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LA AUTOESTIMA EN LA FORMACIÓN DEL FUTURO PROFESIONAL DE LA CARRERA COMUNICACIÓN SOCIA


Enviado por   •  12 de Agosto de 2022  •  Ensayos  •  2.795 Palabras (12 Páginas)  •  75 Visitas

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Ensayo LA AUTOESTIMA EN LA FORMACIÓN DEL FUTURO PROFESIONAL DE LA CARRERA COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE BABAHOYOEXTENSIÓN QUEVEDO, PROVINCIA LOS RIOS, ECUADOR MSc. Mario Renan Procel-Ayala, Universidad Técnica de Babahoyo- Extensión Quevedo. Provincia Los Ríos. Ecuador. mprocel@utb.edu.ec Martha Evangelina Moreira-Bustamante. Psicóloga Clínica. Universidad Técnica de Babahoyo-Extensión Quevedo. Provincia Los Ríos. Ecuador. mmoreira@utb.edu.ec Ing. Yanetsys González-Mojena, Universidad de Granma. Cuba. ymojenay@udg.co.cu Recibido: 23/01/2018 Aceptado: 12/04/2018 INTRODUCCIÓN El desarrollo, y en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que tienen características muy especiales. Cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente. Sin embargo, no hay un acuerdo unánime para determinar cuántas y cuáles son esas etapas. Tampoco se puede decir cuándo comienza exactamente y cuándo termina cada etapa, pues en el desarrollo influyen diversos factores individuales, sociales y culturales. Por eso se dice que cada ser humano tiene su propio ritmo de desarrollo. Es a partir de los cinco a seis años cuando comienza a formarse un concepto de cómo los ven los mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que van adquiriendo. Según como se encuentre la autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de mí mismo, potenciará la capacidad de las personas para desarrollar su habilidad y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso. La juventud es la etapa comprendida aproximadamente de los 18 a los 25 años. En ella el individuo se encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia, aunque todavía no ha llegado al equilibrio de la adultez. El joven es capaz de orientar su vida y de ir llegando a la progresiva integración de todos los aspectos de su personalidad, es por ello que se torna más reflexivo y más analítico. Es la mejor época para el aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado frenar cada vez más los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de comprometerse. En la juventud las personas presentan una mayor vitalidad, fuerza y resistencia en comparación a otras edades. En el desarrollo cognitivo a medida que pasan los años, se va desarrollando la actividad cognoscitiva. Se acumula una extensa base de datos de todo lo que se ha aprendido, se conoce mejor la personalidad, el mundo físico y social. El éxito en la juventud está ligado al compromiso del individuo con su carrera y en la mayoría de casos con una pareja romántica o con la familia, es una etapa de transición a una mayor independencia. Es por ello que en este momento del desarrollo humano inciden múltiples influencias tanto externas como internas, las que suscitan en el proceso de la actividad, la cual es un medio en sus relaciones con la realidad. Sin embargo, no todas las influencias provocan que el individuo dirija hacia ellas su actividad psíquica consciente en particular en su autoestima. DESARROLLO El campo de acción de la conciencia es muy amplio, pero no puede abarcarlo todo. En él encuentran su lugar los contenidos que, de reflejarse solo al nivel inconsciente, el sujeto no podría regular adecuadamente su actuación con respecto a ellos por diversas razones. La personalidad como nivel superior de regulación psíquica permite la regulación y autorregulación del comportamiento, su devenir y desarrollo dependen de condiciones internas y externas que interactúan a través de la actividad y la comunicación y que se va a expresar de forma típica en cada período evolutivo. Es la actividad cognoscitiva el proceso de penetración gradual en la esencia de los objetos y fenómenos, es el movimiento de lo desconocido hacia el conocimiento más completo y exacto, el conocimiento de las particularidades generales y esenciales de los objetos y fenómenos y de los vínculos entre ellos. La interacción del hombre con la realidad objetiva le permite reflejar subjetivamente todos estos estímulos externos de los objetos y fenómenos circundantes que actúan sobre los órganos sensoriales. Ello constituye el momento inicial del conocimiento sirviendo de base a formas superiores del reflejo cognoscitivo. 