La Terapia Familiar Estructurada

Introducción

Existen varios modelos de intervención en Terapia Familiar y es posible que sea debido a la importancia que se le ha dado a la familia como institución en las últimas décadas, ya que se considera la base de la sociedad que conforma nuestro medio social, de esta forma han surgido distintos enfoques los cuales son el Contextual, El Existencial, El Estructural y el Trasngeneracional

Con la elaboración de este trabajo Ofrezco información que considero importante en relación a los cincos enfoque de La Terapia Familiar y algunas técnica o estrategias de cada enfoque.

Los modelos de intervención en Terapia Familiar

Los modelos, en terapia familiar representan las diferentes formas de integración teórica que permiten la comprensión por parte de las diferentes escuelas del pensamiento de los procesos familiares.

Por definición, un modelo es una teoría o grupo de teorías aplicada a un área específica o situación (Michelle y Jolley, 1992, citados por Bocoña, 2002).

Los modelos en terapia familiar comenzaron a desarrollarse a partir de la década de los años cincuenta (1950) y desde entonces han ido agregándose varios de ellos a un productivo listado por donde han desfilado hombres y mujeres de ciencia y profesión.

Dentro de los modelos que vamos a describir se encuentra

Terapia Estructural: Salvador Minuchin

Modelos Transgeneracionales: Murray Bowen

Ivan Bozormenyi Nagy

Modelos Experienciales: Virginia Satir

Sistémico Objetal: Melanie Klein

Virginia Satir nació el 26 de junio de 1916 en Neillsville, Estados Unidos, fallese el 10 de septiembre de 1988 en California a la edad de 72 años.

Fue una notable autora y trabajadora social, psicoterapeuta estadounidense, conocida especialmente por su enfoque de terapia familiar. Sus libros más famosos en idioma español son Terapia familiar paso a paso, En Contacto Íntimo: Cómo relacionarse con uno mismo y Nuevas Relaciones Humanas en el Núcleo Familiar.

También es conocida por crear el "modelo de proceso de cambio de Virginia Satir", desarrollado a través de estudios clínicos. Varios expertos en organizaciones y gerencia de cambio de los decenios 1990s y 2000s trabajan con este modelo para definir cómo el cambio afecta las organizaciones.

Las ideas de Satir trascendieron el campo de la terapia familiar para subrayar temas de crecimiento espiritual y paz mundial. Ella creía fuertemente en la importancia de la congruencia en la comunicación tanto entre las personas como con uno mismo. Este es un proceso reciproco en la medida en que una persona entra en contacto con los mensajes de sí mismo, serán capaces de comunicarse de forma más congruente con los demás.

El desarrollo de una comunicación honesta facilita que las personas se dediquen al proceso al proceso de hacerse más conscientes de sí mismos.

Las creencias básicas de Virginia Satir se apoyaban en las siguientes afirmaciones, presentadas en su libro publicado después de su muerte (Salir y colaboradores, 1991).

El cambio es posible. Aún si los cambios externos limitados, entonces los internos pueden ser posibles.

Los padres hacen lo mejor que pueden en cualquier momento.

Tenemos todos los recursos que necesitamos para manejar de forma exitosa el crecimiento.

Hacemos elecciones, especialmente en términos de responder al estrés, en lugar de reaccionar antes las situaciones.

El problema no es el problema, manejarlo es el problema. Entre otros.

Comprensión de lo que es problemático en la familia

Para Satir las personas tienen una fuerza interna que los impulsa hacia una humanidad completa. La designa como la fuerza de vida. Se refiere a esta como una premisa que nos ayuda a reconocer que venimos al mundo con un valor intrínseco y apreciable. Así que la pregunta no es si la tenemos sino más bien como la manifestamos. Los problemas se manifiestan cuando esta fuerza de vida no es validada, reconocida y se deteriora la autoestima. Se activa un proceso donde las personas adoptan posturas para sobrevivir, las cuales guardan relación con la baja autoestima. Estas posturas preservan a las personas ante las amenazas tanto verbales como no verbales.

La primera postura es la de apaciguar. La misma consiste en honrar a los demás en desmérito de nosotros mismos. En la tríada “Yo” “el otro” y “el contexto”, el aplacador honra todo menos el mismo.

Esta postura representa una máscara de complacencia que difiere de una autentico deseo de complacer. Esta postura niega nuestro auto respeto y les envía el mensaje a las personas de que no somos importantes.

La segunda postura es la de culpar. Es una forma incongruente de establecer la norma de que no debemos aceptar las excusas de los demás, la tendencia a partir de la premisa de que no debemos ser débiles.

Para protegernos a nosotros, tendemos a dañar y acusar a otras personas o circunstancias. Culpar es descalificar a los demás, calificándonos nosotros y el contexto. Cuando culpamos nos auto describimos como hostiles, tiránicos, insultantes o violentos. Esta postura permite desplazar el miedo que sentimos hacia los demás.

La postura súper razonable. Esta postura descalifica yo y al otro. Al ser en extremo razonable, solo respeta al contexto manejando tan solo datos y lógica. Las personas con estas posturas tienden a distanciarse de los demás y a sufrir soledad. Los demás nos perciben como aburridos, rígidos y obsesivos.

Comprensión del cambio y los recursos para lograrlo

Para favorecer el cambio, Satir propone una serie de procedimientos y estrategias entre las cuales se encuentran:

Transformar las posturas de supervivencia disfuncionales. Esto significa agregar nuevas percepciones, nuevas formas de conectarse, nuevos sentimientos en relación con los que ya tenemos, revisar nuestras

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