Historia de la idea de tolerancia

I. Historia de la idea de tolerancia.

La tolerancia que actualmente conocemos en nuestra sociedad aparece “a comienzos de la época moderna en el contexto de los enfrentamientos religiosos a causa de la ortodoxia o la heterodoxia y de los conflictos posteriores” , esto fue debido a “la quiebra de la unidad religiosa producida por la reforma protestante se convierte en el punto crítico del largo proceso histórico que enmarca el debate sobre la tolerancia” lo que nos sugiere que antes de esta ruptura religiosa “el ciudadano occidental se había sentido seguro en la fe sólida de una iglesia” y no fue hasta “la revuelta de Lutero contra la iglesia de Roma en el año 1517, cuando se atreve a fijar en la puerta de la catedral de Wittenberg sus noventa y cinco tesis” , esta fue una de las primeras sospechas de que algo estaba sucediendo en la sociedad occidental y desde ese momento se solicitó explícitamente la tolerancia y la libertad religiosa.

I.1. De la tolerancia religiosa a la tolerancia civil.

“La tolerancia religiosa viene a ser la condición necesaria para el proceso de afirmación y reconocimiento de la libertad humana” en otro sentido “la tolerancia se deduce como el respeto a la libertad humana en cuanto a la aprobación o discrepancia de lo impuesto por una confesión religiosa o una autoridad eclesiástica” . “Erasmo de Rótterdam, llamado <<el príncipe de los humanistas>>, para quien la reflexión personal era la única arma adecuada para purificar a la Iglesia de los dogmas que son fuente de la intolerancia cristiana” . Lo que en sí propuso Erasmo fue un tipo de humanismo pacífico que incluía la comprensión de los que resultaban ser distintos, el afirmaba que “a nadie, se le debe perseguir por sus doctrinas o por sus creencias” .

Baruch Spinoza fue uno de los maestros más importantes de la tolerancia, no sólo en el aspecto religioso sino sobre todo en sus importantes implicaciones políticas y filosóficas. Lo que él pretendía era, crear una nueva idea en las mentes humanas para así poder modificar la mentalidad y la vida de las personas, de tal modo que se pudiera crear un orden político el cual fuera más respetuoso y más adecuado para vivir feliz.

En su escrito Tractatus theologico-politicus, excelente exposición programática de su posición filosófica y de su defensa de la libertad. El autor pide a los poderes públicos que aseguren a toda persona la posibilidad de reflexionar autónomamente y de practicar libremente las virtudes cristianas, sin depender de ninguna institución religiosa. El razonamiento filosófico debe abstraerse de cualquier consideración religiosa para poder mantener su independencia. La libertad de pensamiento y de opinión debe ser preservada por un Estado secular e igualitario, mediante un sistema político que ampare la tolerancia religiosa y promueva la igualdad de derechos entre los ciudadanos.

Lo que quiere decir este escrito es que ninguna institución debe prohibir la autonomía de la libertad, sin embargo debe existir un Estado que la regule, este Estado debe ser secular e igualitario. "Locke argumenta que la persecución intolerante ha sido siempre ineficaz, ya que nunca ha conseguido el acuerdo y la unidad" Locke a pesar de apoyar la tolerancia, no se dio cuenta que en cierta manera lo que afirmaba era intolerancia en su máxima expresión como por ejemplo en su siguiente alegato "'los que niegan la existencia de Dios no deben ser tolerados de modo alguno'" . El término civil en lo que respecta a tolerancia vino hasta que Jean Jacques Rousseau menciono "los ciudadanos, por su parte, pueden tener sus propias creencias individuales de orden religioso; la autoridad civil debe ser tolerante con ellas, mientras no entren en conflicto con la <<religión civil>> y no perturben la convivencia ciudadana" .

Tenemos que a pesar de las críticas a la religión esto no significa que renuncien o arremetan contra ella, sino más bien pretender mostrarnos que la fe no debe imponerse por la fuerza y que la intolerancia de cualquier tipo, pero en especial la religiosa, conduce al fanatismo y conlleva nefastas consecuencias en la historia de la humanidad.

Voltaire se presenta como el defensor de la tolerancia universal y el protector incondicional de cualquier tipo de opción religiosa. Al final de su Tratado, eleva una oración en la que pide a Dios que nos ayude a soportarnos recíprocamente y soportar pacientemente la carga de nuestra existencia penosa y pasajera; que las pequeñas diversidades entre nuestros vestidos, nuestras insuficientes lenguas, nuestros ridículos usos, nuestras imperfectas leyes y nuestras insensatas opiniones nunca sean motivo de persecución y de odio.

