ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA RACIONALIDAD COMUNICATIVA

macheteypala13 de Mayo de 2013

4.231 Palabras (17 Páginas)934 Visitas

Página 1 de 17

INTRODUCCIÓN

Algunos filósofos consideran la racionalidad, desde un punto de vista platónico, como la característica fundamental que distingue al ser humano del resto de los seres vivos, y suponen como axioma antropológico de su discurso que el ser humano posee una facultad especial que lo distingue del resto de los animales y seres vivos; y llaman a esa facultad "racionalidad", pero con una salvedad: que esta facultad es parcial, en el sentido de que el ser humano no es un ser racional acabado, sino más bien un ser que trata de ser racional y bajo el umbral de esta hipótesis protohumana lanzan un hilo de Ariadna a través de este laberinto de espejos, ya que todos vivimos en este mundo de reflejos, como seres potencialmente racionales que somos, al querer justificar como racional tanto la creencia que expresamos, como la acción que ejecutamos. Toda comunicación con nuestros congéneres depende de que cada interlocutor suponga como premisa fundamental la racionalidad de los otros.

La racionalidad es la capacidad que permite pensar, evaluar, entender y actuar de acuerdo a ciertos principios de optimida y consistencia, para satisfacer algún objetivo o finalidad. El ejercicio de la racionalidad está sujeto a principios de optimidad y consistencia. Cualquier construcción mental llevada a cabo mediante procedimientos racionales tiene por tanto una estructura lógico-mecánica distinguible (razonamiento).

La racionalidad comunicativa vista como la capacidad que posee todo ser humano de pensar, evaluar los actos a través de los cuales expresemos una ida o sentimiento a fin de obtener el mayor y mejor beneficio en la realización de una meta, precisa de unas normas que regulen la realización de tales actos. A fin de que cada individuo haga uso de sus derechos, sin vulnerar los derechos del resto de la sociedad

LA RACIONALIDAD COMUNICATIVA

Es la que hace alusión al hecho de lo que expresemos tanto lingüísticamente como con las acciones, actos comprensibles en los cuales por medio de ellos pueda dar garantía creíble y racional con respecto a su contenido y sentido.

La Racionalidad está siempre relacionada con el saber, ya que ella tiene que ver con la forma en que los sujetos capaces de lenguaje y acción hacen uso del conocimiento. Es así, que estos necesitan de la Racionalidad para poder ser. Entonces, más o menos racionales pueden serlo las personas que disponen de saber y las manifestaciones simbólicas. Las acciones lingüísticas o no lingüísticas. Comunicativas o no, que encarnan un saber. Por ejemplo, son racionales las mujeres, pero no los autos; como es irracional aquello que puede prevenirse como las disculpas y no lo es el mal tiempo.

La Racionalidad Comunicativa hace referencia a una conexión sistemática, hasta hoy todavía no aclarada, de pretensiones universales de validez y tiene que ser adecuadamente desarrollada por medio de una Teoría de la Argumentación, o sea, un razonamiento para demostrar una proposición. Es por ello, que contiene razones que están conectadas de forma sistemática con la pretensión de validez de la manifestación problematizada. La fuerza de una argumentación se mide por la pertinencia de las razones, poniéndose de manifiesto en si la argumentación convence a los participantes en un discurso, ósea, si los motiva a aceptar las pretensiones de validez.

Siendo el ser humano de naturaleza social, que precisa del hábitat en comunidades organizadas para gozar de los beneficios, que le brinda el intercambio de ideas, bienes, servicios se hace imperativo el cumplimiento de un conjunto de normas que condicionan las actividades que realiza cada individuo a fin de que haga uso de sus derechos, sin vulnerar los derechos del resto de la sociedad.

(Habernas), pretende que la noción de la racionalidad comunicativa esta contenido implícitamente en la estructura del habla humana como tal y que significa el estándar básico de la racionalidad que comparten los hablantes competentes al menos en las sociedades modernas. Esto significa que aquel que comprende la relación interna entre los requisitos de validez y el compromiso respeto a dar y recibir argumentos se está comportando racionalmente.