3 Los procesos cognoscitivos constituyen procesos de regulación ejecutora que propician las condiciones para la ejecución, por lo que es de vital importancia que se favorezca el desarrollo de la capacidad de observación y autobservación, la memoria lógico/verbal y el pensamiento teórico en los estudiantes, lo que sirve de base para el perfeccionamiento del proceso de aprendizaje de manera consciente en los estudiantes y se favorezca con ello el desarrollo de una autoestima que propicie la formación académica que se requiere en la Educación Superior. Dicha actividad se connota cuando el sujeto tiene entre sus motivaciones el estudio como proyección futura de obtención de un título académico. Sin embargo, no siempre esta incide de forma positiva en la autoestima. Esta deriva de sentimientos de amor y confianza en lo que son y pueden hacer. Los lleva a percibirse positivamente y a manifestarse afirmativamente. De esta forma, guarda relación con la capacidad de evaluarse o de valorarse a sí mismo, de ahí que alguien alcance un buen nivel de autoestima, significa que se valora adecuadamente, es decir, es la valoración que tiene la persona de sí y por sí misma, diferenciándose de la autoimagen, concepto que refiere a cómo ella se ve. La autoestima es una actitud básica que determina el comportamiento y el rendimiento académico del estudiante. El desarrollo de la autoestima está estrechamente relacionado con la consideración, valoración y crítica recibida por los niños por parte de los adultos. Esta se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias sobre ellos mismos que se acumula durante la vida. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se juntan en un sentimiento positivo hacia ellos mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperaban. Es por ello que se incluye el aspecto autocrático, evaluativo que acompaña el aspecto afectivo, no es solo lo que sienten hacia ellos, sino también lo que piensan sobre ellos mismos y tiene que ver con el juicio de realidad, que modera el grado de autocentramiento y la omnipotencia o impotencia infantil. Cuanto mayor es la autoestima, más confianza tendrá la persona en su valor como individuo y mejor será la imagen que elaborará de sí mismo, adquiriendo en tal caso energía y fortaleza, para desarrollar las diversas áreas de su vida. Por el contrario, cuando menor es la autoestima, menos creerá la persona en su valor como individuo forjando una autoimagen de alguien vencido y derrotado, fuera de la normalidad, abandonado, sintiéndose y viéndose como alguien de escasa utilidad. Se plantea en la literatura científica que esta domina la vida subjetiva del individuo determinando en gran medida sus pensamientos, sus sentimientos y su conducta. A primera vista parece tratarse de un fenómeno exclusivamente individual, personal o idiosincrático. Sin embargo, el autorretrato del individuo no constituye una obra estrictamente subjetiva, sino más bien, un retrato más o menos claro basado en su experiencia social. La autoestima es también un constructo que ha sido de sumo interés en diversas disciplinas como psicología, salud y educación, ya que está vinculado al bienestar y a la motivación. Relación entre Autoestima con depresión, con ansiedad y con asertividad. • Relación entre Autoestima, con género, con semestre y con edad. Relación entre Autoestima con contextos socio-ambientales. Relación entre Autoestima con relaciones interpersonales. • Relación entre Autoestima con relaciones interpersonales y con nivel socioeconómico. Gil (1998) menciona que la autoestima se manifiesta como uno de los bienes básicos que una persona necesita para ser feliz. La Autoestima eficiente tiene las siguientes características: aprecio, aceptación, atención, autoconciencia, apertura y bienestar. Harter (1988) define la Autoestima como la autovalía global que hace el sujeto de sí mismo. En el año, 2001, estudiosos de la Universidad Nacional Metropolitana investigó una muestra de 1679 adolescentes de preparatoria y detectaron que la autoestima baja está relacionada con la dificultad en las relaciones interpersonales. Por otro lado, Fajardo et al. (2001) llevaron a cabo una investigación con una muestra de 615 adolescentes preparatoríanos, para buscar la relación entre autoestima, depresión y ansiedad y asertividad. Estos autores señalan que los resultados obtenidos a través de un análisis de regresión lineal, indicaron que la autoestima predice altos grados de ansiedad, así como de depresión en adolescentes. García y Segura (2001) no encontraron relación entre autoestima y las variables estudiadas (edad, género y semestre) cuando estudiaron una muestra de adolescentes del grado Preparatorio. Mientras que investigaciones desarrolladas en México demuestran que la mayoría de los adolescentes manifiestan tener un estado de bienestar óptimo, como se señala en el trabajo de Monroy y Bouzas (2001) el cual indica que el 90% de los encuestados reportó tener una alta percepción del mismo. 