MALESTAR EN LA CULTURA
rafaelbuitrago13 de Octubre de 2013
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ENSAYO
Sigmund Freud en su impresionante obra "El Malestar en la Cultura" plantea un interrogante fundamental: "¿Qué es eso que los hombres esperan de la vida, qué pretenden alcanzar en ella?". Sin vacilación responde: "La Felicidad".
El presente escrito, en su primera parte, hace un recorrido comentado por las nueve frases que componen el párrafo catorce del texto en mención, haciendo una pausa en conceptos Kantianos como el Fin y la Finalidad de la Belleza.
En su segunda parte destacamos el replanteamiento Freudiano al concepto de "armonía", como completud imaginaria, que pretende darle a la belleza el carácter de "existencia en sí misma". Para finalizar se plantea la paradoja de la "necesidad" y de la "utilidad" de la belleza y concluir en que el placer estético no está en la "contemplación" de la belleza sino en su carácter "perecedero".
En "El malestar en la cultura" encontramos una pregunta por la vida, por el fin y el propósito de la vida humana: ¿ Qué es lo que los hombres esperan de la vida, que pretenden alcanzar en ella?. Al respecto Freud responde: "Es difícil equivocar la respuesta: aspiran a la felicidad, quieren llegar a ser felices, no quieren dejar de serlo". (1) Acto seguido, Freud nos propone varios métodos mediante las cuales los seres humanos nos empeñamos en obtener la felicidad y mantener alejado el sufrimiento: El aniquilamiento o muerte de las pulsiones, los desplazamientos libidinales, la imaginación o fantasía, la paranoia, la religiosidad, la fuga a la neurosis y el refugio en el amor. Es posible que con este último método se acerque mucho más a la finalidad o meta de la felicidad que los demás, ya que hace de él el centro de todas las cosas, pero "aún queda mucho que decir al respecto".
No debe sorprendernos que Freud ponga a circular nuevamente la paradoja de que la felicidad de la vida se busque, en este caso en particular, en el goce de la belleza. La búsqueda de la felicidad ha sido para el hombre, desde tiempos inmemorables, un tema de reflexión. Aristóteles presenta en la "Etica Nicomaquea" toda una argumentación filosófica referente al bien o fin último al que, por su naturaleza, tiende el hombre: la felicidad. "Puesto que todo conocimiento y toda elección apuntan a algún fin, declaramos ahora, resumiendo nuestra investigación, cuál es el bien a que tiende la ciencia política, y que será, por tanto, el más excelso de todos los bienes en el orden de la acción humana. En cuanto al nombre por lo menos, reina acuerdo casi unánime, pues tanto la mayoría como los espíritus selectos llaman a ese bien la felicidad.
Freud señala tres fuentes de donde proviene el sufrimiento humano. Una de ellas, por la cual al hombre le resulta tan difícil ser feliz, tiene relación con la caducidad de nuestro cuerpo. No obstante el horror que nos produce lo perecedero de nuestro cuerpo en él hay belleza, belleza que por milenios los artistas han tratado de representar, sin lograrlo por cierto. Permítanme citar aquí un fragmento de un ensayo intitulado "lo perecedero", título que en la editorial Amorrortu Strachey traduce como la Transitoriedad: "En el curso de nuestra existencia vemos agostarse para siempre la belleza del humano rostro y cuerpo, mas esta fugacidad agrega a sus encantos uno nuevo. Una flor no nos parece menos espléndida porque sus pétalos sólo estén lozanos durante una noche".
Una segunda fuente de sufrimiento para el ser humano, que está estrechamente relacionada con la anteriormente descrita, tiene que ver con nuestra incapacidad para dominar completamente la Naturaleza. Nuestro organismo, que forma parte de ella, está sometido a sus leyes por lo que es preciso reconocer lo limitado de nuestra capacidad frente a
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