La inclusion de los usuarios y actores en el tratamiento de salud mental

NOMBRE DE LA INSTITUCION: Instituto superior de Formacion Docente y Técnica N°124

NOMBRE DE LA CARRERA: Tecnicatura superior en Acompañamiento Terapéutico

NOMBRE DE LA MATERIA: Salud Publica y Salud Mental

LA INCLUSION DE LOS USUARIOS Y ACTORES EN EL TRATAMIENTO DE SALUD MENTAL Y EL; ROL DEL ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO

NOMBRE DE LA PROFESORA: Funes Sol

NOMBRE DE LOS ALUMNOS: Gimenez Lucia, Gimenez Tatiana, Arias Camila

AÑO DE CURSADA:  Primer Año

FECHA DE ENTREGA : 08/02/2023

LA INCLUSION DE LOS USUARIOS Y ACTORES EN EL TRATAMIENTO DE SALUD MENTAL Y EL; ROL DEL ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO

AUTORES: Gimenez Lucia, Gimenez Tatiana, Arias Camila

Este ensayo tiene como propósito explicar acerca de la importancia de incluir a los usuarios en su tratamiento y el rol que va a tener el acompañante terapéutico en el mismo. Hablaremos de la inclusión social y el cómo la sociedad excluye a las personas con un padecimiento mental, la importancia de la participación de los usuarios en servicios de salud mental en la promoción de sus derechos, tomaremos en cuenta la voz de los actores no convencionales tales como los mismos usuarios. Empecemos por ¿qué es la inclusión? La inclusión es lograr que todos los individuos o grupos, puedan tener las mismas posibilidades y oportunidades de realizarse como individuos

PERSPECTIVA DE LOS USUARIOS/AS EN LA INCLUSION SOCIAL

En la ciudad autónoma de Buenos Aires, tanto la constitución como la ley básica de salud 153 y la ley de salud mental 448, sostienen que el sistema de salud mental debe orientarse en relación a una progresiva desinstitulizacion mediante la consolidación de una red de servicios. La Ley Nacional de Salud Mental  26657 sancionada en el año 2010 y reglamentada en el año 2013 y el Plan Nacional de Salud Mental formulado en el año 2013,en consonancia con documentos internacionales y tomando como referencia propuesta de reformas locales e internacionales, refuerzan la propuesta de cambio de paradigma, estableciendo la consolidación de un modelo comunitario de atención mediante la adecuación de los efectores existentes y la creación de una  red de servicios con base en la comunidad.

Asimismo, adquiere centralidad la perspectiva de derechos de los/as usuarios/as, orientando las intervenciones en la salud hacia la inclusión social. El marco normativo vigente restituye la capacidad jurídica de los/as usuarios/as, incluyendo la posibilidad de toma de decisiones relativas a su tratamiento, asi como la participación en asociaciones de usuarios/as y familiares. Estos procesos permiten posicionar a estas asociaciones como actores sociales interviniendo de forma activa en la implementación de las políticas públicas del sector.                                                                              

Pese a los avances de carácter legislativo y a la creación de programas o experiencias aisladas en CABA, la red de servicios de salud mental con base en la comunidad no se ha consolidado. Diversos informes y relevamientos dan cuenta de la desarticulación y escasez de propuesta que posibiliten procesos de externacion y/o inclusión social para personas con padecimiento metal.

Los procesos de inclusión de personas con padecimiento mental deben ser acompañados de estrategias de rehabilitación y atención, mediante una red de servicios con base en la comunidad, que promuevan la consolidación de un proyecto de vida autónoma mediante el acceso a derechos como la salud, la vivienda, el trabajo y la participación en intercambios sociales y culturales. Estas características contribuyen a consolidar dispositivos sustitutivos a lógicas asilares que posibiliten el logro de una inclusión social real.

LA PARTICIPACION DE LOS USUARIOS/AS EN SU TRATAMIENTO

La OMS  propuso que para el año 2000 los países considerasen prioritario involucrar a los individuos en las decisiones que afectan su salud. Es probable que dentro de algunos años, cuando esté completamente instalado que así sea, suene increíble que alguna vez hubiese sido de otro modo.

La manera de trabajo más directamente relacionada con esta posición es la de concebir la aproximación al sufrimiento mental desde una perspectiva de la recuperación, es decir, entender el tratamiento debe apuntar a aliviar los síntomas en tanto y en cuanto no sean un obstáculo para que esa persona se incluya y participe socialmente más que un objetivo en si mismo y, por otra parte, comprender que alguien puede llevar una vida de participación plena en la comunidad aun con síntomas psiquiátricos

Por otra parte, vale la pena mencionar la necesidad de distinguir entre “participación de los usuarios”,” involucración de los usuarios”, y “perspectivas de los usuarios”. La participación seria la modalidad más general de referirse a las actitudes y conductas de los usuarios en relación a su tratamiento, a los vínculos entre sí y con la sociedad en su conjunto, a su lugar en los servicios en general, la involucración sería una forma de participación con una connotación de meno control sobre los tratamientos. La involucración seria una forma de participación con una connotación de menor control sobre los tratamientos o los servicios que cuando se hable de “servicios controlado por usuarios”, aunque claramente mucho mayor que cuando se los denomina “pacientes”. La perspectiva del usuario se refiere a la mirada o posición que representa a estas personas, y que muchas veces es distintas (y hasta opuestas) a la de los profesionales. La postura más aceptada entre los colegas que avalan el movimiento de usuarios es que estos deben participar y que es necesario tener en cuenta su perspectiva en múltiples áreas del campo de salud mental  

la identificación de la persona con su diagnóstico (y su consiguiente objetivación) se le opone la concepción según la cual los problemas de salud serian experiencias subjetivas y, especialmente en el caso de la recuperación de los derechos, potencialmente subjetivan tés. Y la relación, de poder (vinculada al saber) que destaca la asimetría entre profesionales y pacientes se le opone la concepción de una valoración de la voz del usuario y su experiencia.

Cabe plantearse si la participación de los usuarios forma parte de la moda que otros campos de la medicina han permanecido inmunes en tanto el terreno de la salud mental ha sucumbido o, en cambio, si se trata de una conquista derivada de particularidades de nuestro quehacer tan relacionado con la subjetividad de las personas. La participación del usuario en su tratamiento se vuelve indispensable ya que en muchos casos el usuario hace un recorrido por distintos talleres y actividades a su medida y de su preferencia personal, sus recursos y potencialidades.

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