Ante este panorama, Habermas explica que tanto la racionalidad cognitivo-instrumental como la racionalidad comunicativa son susceptibles de fundamentación y de crítica. En ambos ámbitos una persona racional es capaz de reflexionar sobre los valores de cómo interpreta sus necesidades. La racionalidad en ambos campos consiste en la capacidad de los sujetos de reflexionar sobre su propia subjetividad e intervenir en las manifestaciones irracionales que se expresan en el terreno cognitivo-instrumental, práctico-moral y práctico-estético. Se trata de un proceso de autorreflexión donde las razones juegan un papel fundamental. “Llamamos racional a una persona que se muestra dispuesta al entendimiento y que ante las perturbaciones de la comunicación reacciona reflexionando sobre las reglas lingüísticas…”. Se busca construir un discurso explicativo sobre el asunto controvertido

En esta estructura se llama racional aquel sujeto que actúa con lucidez y es capaz de juzgar imparcialmente desde un punto de vista moral el conflicto normativo y trata de resolverlo por la vía consensual en un intercambio intersubjetivo de argumentos y no aquel sujeto que ante el conflicto normativo se deja llevar por sus pasiones y sus intereses inmediatos. De lo que se trata es que los sujetos resuelvan las cuestiones prácticas argumentativamente.

Bajo estas condiciones la racionalidad de las personas se manifiesta en su capacidad de llegar a un acuerdo y un entendimiento sobre los asuntos controvertidos. Las afirmaciones fundadas y las acciones eficientes son, sin duda, un signo de racionalidad, y a los sujetos capaces de lenguaje y de acción que, en la medida de lo posible, no se equivocan sobre los hechos ni sobre las relaciones fin-medio los llamamos racionales. En el campo de la comunicación no solamente llamamos racional a quien hace una afirmación y es capaz de defenderla frente a un crítico, aduciendo las evidencias pertinentes, sino que también llamamos racional a aquel que sigue una norma vigente y es capaz de justificar su acción frente a un crítico interpretando una situación dada a la luz de expectativas legítimas de comportamiento

Frente a la patología comunicacional y las distorsiones informativas propias de la cultura burguesa y el empleo de las operaciones psicológicas como su viabilización práctica, hay que promover “UNA COMUNICACIÓN LIBRE DE COERSIÓN” tal como lo planteó Habermas. Este autor, planteó la existencia de unas normas de racionalidad en la teoría crítica, las cuales se asocian al discurso y al lenguaje ordinario.

La capacidad comunicativa, donde se incorpora al habla y al discurso, métodos de discusión, ideales transformadores de justicia, libertad, solidaridad, como signo de autorrealización y de una ética comunicativa.

Este ideal del habla y del discurso, sostiene que la única compulsión que se puede permitir es la fuerza del argumento, y en consecuencia, se puede hablar de una comunicación libre de coerción cuando no hay presiones psicológicas, bloqueos o silencios, violencia verbal o semiológica.

Los postulados de racionalidad y de validez en el habla, son para Habermas los siguientes:

Lo que se dice es verdad. . Para el contenido de lo que se dice en relación con lo objetivo (si digo “esta mesa es verde” debe ser verde) o para las condiciones de existencia de lo que se dice (si digo: “cierra la puerta” se presupone que la puerta estaba abierta).

Lo dicho es entendible. La comunicación resulta imposible si lo que se dice es incomprensible para los demás.

También es sincero. Lo que dice debe ser lo que cree o piensa, si miente, la comunicación se rompe

El hablante está en su razón: Todo hablante se atiene a un conjunto de normas aceptadas por todos. Si dice “usted se calla” es porque debe estar autorizado a decirlo.

El consenso que se logra a través de esta discusión auténtica es un consenso activo, verdadero, siendo la verdad un resultado del debate y la confrontación, lo cual permite que emerjan los verdaderos intereses de los participantes.

La libre discusión conceptuada por Habermas como “situación ideal de habla” demanda de un clima democrático, que admita las discrepancias y el libre juego de tendencia, igualmente la libre circulación de las ideas, rechazando las amenazas, censuras, manipulaciones y controles. En la construcción de una nueva cultura política, la ética y la nueva racionalidad comunicativa de base habermasiana se convierte en una propuesta alternativa a la manipulación informativa del imperio y la oligarquía, siendo una herramienta valiosa en manos de los revolucionarios identificados con la construcción del Socialismo en Venezuela.

Con este legado de la teoría crítica, podemos postular una nueva racionalidad comunicativa:

Libertad real de opinión, libre circulación de las ideas, libre acceso a los medios.Desarrollo de actitudes comunicacionales: saber oír y respetar la palabra del otro.

Construcción de visiones compartidas o consensos activos sobre la base del dialogo de saberes, debates y discusiones libres de compulsión psicológicas (descalificación, estilo de cliché, maledicencia y corrillos).

Ética comunicativa, haciendo transparente las diferencias, procesando correctamente las contradicciones.

RACIONALIDAD COMUNICATIVA ENMARCADA EN LAS LEYES VIGENTES DEL PAIS

Además de los principios naturales, que regulan la comunicación, a fin de

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (28 Kb)
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com