Ley Fundamental De Educación En Honduras

Análisis de La Ley Fundamental de Educación

Lic. Rosa María Alvarado Postulante a Maestría en Psicología Educativa

Universidad Católica de Honduras, Nuestra Señora Reina de La Paz

Campus San Isidro. La Ceiba, Atlantida (2013)

Resumen

La Ley Fundamental de Educación sustituye a la vieja Ley General de Educación aprobada en 1966, y contempla, entre otros beneficios, la ampliación de la educación gratuita (queda prohibida cualquier exigencia de contribuciones por los docentes o las autoridades educativas) y obligatoria a todos sus niveles (el Estado está obligado a brindar la educación pública al menos desde un año de educación pre-básica hasta el nivel medio) incorpora las clases de inglés y cívica a todos los alumnos de las escuelas públicas, los padres de familia vigilarán la labor de los profesores y reconoce, respeta y estimula las diferentes idiosincrasias e identidades culturales y étnicas del país, y toda su diversidad lingüística. Es de igual obligación la universalidad de la educación (El Estado está obligado a ofrecer a todas las personas en edad escolar la posibilidad de acceso a la educación.

Además, la ley asegura el cumplimiento de por lo menos 200 días de clases por año, de no hacerlo implica que el docente no puede continuar el siguiente año lectivo

Lo novedoso de la Ley Fundamental de Educación es que, a partir de 2018, los maestros deberán poseer una licenciatura para ser contratados por el Estado. Otro elemento nuevo es que los responsables de la administración y el manejo de la educación están obligados a rendir cuentas en función del logro de resultados periódicamente establecidos y están sujetos a las actividades contraloras del Estado y a la auditoría social.

Para algunos sectores de la sociedad, en especial el gremio magisterial del sector público, la nueva ley no resolverá el problema de la educación ya que consideran que el problema es muy complejo y grave.

Palabras Claves:

Ley Fundamental de Educación, educación pre-básica, gratuita, obligatoria, cobertura, universalidad.

La realidad de la educación en Honduras nos demuestra la necesidad de una reforma educativa profunda y, por consiguiente, de la formulación de un nuevo y más eficaz instrumento legal que, como Ley Fundamental, abarque todos los aspectos y actividades del sector educación, confirmada por todos los actores de la comunidad educativa a través de los problemas fundamentales existentes.

Como resultado en la nueva Ley Fundamental de Educación se establece el conjunto de principios, garantías, fines y lineamientos generales de la educación nacional teniendo como actor y fin primordial al educando; instituyendo claramente la estructura del sistema educativo, las atribuciones y obligaciones del Estado, los derechos y responsabilidades de la sociedad en la función educadora.

Si la Ley Fundamental de Educación pasa del papel a la práctica, los niños y jóvenes del país tendrán mejores oportunidades para prepararse como profesionales. Este nuevo documento obligará a los padres a enviar a sus hijos a clases, a los maestros a impartirlas y a las autoridades gubernamentales a asumir los costos que represente. No habrá excusa para que el magisterio no cumpla los 200 días de clase, pues, según el artículo 6, los responsables de administrar el sistema tendrán que rendirle cuentas al país.

La solución para la problemática en educación parece estar más lejos de lo que parece. El sistema educativo público no encuentra una salida a la crisis que atraviesa en la nueva Ley Fundamental de Educación, ni en su reglamentación. Al menos esa es la conclusión de algunos sectores del país, tales como dirigentes magisteriales, padres de familia, ex ministros del ramo y algunas investigaciones hechas recientemente por estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán UPNFM.

La salida de la crisis en que se encuentra la educación primaria y secundaria no solo depende de reglamentos y documentos, también se requieren recursos tanto materiales como

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