversos:
(1) La vuelta de una pulsión de la actividad a la pasividad. Pares de opuestos como sadismo-masoquismo, ver-exhibición. La meta activa es sustituida por la meta pasiva.
(2) el trastorno en cuanto al contenido. El único caso: la mudanza o trasposición de amor en odio; ambos dirigidos a un mismo objeto, por lo que es un ejemplo significativo de una ambivalencia de sentimientos. En este caso el amar no es susceptible de una sola oposición, sino de tres. Amar-odiar; amar-ser amado (de la actividad a la pasividad, relacionada a la situación básica de amarse a sí mismo – característica narcisista), y amar-odiar tomados en conjunto se contraponen al estado de indiferencia.
- La vuelta hacia la persona propia: Lo esencial en este proceso es entonces el cambio de vía del objeto manteniéndose inalterada la meta. Se hace comprensible si pensamos que el masoquismo es sin duda un sadismo vuelto hacia el yo propio, y la exhibición lleva incluido el mirarse el cuerpo propio. El gozar del dolor sería una meta originariamente masoquista, pero que sólo puede devenir en meta pulsional en quien es originariamente sádico.
“La mudanza pulsional mediante trastorno de la actividad en pasividad y mediante vuelta sobre la persona propia nunca afecta, en verdad, a todo el monto de la moción pulsional. La dirección pulsional más antigua, activa, subsiste en cierta medida junto a la más reciente, pasiva, aunque el proceso de la trasmudación pulsional haya sido muy extenso.”
La vida anímica en general está gobernada por tres polaridades: (1) Sujeto (yo) – Objeto (mundo exterior), (2) Placer – Displacer, (3) Activo – Pasivo.
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