LA SIMBOLIZACIÓN EN EL JUEGO. ANZIEU

CAP. VI LA SIMBOLIZACIÓN EN EL JUEGO

Anzieu A. " El juego en psicoterapia del niño" pp 179-203

Mediante la presentación de algunos casos, Anzieu nos muestra los aspectos más relevantes de la simbolización en el juego. Con Gabriel hemos podido observar la confusión en los contenidos del cuerpo, partiendo del sentir, de la necesidad de contacto reparador en el cuerpo materno, vinculado a experiencias precoces de separación. En la terapia de juego, el inconsciente busca la liberación de sobrecarga de la angustia. Mediante la técnica e interpretación en el juego, gracias a este caso, la autora menciona que ninguna acción terapéutica pude ejercerse sobre un símbolo, y que el análisis no es una serie de reparaciones, y que el analista ayuda poco a poco a renunciar solo sí él puede soportar y transformar, gracias a su propia continencia. La simbolización sólo se juega entre dos, estas afirmaciones teóricas son una especie de principio y fundamento en nuestra práctica cotidiana pues tenemos que lidiar con los soportes que el niño usa en sus representaciones objetales, un niño expresa en su juego y en el material presentado este soporte comunicándonos su malestar.

En marcha a la progresión de la simbolización la palabra reduce el campo de lo simbólico, mucho más amplio en el juego, gracias a ello el niño domina sus angustias.

En casos más severos encontramos niños como Antoine (autismo) , el cual, dispone de objetos, pero carece de una constitución en figura, nos habla de casos que pueden llegan a nuestros espacios psicoterapéuticos y nos da luz a cerca de la posibilidad de crear un espacio lento, pero esperanzado hacia la posibilidad de simbolización, pues Antoine manifiesta en su primer contacto con los juguetes una forma de representar sus escisiones psíquicas, a los gestos pre simbólicos propiciando con ello una posibilidad de construcción y reconstrucción, una manera de manifestar libertad al jugar con sus pulsiones destructivas intensas y reprimidas.

Por último con el caso de Elisa , vemos claramente como en su juego reconstruye de forma simbólica lo que ha sucedido en su interior después de que ha experimentado ciertos sufrimientos, en este caso vemos a una niña que no supero sus problemas edipicos y que juega como una niña de menos edad a lo que en realidad es, se observa el dibujo como un intento por simbolizar las fantasías que le acosan, este caso es más común en el colectivo infantil como en algún caso conocido donde gracias al dibujo "leemos" el malestar que el infante quiere representar de esta manera.

Anzieu concluye este capítulo con el tema de "los juegos de rivalidad" concretamente el juego del "ahorcado" donde el niño pretende callar, detener al analista pues la interpretación de este puede significar un peligro, pues como cita Ferro, "la muerte es el recurso contra el descubrimiento del inconsciente, pues este juego pone en escena la castración verbal, de esta idea se derivan las interpretaciones vinculadas a la fantasía frecuente en la etapa de la latencia.

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