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La conducta desviada


Enviado por   •  2 de Mayo de 2020  •  Ensayos  •  2.608 Palabras (11 Páginas)  •  294 Visitas

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1 a) La conducta desviada es aquel comportamiento que como su nombre lo indica, implica una desviación de lo que la sociedad en general considera correcto o bueno, de modo que merece una condena social por parte de ciertos grupos, y no una sanción formal. Por otro lado, la conducta delictiva es aquella que va en contra de lo que el ordenamiento jurídico establece, más específicamente, es lo que la ley penal considera delito, de modo que merece no solo la condena por parte de la sociedad que considera efectivamente a ese delito como algo malo, sino también la sanción por parte del estado.

b) El positivismo biológico, mantiene una afirmación del determinismo científico y la ausencia de libertad en la conducta humana, y sostiene que la criminalidad es una enfermedad biológica reconocible por determinados signos o rasgos físicos, propios de los delincuentes, la cual debe ser eliminada lo antes posible para que la sociedad no se vea afectada. Es decir, aquel que comete un crimen, lo hace por características inherentes a su persona, se trata de un criminal nato.

Por el contrario, el positivismo sociológico, rechazando ese fuerte determinismo por parte del positivismo biológico, considera al crimen como un hecho social, consecuencia del malestar de los individuos dentro de la sociedad, y en el cual influyen diversos factores como por la educación y las relaciones sociales.

c) En primer lugar, el funcionalismo parte desde la base de que la conducta desviada varía según las normas de cada sociedad, que define cuáles conductas son correctas o deseables y cuáles no lo son. Es decir, existe un orden social, que responde a un consenso de valores que se plasman en normas objetivas y entonces, la desviación tiene que ver justamente con el camino alternativo a esas normas y valores, y es resultado de un defectuoso proceso de socialización por parte de las personas que lleva a cabo esa conducta. Además, sostiene que la desviación es inevitable en la vida sociedad, y que, a pesar de que no sea algo bueno en términos morales, cumple algunas funciones sociales como contribuir a consolidar los valores y normas culturales y la unidad social, ya que la reacción, respuesta y rechazo por parte de los demás a esta desviación, de alguna manera hace más fuerte sus lazos y autoconciencia sobre la importancia de las normas transgredidas.

Desde el la corriente conocida como interaccionismo simbólico, se pone énfasis no en el hecho o conducta desviada en sí, sino en la mirada que tienen los demás sobre este. Así, el delito es relativo, de modo que no existen conductas inherentemente desviadas. Por el contrario, se construye socialmente, y resulta de un proceso de interacción intersubjetivo entre los distintos grupos sociales.

La visión del conflictualismo, es que el problema de la desviación surge a partir de las desigualdades sociales y de poder presentes en la sociedad, lo que se refleja en el hecho de que la capacidad de elaborar y quebrantar reglas no está igualmente distribuida en la población. Así, cuando las clases de menor poder realizan conductas que se alejan de lo que pautan esas normas, serán consideradas desviadas, mientras que las personas de mayor poder, que son quienes elaboran las normas basándose en sus propios intereses, cuentan con la capacidad de vulnerarlas y no ser juzgadas del mismo modo.

2 a) En cuanto a los consensualistas, en primer lugar, Merton, sostiene que la conducta desviada aparece cuando se produce una ruptura de la estructura sociocultural, lo que significa que la cultura prescribe determinadas conductas que la ubicación social de las personas impide. Dicho de otro modo, las personas no pueden alcanzar los objetivos culturalmente establecidos en la sociedad, ya que no cuentan con los medios necesarios, de modo que desarrollan diferentes técnicas de adaptación a esta situación. Algunos ejemplos, en los que aparece la conducta desviada como una alternativa para las personas son la innovación, que significa aceptar los objetivos prescritos pero mediante el uso de medios alternativos, y la rebelión, que implica poner, o intentar poner en vigencia una nueva estructura sociocultural, es decir, cambiar tanto los objetivos como los mecanismos para alcanzarlos.

Por otro lado, los demás autores, aunque de distinta manera, desarrollan la teoría de las subculturas delictivas, es decir, grupos minoritarios que conviven en el interior de una cultura dominante o hegemónica, llevando a cabo distintas actividades delictivas. Cloward y Ohlin, dicen que estas surgen, sobre todo en torno a los adolescentes de clase baja, cuando hay un impedimento de acceso no solo a los medios u oportunidades sociales legítimas, sino también a las ilegítimas, casos en los cuales la delincuencia se manifiesta en episodios de violencia a causa de la frustración de los individuos, y una fuerte internalización de los fines o éxitos sociales. Cohen, por su parte, afirma que se originan cuando hay personas con problemas similares de adaptación a los valores dominantes de la sociedad, y al no poder integrarse se reúnen y forman una nueva subcultura, donde les resulta más fácil la supervivencia. Pero los problemas de adaptación no son exclusivamente de estas personas, sino que también influyen las clases dominantes, rechazando y despreciándolas por no compartir o aceptar sus valores, lo que se traduce lógicamente, en un desprecio mutuo, conduciendo a los integrantes de las subculturas a la conducta desviada para materializar o exteriorizar ese desprecio hacia los valores y clases dominantes.

Por otro lado, entre los interaccionistas, Becker sostiene que la desviación no es un problema de conducta desviada sino de reacción por parte de los grupos sociales. Es decir, estos determinan cuál conducta es desviada y cuál no lo es, simplemente a través de su percepción, de modo que no se puede saber si alguien es un transgresor hasta que los demás no lo rotulen como tal. Lemert distingue entre desviación primaria, aquel comportamiento que apenas suscita reacciones de terceros, y secundaria, en la que se centra y define como aquellos comportamientos que conforman medios de defensa o adaptación ante los problemas creados por la reacción de la sociedad a la desviación primaria. De este modo, la cultura y la sociedad siguen siendo causas de desviación pero de un modo indirecto, no por inducir al delincuente a realizar la conducta desviada, sino por señalarlo, reprobarlo y rotularlo, manteniendo a la persona en la conducta delictiva. Goffman relaciona a la desviación con el estigma, esto es, un atributo desacreditador atribuido a una persona, ya sea físico, tribal, o de carácter. Este autor entiende que cuando una persona es estigmatizada, sale en busca de compañía de otras personas similares que no lo censuren, y terminan acomodando su conducta al estigma que se le ha impuesto, y frecuentemente esto desemboca en actos desviados. Es decir, la identidad desviada se produce a través de la estigmatización.

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