ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Descomposición De La Personalidad Psíquica S. Freud. 1932


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2014  •  1.728 Palabras (7 Páginas)  •  1.268 Visitas

Página 1 de 7

La descomposición de la personalidad psíquica S. Freud. 1932

El ser humano enferma a raíz del conflicto entre las exigencias de la vida pulsional y la resistencia que dentro de él se eleva contra ellas.

Esa instancia que resiste, rechaza, reprime a lo que imaginábamos dotada de sus fuerzas particulares, las pulsiones yoicas, y que coincidía justamente con el Yo de la psicología popular .

El Yo es por cierto el sujeto más genuino. El Yo puede tomarse a sí mismo como objeto, tratarse como a otros objetos, observarse y criticarse. Para esto una parte del Yo se contrapone al resto. El Yo se divide en dos y una parte mira a la otra.

INSTANCIA OBSERVADORA que observa y amenaza con castigos. El observador es una preparación de enjuiciar y castigar y así deducir que otra función de esa instancia deberá ser lo que llamamos CONCIENCIA MORAL.

Súper yo: Funciones:

1) conciencia moral

2) observación de si (indispensable como primisa de la actividad enjuiciadora de la conciencia moral).

Características:

1) goza de cierta autonomía

2) persigue sus propósitos

3) es independiente del yo en cuanto a su patrimonio energético.

Origen y génesis:

El niño no posee inhibiciones internas contra sus impulsos que quieren alcanzar el placer. El papel que luego adopta el Súper YO es desempeñado primero por un poder externo (LA AUTORIDAD PARENTAL)

El niño recibe de ella influjos y prueba de amor pero también es amenazado con castigos que dan cuenta del peligro de la perdida de ese amor y temen por sí mismo. Esta angustia realista es precursora de la posterior Angustia Moral.

Más tarde se forma la situación secundaria considerada normal: en lugar de la instancia parental aparece el Súper-Yo que ahora observa al Yo, lo guían y lo amenaza como hicieron sus padres.

Relación con la melancolía:

El rasgo más llamativo del ataque melancólico es el modo en que el Súper-Yo trata al Yo.

En el ataque melancólico el Súper-Yo se vuelve despiadado, maltrata al Yo, y le aplica un severo patrón moral.

Nuestro sentimiento de CULPA MORAL expresa la tensión entre el Yo y el Súper-Yo.

Transcurrido cierto número de meses el alboroto moral pasa, la crítica del Súper-Yo calla, el Yo es rehabilitado y vuelve a gozar de todos los derechos humanos hasta el próximo ataque.

Trasmudación del vínculo parental en el superyó:

El Súper-Yo no sólo es el sucesor de dicha instancia parental, sino de hecho su legítimo heredero, pero parece haber tomado solo el rigor y la severidad.

Su función prohibitiva y punitoria en tanto que su amorosa tutela no continúa.

Puede adquirir ese mismo carácter de rigor aunque la educación fuere indulgente y benévola. Identificación:

La identificación es una forma importante de la ligazón con el prójimo, probablemente la más originaria, no es lo mismo que una elección de objeto.

La diferencia es que la identificación es querer “ser”, mientras que la elección de objeto es querer

“tener”.

En la identificación el Yo se alterara siguiendo el imago del Padre, mientras que en la elección esto no es necesario.

La institución del Súper-Yo se describe como un caso logrado de identificación con la instancia parental.

Relación con el complejo de Edipo:

El Súper-Yo se enlaza de la manera más íntima con el destino del Complejo de Edipo de modo tal que aparece como el HEREDERO.

El niño se vio a renunciar también a las intensas investiduras de objeto que había depositado en sus progenitores y como resarcimiento por tal perdida de objeto se refuerzan dentro de su Yo identificaciones con los progenitores.

Pero el Súper-Yo resulta mutilado en sus fuerzas y configuración cuando el Edipo se ha superado de manera imperfecta.

Portador del ideal del yo:

Este Ideal es con PORTADOR DEL IDEAL DEL YO: Este Ideal es con el cual el Yo se mide.

Es al cual aspira alcanzar y cuya exigencia de perfección cada vez más vasta se empeña en

cumplir. Es el precipitado de la angustia representación de los progenitores. Expresa la admiración por aquella perfección que el niño les atribuía en ese tiempo. Es al cual aspira alcanzar y cuya exigencia de perfección cada vez más vasta se empeña en cumplir. Es el precipitado de la angustia representación de los progenitores. Expresa la admiración por aquella perfección que el niño les atribuía en ese tiempo.

Edificación del superyó en el niño:

El Súper-Yo no se edificará en verdad según el modelo de sus progenitores sino según el

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com