Por esto entendemos que la tolerancia en sí no es la aceptación de los ideales de los demás sino que a veces debemos soportar aquellas diferencias entre los individuos, pero destaca que este acto de tolerar debe ser recíproco. Por otra parte Kant asevera que "la idea de la autonomía del individuo y el principio moral del respeto mutuo se convierten en la base firme de la tolerancia, mediante la que se respeta la autonomía de los demás y se honra la dignidad de cada persona" .

I.2. El significado de la tolerancia

Aunque nosotros ya tenemos un concepto de lo que es la tolerancia aparentemente definido, ha tenido un proceso largo de discusión.

La tolerancia como actitud deliberada que nos permite no solo expresar nuestras propias convicciones, sino respetar el derecho de los otros a exponer sus opiniones y vivir según ellas, (…) La historia de la idea de la intolerancia, se puede afirmar, es una parte importante en el proceso del reconocimiento de la dignidad humana.

Pero hay que tener en cuenta que el desarrollo de este reconocimiento en modo alguno ha sido regular; la idea de la tolerancia no ha seguido un proceso lineal y progresivo, sino que ha sufrido no pocos atascos y retrocesos a lo largo de la historia de la humanidad.

Así mismo si a lo largo de la historia se han visto dificultades para establecer un parámetro del significado puro de la palabra tolerancia, nosotros en nuestros días ya tenemos uno aunque la sociedad no logra entenderlo del todo porque siguen habiendo variantes debido a que la palabra en sí es muy ambigua.

Una primera aproximación al concepto de la tolerancia, partiendo del análisis etimológico de la palabra, nos puede ayudar a captar mejor su significado. La palabra tolerancia proviene del término latino tolerare que, a su vez, deriva del verbo latino tolerare, cuya significaciones más importantes son: resistir, sufrir, permitir, consentir, etc. (…) es decir, la tolerancia acepta que exista la diferencia; es más, la reconoce y la respeta a pesar de la discrepancia y la diferencia. (…) Por derivación, la tolerancia adquirió un sentido más amplio de naturaleza ético-política que exhortaba a reconocer otras doctrinas filosóficas y tener indulgencia para con todas las practicas humanas, siempre que se hallen dentro del marco legal libremente aceptada.

Podemos observar que ya desde tiempo atrás se plantearon diferentes conceptos para tolerancia convirtiéndose en una palabra más y más ambigua, “el problema principal que tenemos a la hora de aclarar con precisión el concepto de la tolerancia se encuentra en la dificultad de fijar los límites de lo intolerable” porque hay similitudes entre palabras ya que “tolerancia no es lo mismo que permisividad, condescendencia o indulgencia” ahora bien nosotros vamos adaptando este término en nuestro acontecer diario ya que “la naturaleza de por si no es tolerante es una experiencia cotidiana para todos los humanos. Ni la naturaleza en general, ni la humana en concreto, se comportan fácilmente de modo tolerante.” Y esto es por la característica nata que tenemos los seres humanos así como los animales, la irritabilidad, pero “la tolerancia es una virtud que no se caracteriza por ser innata, sino adquirida con el tiempo y mediante el ejercicio cuidadoso de la educación y el esfuerzo personal.” A pesar de que se nos educa desde pequeños a respetar y tolerar “no resulta fácil aceptar las limitaciones propias, difícilmente superables en muchas ocasiones, y respetar los derechos ajenos, aunque no sea de nuestro agrado.”

En la actualidad, la tolerancia está catalogada como un valor fundamental para la convivencia en democracia; a ella se le recurre con frecuencia como diagnostico útil ante la necesidad de respetar opiniones y creencias de los demás, la convivencia intercultural que proponemos para la sociedad multicultural de nuestro tiempo y que todos experimentamos a diario no puede ponerse en funcionamiento sin una gran dosis de tolerancia.

“En los tiempos actuales, existe el convencimiento claro de que el principio de la tolerancia continua siendo válido, pero resulta insuficiente para la realidad social de nuestro mundo” ya que vemos grandes cambios a nivel social y nuevas tendencias que son fáciles de juzgar entonces el concepto de tolerancia no es de gran ayuda “y, por tanto inadecuada para resolver la complejidad de los conflictos propios de nuestras sociedades multiculturales”

En la dinámica de la tolerancia, entran en juego convicciones, ideas, gustos, preferencias, formas de vida, etc., de las que no podemos distanciarnos porque comprometen nuestra propia existencia y a las que, por tanto, no debemos renunciar. (…) La tolerancia, en sentido negativo, está muy cerca de origen etimológico de la palabra, pues indica la idea de soportar unas opciones y creencias distintas a las nuestras.

Entonces podemos decir que aprendemos a coexistir

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