5 La autoestima incluye la valoración según sus cualidades que provienen de la experiencia y que son consideradas como negativas o positivas. Así este concepto se presenta como la conclusión final de un proceso de autoevaluación y es la satisfacción personal del individuo consigo mismo. La relación entre autoestima y rendimiento académico ha sido bien documentada por Sánchez G. (1997), García Flores (2005), Bongiorni, P, (2015), entre otros, quienes encontraron que la autoestima correlaciona altamente con el éxito académico y también con el coeficiente intelectual. Bongiorni, P, (2015), plantea que la autoestima está influida por la percepción de competencia o adecuación a las diferentes dimensiones del autoconcepto, estando esta relación mediatizada por la importancia que la persona concede a esa dimensión. Es decir, que aquellas áreas o dimensiones del autoconcepto que son consideradas más importantes por el adolescente poseerán una influencia mayor en su nivel de autoestima o autovalía. Los estudios de Camacho Sánchez A. (2009) han comprobado, que la confianza en sí mismos de los niños se puede ver incrementada cuando consiguen la aprobación de adultos que son importantes en su vida. En la preadolescencia (8 a 14 años), las categorías que más a menudo suelen asociarse con la autoestima son: el talento académico, la aceptación por parte de los compañeros, la conducta y la apariencia física. De los 15 a 21 años de edad, la habilidad en el trabajo, las amistades íntimas y el atractivo de carácter romántico empiezan a afectar profundamente a la confianza que los jóvenes tienen en sí mismos. Al reflexionar acerca de la relación entre autoestima y rendimiento académico, puede presentarse la incertidumbre de lo que viene primero, el sentimiento de autoestima o el éxito. Carrillo Picazzo (2009) asocia la autoestima al contexto familia y el lugar que ocupa el joven en el hogar. Considera que en la manera en que se sienten con respecto a ellos mismos, afecta en forma decisiva en todos los aspectos de la experiencia, desde la forma en que funcionan en la escuela, en el trabajo, en el amor, en la amistad, hasta su proceder como padres y las posibilidades que poseen de progresar en la vida. Este autor sostiene que las respuestas ante acontecimientos dependen de quién y de lo qué piensan, qué son. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o el fracaso. Si un estudiante se siente confiado en una situación de aprendizaje, estará más abierto y con mejor disposición para aceptar los cambios, y a la vez estimulado para entrar en el aprendizaje de todo corazón. Pero si un estudiante posee baja autoestima, se siente temeroso, o percibe pocas posibilidades de éxito, el o ella tratarán de evitar cambios; encontrará una vía de escaparse de la clase o asignar a alguien más para que le haga las tareas, o hacer solo un mínimo esfuerzo. También la literatura especializada reconoce la influencia que tiene en la actualidad el uso de las Tecnologías y las comunicaciones. Así Fandiño Parra Y. J. (2011) aborda la influencia que tiene facebook y el twitter en adolescentes y el impacto en su autoestima, lo cual está asociado, según esta autora, por el hecho de que el estadio de la vida adolescente y de la juventud, resulta vulnerable y susceptible a los cambios y a una búsqueda de aceptación en el marco de un grupo social. Mediante la red social de Facebook, el usuario se crea un perfil y a través de este desarrolla su personalidad como quiere, presentando por ello, una imagen deseada. Sin embargo, reconoce que existen posturas positivas y negativas en lo que respecta al uso de redes sociales y su impacto en la autoestima. Al profundizar el estudio de la autoestima en la formación del futuro profesional de la carrera comunicación social de la Universidad Técnica de Babahoyo, Quevedo, en la República de Ecuador, se ha constatado que muchas veces los métodos de enseñanza que se emplean interactúan con los rasgos de personalidad. De esta forma se afecta al mismo comportamiento de los estudiantes e incluso al trabajo académico. Rasgos de inseguridad, dependencia, sentimiento de ser diferente, impulsividad, disconformidad con su propio cuerpo y sensibilidad, son algunas de las variables que se encuentran notablemente afectados por el deterioro de la autoestima. Los estudiantes con un deterioro significativo de su autoestima y/ o de su autoconcepto, se muestran: • Desinteresados por los aspectos académicos. • Desconfiados. • Con un inadecuado rendimiento académico. • Socialmente inhibidos. • Inseguros. • Sentimiento de ser diferentes. • Con malestar corporal. • Poco sociables. 7 Dentro de los aspectos psicosociales determinantes de la autoestima en los jóvenes que se forman como comunicadores sociales se encuentran el entorno, y la falsa autoestima. A partir de ello se implementan acciones que contribuyen a elevar la autoestima desde el trabajo docente que se desarrolla en el contexto áulico. De manera que se proyectan talleres de intercambio de experiencias dirigidas a: • Vivir conscientemente, teniendo en cuenta que los estudiantes deben sentirse competentes al actuar ante las responsabilidades que la vida les impone y saber determinar cuándo se obra de forma incorrecta. • Aceptarse como son, con su individualidad, sus peculiaridades y diversidad humana, aceptándose y aceptando al otro, siendo capaces de admitir e integrar aspectos de la personalidad previamente negados y no reconocidos. • Tener responsabilidad y sentir que se tiene el control de su propia existencia. Aceptar las consecuencias de sus conductas y debe aprender a solucionarlas de manera positiva. • Autoafirmación, controlando los desafíos de la vida, aprendiendo a vivir en comunidad, respetando la diversidad humana y que se respete el derecho individual y grupal. • Vivir con un propósito, una meta, un fin, organizando la conducta y controlando su existencia con una dirección, un camino. Los propósitos realizan y completan su proyecto vital. La integridad, buscando la congruencia entre teoría y práctica, entre el ideal y la conducta. CONCLUSIONES 1. La autoestima en los estudiantes que se forman como comunicadores sociales está influida por la percepción de competencia o adecuación a las diferentes dimensiones del auto concepto, sobre todo en los componentes relacionados con el aspecto social, académico, conductual, de amistad y físico. 2. Frente a un mundo competitivo y cambiante, la autoestima se presenta como un verdadero problema al estar asociada a la necesidad que todos experimentan de sentirse bien con ellos mismos. Se conocen mejor, pero se estiman peor. 3. La autoestima es la base para poder tener seguridad, saber qué elegir y plantarse en las decisiones que se han de tomar sobre todo su influencia en el componente académico formativo en la Educación Superior, pues constituye en el sentimiento valorativo de su ser, de su manera de ser, de quiénes son ellos, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran su personalidad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bongiorni, P, (2015), Autoestima y rendimiento académico, Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, Escuela de Estudios de Posgrado. Camacho Sánchez A. (2009). La influencia de la formación de la autoestima en los adolescentes. Universidad de La Sabana. Carrillo Picazzo L. (2009). La familia, la autoestima, y el fracaso escolar en el adolescente. Tesis doctoral. Universidad de Granada. España. Fandiño Parra Y. J. (2011). Los jóvenes hoy: enfoques, problemáticas y retos. Revista iberoamericana de educación superior. Versión On-line ISSN 2007-2872. Rev. iberoam. educ. super vol.2 no.4 México may. 2011 Fernández Lopes P. (2015). Nuevos patrones de integración social. El uso del Facebook y el Twitter en adolescentes y el impacto en su autoestima. Revista de Investigación en Psicología Social Volumen 1. | Número 2. | Año 2015 ISSN 2422-619X García Flores L. (2005). Autoconcepto, autoestima y su relación con el rendimiento académico. Tesis de Maestría. Universidad Autónoma de Nuevo León. Monterrey Sánchez G. (1997). Autoestima y autoconcepto en adolescentes: Una reflexión para la orientación educativa. Revista de Psicología de la PUCP. Vol. XV, 2.

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